LA CITA

Hay un refrán popular que dice no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, el día de la cita,

llega y como acordaron se ven en una estación de metro popular, Carlos llega 5 minutos antes y Liz con un elegante retraso de 10 minutos, al verse ambos se ponen nerviosos.

Carlos:

Hola

Liz

¿Cómo estás?

Liz:

Bien gracias un poco apurada por llegar.

Carlos:

No te preocupes ya estás aquí.

Liz:

Si espero no te moleste el retraso.

Carlos:

Un poco porque yo soy muy puntual, pero no te preocupes, bien vamos que el camino es un poco largo

Liz:

¿A dónde iremos?

Carlos:

A un parque, oye mira eso

Liz:

¿Qué?

Carlos

toma a la desprevenida Liz y le roba un beso, lo cual no le molesta para nada a

esta última, correspondiendo al beso.

Liz:

Malvado, no me esperaba eso

Carlos:

Lo sé pero no pude resistirme, eres muy bella

Liz

(apenada): Gracias, pero enserio nunca me espere que me robaras ese beso

Carlos:

Lo sé pero también, es mi forma de acerté esa pregunta que tú ya te imaginas

Liz:

¿Qué pregunta? Si no me lo preguntas bien no te puedo dar una respuesta

Carlos:

Tienes razón una dama como tú se merece que le haga la pregunta directamente

¿Quieres ser mi novia?

Liz

sujeta a Carlos, y lo besa apasionadamente, ante la sorpresa de este.

Liz:

¿Eso responde pregunta?

Carlos:

Si pero también me gustaría escucharla en palabras

Liz:

Siiii

Carlos abrasa y carga a Liz besándola mientras lo hace, la recién formada pareja toma rumbo a su destino, recorriendo el camino con juegos, besos y bromas de pareja; lo cual hace que el viaje se haga corto, en el cual aprovechan para conocerse más, mirándose a los ojos y con el creciente sentimiento de que se han visto en

alguna parte.

Al llegar al parque caminan un poco por el zoológico dirigiéndose a las lanchas para remar, Carlos sube primero para ayudar a Liz a subir, una vez los dos a bordo Carlos rema poco a poco para disfrutar lo más posible de la compañía de Liz y que esta disfrute del paisaje y de los patos que hay en lago, al avanzar esta se sorprende de las habilidades de Carlos para remar.

Liz:

Donde aprendiste a remar

Carlos:

Nunca aprendo es algo que hago de forma natural

Liