La mansión estaba envuelta en una atmósfera de expectación mientras los preparativos para la gran fiesta de compromiso se llevaban a cabo. Las luces brillaban con elegancia y los arreglos florales, cuidadosamente dispuestos por Marina, añadían un toque de magia al ambiente. Los sirvientes iban y venían, asegurándose de que todo estuviera perfecto para la noche.Isabel estaba en su elemento, supervisando cada detalle con precisión. Martín, aunque menos interesado en los preparativos, se aseguraba de que todo transcurriera sin problemas. Sabía lo importante que era esta noche para Isabel y quería que fuera especial.Marina, por su parte, estaba ocupada en el jardín, asegurándose de que las flores estuvieran en perfecto estado. Mientras trabajaba, no podía evitar sentir una mezcla de tristeza y resignación. Aunque había aceptado que Martín e Isabel estaban comprometidos, la realidad de la fiesta hacía que sus sentimientos fueran aún más difíciles de manejar.La noche finalmente llegó y los invitados comenzaron a llegar a la mansión. Los hombres vestían trajes elegantes y las mujeres lucían deslumbrantes en sus vestidos de gala. La música suave llenaba el aire, creando un ambiente festivo y refinado.Martín e Isabel recibían a sus invitados en el vestíbulo, sonriendo y saludando a cada persona que entraba. La pareja lucía perfecta, como sacada de una revista de sociedad. Sin embargo, Martín no podía evitar buscar a Marina con la mirada, preocupado por cómo se sentiría esta noche.Finalmente, Marina apareció en el vestíbulo, llevando una bandeja de copas de champán. A pesar de su papel de sirvienta, su presencia no pasaba desapercibida. Llevaba un sencillo vestido que realzaba su belleza natural, y su sonrisa, aunque reservada, iluminaba su rostro.Isabel la observó con una mezcla de desdén y sospecha, pero decidió ignorarla por el momento. Tenía otros asuntos más importantes en los que centrarse.Entre los invitados se encontraba un hombre alto y distinguido, con el cabello oscuro y los ojos penetrantes. Su nombre era Alessandro Moretti, un socio italiano de Martín. Alessandro era conocido por su encanto y su carisma, y esa noche no era diferente.Alessandro observó a Marina mientras ella servía las copas de champán. Había algo en su manera de moverse y en su expresión que lo intrigaba. Decidió acercarse y presentarse.Buonasera, signorina," dijo Alessandro con una sonrisa encantadora mientras tomaba una copa de la bandeja que sostenía Marina.Marina levantó la vista, sorprendida por el saludo en italiano. "Buonasera, signore," respondió con cortesía.Alessandro sonrió aún más. "¿Hablas italiano? ¡Qué maravilla! Me llamo Alessandro Moretti. ¿Y tú?""Me llamo Marina," respondió ella, sintiéndose un poco nerviosa pero también intrigada por este hombre."Marina, un nombre hermoso," dijo Alessandro, sus ojos brillando con interés. "Debo decir que eres una chica muy fascinante. Me has dejado encantado."Marina se sonrojó ligeramente. "Gracias, señor Moretti. Es muy amable de su parte.""Por favor, llámame Alessandro," insistió él. "Me gustaría conocerte mejor, si te parece bien."Marina no sabía qué responder. Alessandro era un hombre atractivo y parecía sincero en su interés, pero no podía olvidar su posición y la complejidad de la situación.Mientras tanto, Martín observaba la interacción desde la distancia. No pudo evitar sentir una punzada de celos al ver a Alessandro hablar con Marina. Aunque sabía que no tenía derecho a sentir así, no podía controlar sus emociones.Isabel también había notado la conversación entre Alessandro y Marina, y aunque no entendía lo que decían, no le gustaba nada la atención que Alessandro estaba prestando a la joven sirvienta.Alessandro continuó conversando con Marina, disfrutando de la oportunidad de hablar en su lengua materna y conocer a alguien tan intrigante."Marina, devo ammettere che non riesco a toglierti gli occhi di dosso," dijo Alessandro, su tono serio pero amable. "C'è qualcosa di speciale in te."("Marina, debo admitir que no puedo quitarte los ojos de encima. Hay algo especial en ti.")Marina se sintió halagada pero también un poco incómoda. "Alessandro, la ringrazio, ma devo tornare al mio lavoro."("Alessandro, gracias, pero debo volver a mi trabajo.")Alessandro asintió, comprendiendo su situación. "Capisco. Ma spero che possiamo parlare di nuovo più tardi."("Entiendo. Pero espero que podamos hablar de nuevo más tarde.")"Vedremo," respondió Marina con una sonrisa tímida antes de alejarse para continuar con sus tareas.("Veremos.")La noche avanzaba y la fiesta se desarrollaba con éxito. Los invitados charlaban, reían y disfrutaban de la comida y la bebida. Isabel y Martín finalmente se dirigieron al centro del salón para hacer su gran anuncio."Queridos amigos y familiares," comenzó Martín, levantando una copa. "Isabel y yo estamos muy felices de anunciar nuestro compromiso. Esperamos compartir esta alegría con todos ustedes."Los invitados aplaudieron y brindaron por la feliz pareja. Isabel sonreía radiante, disfrutando del momento.Marina, observando desde la distancia, sintió una mezcla de tristeza y aceptación. Sabía que este era el camino que Martín había elegido, y aunque le dolía, deseaba lo mejor para él.Después del anuncio, Alessandro se acercó a Marina nuevamente. Esta vez, ella estaba en el jardín, tomando un breve descanso de sus tareas."Marina, posso disturbarti un momento?" preguntó Alessandro, su tono suave.("Marina, ¿puedo molestarte un momento?")"Naturalmente, Alessandro," respondió Marina, sintiéndose un poco más relajada en su compañía.("Naturalmente, Alessandro.")Alessandro se sentó a su lado en un banco del jardín. "Devo dirti, Marina, che questa festa è molto bella, ma tu hai reso la serata ancora più speciale per me."("Debo decirte, Marina, que esta fiesta es muy hermosa, pero tú has hecho la noche aún más especial para mí.")Marina lo miró, sorprendida por la intensidad de sus palabras. "Alessandro, sei molto gentile, ma non so cosa dire."("Alessandro, eres muy amable, pero no sé qué decir.")"Non devi dire nulla," respondió él. "Voglio solo che tu sappia che mi piacerebbe conoscerti meglio. Sei una ragazza incredibile e vorrei passare più tempo con te."("No tienes que decir nada. Solo quiero que sepas que me gustaría conocerte mejor. Eres una chica increíble y me gustaría pasar más tiempo contigo.")Marina sintió su corazón latir con fuerza. Nunca había conocido a alguien como Alessandro, y su atención la hacía sentir especial. Pero también sabía que debía ser cautelosa."Alessandro, io... non sono sicura," dijo ella, tratando de ser honesta.("Alessandro, yo... no estoy segura.")"Capisco," dijo él con una sonrisa. "Ma promettimi che ci penserai."("Entiendo. Pero prométeme que lo pensarás.")Marina asintió. "Lo prometto."("Lo prometo.")La fiesta continuó y Marina volvió a sus deberes, pero no podía dejar de pensar en Alessandro y sus palabras. Había algo en él que la atraía, pero también le asustaba. No quería complicar más su vida de lo que ya estaba.Mientras servía más copas de champán, observó a Martín e Isabel bailando. Martín parecía feliz, aunque había una sombra de preocupación en sus ojos. Isabel, por otro lado, estaba en su elemento, disfrutando de la atención y la admiración de los invitados.Alessandro, aunque socializaba con otros invitados, no podía dejar de buscar a Marina con la mirada. Había algo en ella que lo había cautivado desde el primer momento, y quería descubrir más sobre esa joven enigmática.Más tarde, mientras la música suave llenaba el aire y los invitados disfrutaban de la fiesta, Alessandro encontró a Marina sola en un rincón del jardín, admirando las flores bajo la luz de la luna."Marina," dijo suavemente, acercándose a ella. "Non volevo spaventarti prima. Voglio solo conoscerti meglio."("Marina, no quería asustarte antes. Solo quiero conocerte mejor.")Marina se volvió hacia él, sus ojos reflejando la luz de la luna. "Alessandro, non sono spaventata. Solo... non sono abituata a questo tipo di attenzione."("Alessandro, no estoy asustada. Solo... no estoy acostumbrada a este tipo de atención.")Alessandro sonrió, comprendiendo. "Capisco. Ma c'è qualcosa in te che mi attira. Sei speciale, Marina."("Entiendo. Pero hay algo en ti que me atrae. Eres especial, Marina.")Marina se sonrojó. "Grazie, Alessandro. Sei molto gentile."("Gracias, Alessandro. Eres muy amable.")"Non è gentilezza, è la verità," respondió él, tomando suavemente su mano. "Mi piacerebbe portarti a cena, parlare e conoscerci meglio."("No es amabilidad, es la verdad. Me gustaría llevarte a cenar, hablar y conocernos mejor.")Marina miró sus manos entrelazadas y luego a sus ojos. "Forse, Alessandro. Vedremo."("Quizás, Alessandro. Veremos.")"Questo è tutto ciò che chiedo," dijo él con una sonrisa. "Spero di vedere quel 'forse' diventare un 'sì'."("Eso es todo lo que pido. Espero ver ese 'quizás' convertirse en un 'sí'.")Mientras la noche avanzaba, Marina no podía evitar sentirse dividida. La atención de Alessandro era halagadora y tentadora, pero su lealtad hacia Martín y su situación como empleada complicaban las cosas. Sabía que debía ser cuidadosa con sus decisiones.La fiesta continuó hasta bien entrada la noche, con los invitados disfrutando de la música, la comida y la compañía. Isabel y Martín se despidieron de sus amigos y familiares, agradeciendo su presencia y sus buenos deseos.Cuando la última de las luces se apagó y los invitados se retiraron, Marina se encontró sola en el jardín, reflexionando sobre la noche. Alessandro había sido una sorpresa inesperada, una chispa de algo nuevo y emocionante en su vida monótona. Mientras miraba las flores que tanto había cuidado, Marina no podía evitar preguntarse qué depararía el futuro. ¿Podría permitirse explorar una conexión con Alessandro sin complicar aún más su situación? ¿Era justo para ella misma seguir negando sus propios deseos?La fiesta había sido un éxito, pero para Isabel, la noche no estaba completa. Después de despedir a los últimos invitados, encontró a Martín en el vestíbulo, claramente exhausto."Martín, querido, fue una noche maravillosa," dijo Isabel, acercándose a él con una sonrisa de satisfacción. "Pero me preocupa algo."Martín, aunque cansado, la miró con interés. "¿Qué pasa, Isabel?""Es esa sirvienta, Marina," respondió Isabel, su tono cambiando a uno más serio. "No me gusta cómo se comporta. Está demasiado... presente."Martín frunció el ceño. "Marina solo está haciendo su trabajo. No veo cuál es el problema."Isabel suspiró con exasperación. "Martín, simplemente no me gusta. Creo que sería mejor si encontráramos a alguien más para su posición."Martín la miró con una mezcla de sorpresa y decepción. "Isabel, Marina ha trabajado aquí por años. Es una excelente jardinera y una persona de confianza."Isabel se cruzó de brazos, claramente molesta. "Solo estoy diciendo que deberíamos considerar todas nuestras opciones. No quiero que nada ni nadie interfiera en nuestra felicidad."Martín suspiró, sabiendo que no era el momento para discutir. "Hablaremos de esto más tarde, Isabel. Por ahora, intentemos disfrutar del éxito de la noche."Al día siguiente, Marina se levantó temprano para continuar con su trabajo en el jardín. La fiesta había dejado el lugar desordenado y necesitaba poner todo en orden. Mientras recogía flores marchitas y arreglaba los setos, no podía dejar de pensar en Alessandro.Como si sus pensamientos lo hubieran invocado, Alessandro apareció en el jardín, saludándola con una sonrisa."Buongiorno, Marina," dijo, su voz tan encantadora como la noche anterior.("Buenos días, Marina.")"Buongiorno, Alessandro," respondió Marina, sorprendida pero complacida de verlo. "Non mi aspettavo di vederti così presto."("Buenos días, Alessandro. No esperaba verte tan temprano.")"Non riuscivo a smettere di pensare a te," admitió Alessandro, acercándose. "Volevo sapere se avevi riflettuto sulla mia proposta."("No podía dejar de pensar en ti. Quería saber si habías pensado en mi propuesta.")Marina lo miró con una mezcla de nerviosismo y esperanza. "Ho pensato molto, Alessandro. Ma la mia situazione è complicata."("He pensado mucho, Alessandro. Pero mi situación es complicada.")Alessandro asintió, comprendiendo. "Lo so, Marina. Ma sono disposto a fare qualsiasi cosa per conoscerti meglio. Meriti di essere felice."("Lo sé, Marina. Pero estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para conocerte mejor. Mereces ser feliz.")Marina sintió una oleada de emociones. "Apprezzo molto le tue parole, Alessandro. Forse possiamo uscire a cena una sera."("Aprecio mucho tus palabras, Alessandro. Tal vez podamos salir a cenar una noche.")Alessandro sonrió, sus ojos brillando de alegría. "Sarebbe meraviglioso. Dimmi quando e dove, e sarò lì."("Sería maravilloso. Dime cuándo y dónde, y estaré allí.")Marina asintió, sintiendo que su corazón latía más rápido. "Ti farò sapere presto."("Te lo haré saber pronto.")Mientras Marina y Alessandro hablaban, Isabel observaba desde una ventana cercana, su expresión oscura. No le gustaba la influencia que Alessandro parecía tener sobre Marina, y mucho menos la atención que le prestaba. Decidió que era hora de tomar cartas en el asunto.Más tarde esa misma mañana, Isabel se encontró con Marina en el jardín."Marina, necesito hablar contigo," dijo Isabel, su tono frío y autoritario.Marina se enderezó, preparándose para lo que venía. "Sí, señorita Isabel, ¿qué necesita?""Quiero que te concentres únicamente en tus tareas en el jardín," dijo Isabel, su voz gélida. "No quiero verte interactuando con los invitados más de lo necesario. Es inapropiado y distrae de tus responsabilidades."Marina asintió, sintiéndose humillada pero sin querer causar más problemas. "Entiendo, señorita Isabel. Haré lo que me pide."Isabel la miró fijamente, su expresión severa. "Espero que así sea, Marina. No quiero tener que repetirlo."La tensión en la mansión creció en los días siguientes. Marina se dedicó a su trabajo con una determinación renovada, tratando de evitar cualquier conflicto con Isabel. Alessandro, aunque respetuoso de la situación, seguía buscando momentos para hablar con ella, su interés cada vez más evidente.Finalmente, una tarde, Alessandro encontró a Marina en el invernadero, donde sabía que Isabel no la molestaría."Marina," dijo suavemente, acercándose a ella. "Ho pensato a te ogni giorno. Vorrei sapere se hai deciso riguardo alla nostra cena."("Marina, he pensado en ti todos los días. Me gustaría saber si has decidido sobre nuestra cena.")Marina lo miró, sus ojos llenos de dudas pero también de deseo. "Alessandro, non posso ignorare i miei sentimenti. Mi piacerebbe uscire con te."("Alessandro, no puedo ignorar mis sentimientos. Me gustaría salir contigo.")Alessandro sonrió, su alivio palpable. "Perfetto. Dove e quando?"("Perfecto. ¿Dónde y cuándo?")Marina pensó por un momento. "C'è un piccolo ristorante fuori città. Possiamo incontrarci lì stasera alle otto."Alessandro asintió, encantado. "Non vedo l'ora, Marina." (No veo la hora, Marina).Esa noche, Marina se arregló con cuidado. Aunque su vestido era simple, realzaba su belleza natural. Tomó un taxi hasta el restaurante, sintiéndose nerviosa pero también emocionada por lo que la noche podría deparar.Alessandro ya estaba allí, esperándola con una sonrisa radiante. "Marina, sei bellissima," dijo al verla. (Marina, estás bellísima)."Grazie, Alessandro," respondió ella, sonrojándose ligeramente. "Anche tu sei molto elegante." (Gracias, Alessandro. Tú también estás muy elegante).Entraron al restaurante y se sentaron en una mesa en un rincón tranquilo. La cena fue encantadora, llena de risas y conversaciones profundas. Alessandro habló sobre su vida en Italia, su trabajo y su amor por la cultura y la comida italiana. Marina compartió historias de su infancia en la mansión, su amor por las plantas y su deseo de encontrar su propio camino."Marina," dijo Alessandro en un momento, tomando su mano. "Sono così felice di averti incontrato. Sento che c'è qualcosa di speciale tra di noi." (Estoy tan feliz de haberte conocido. Siento que hay algo especial entre nosotros).Marina lo miró a los ojos, sintiendo una conexión profunda. "Anche io lo sento, Alessandro. Ma sono preoccupata per la mia situazione qui." (Yo también lo siento, Alessandro. Pero estoy preocupada por mi situación aquí).Alessandro asintió, comprensivo. "Capisco le tue preoccupazioni, ma sono disposto a fare qualsiasi cosa per stare con te. Possiamo trovare una soluzione insieme." (Entiendo tus preocupaciones, pero estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para estar contigo. Podemos encontrar una solución juntos).Marina se sintió conmovida por sus palabras. "Grazie, Alessandro. Questo significa molto per me." (Gracias, Alessandro. Esto significa mucho para mí).Mientras tanto, en la mansión, Isabel estaba furiosa. Había notado la ausencia de Marina y sabía que estaba con Alessandro. Decidió confrontar a Martín al respecto."Martín, tenemos que hablar," dijo Isabel, su tono lleno de indignación.Martín la miró, sorprendido por su ira. "¿Qué sucede, Isabel?""Es Marina," dijo Isabel, casi escupiendo el nombre. "Está fuera con Alessandro. Es inaceptable."Martín frunció el ceño. "Marina tiene derecho a su propia vida. No podemos controlar con quién decide pasar su tiempo."Isabel se cruzó de brazos, furiosa. "Es una sirvienta, Martín. No debería estar involucrándose con nuestros invitados."Martín la miró con desaprobación. "Isabel, Marina es más que solo una sirvienta. Es una persona con sus propios sentimientos y deseos. No podemos tratarla como si no importara."Isabel lo miró con furia. "Esto no va a terminar bien, Martín. Te lo advierto."Cuando Marina regresó a la mansión esa noche, se sentía feliz pero también nerviosa. Sabía que Isabel no estaría contenta con ella, pero no podía evitar la sonrisa en su rostro después de su maravillosa noche con Alessandro.Al entrar en su pequeña cabaña, encontró una nota en la puerta. La tomó y la leyó:"Marina, necesito hablar contigo. Ven a verme en la biblioteca. - Martín"Marina sintió su corazón latir con fuerza. Sabía que Martín la estaba esperando y probablemente tenía algo importante que decirle. Se dirigió a la biblioteca, su mente llena de preguntas.Martín estaba esperando en la biblioteca, su expresión seria. Cuando Marina entró, levantó la vista y la miró con una mezcla de preocupación y algo más que no podía identificar."Marina," comenzó Martín, su voz suave. "Isabel me ha hablado de tu salida con Alessandro esta noche."Marina asintió, preparándose para lo peor. "Sí, Martín. Alessandro me invitó a cenar y acepté. Espero que no sea un problema."Martín suspiró, pasándose una mano por el cabello. "No es un problema, Marina. Tienes todo el derecho de salir y conocer a quien desees. Pero Isabel está... molesta. Quería advertirte que podría haber consecuencias."Marina lo miró con tristeza. "Lo entiendo, Martín. Pero no puedo ignorar mis propios sentimientos. Alessandro es una persona maravillosa y me gusta estar con él."Martín asintió, entendiendo. "Solo quiero que seas feliz, Marina. Pero por favor, ten cuidado. Isabel puede ser muy... persuasiva."Marina asintió. "Gracias por preocuparte, Martín. Intentaré ser cuidadosa."
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Comments
Eleonor Baker
Es que la casa es de Martín, 1. Ponga en paz a su futuro tormento... 2. Cómo que se más cuidadosa? No entiendo, osea que no salga, que ni respire, que no la vea la fulana de Isabel
2024-06-26
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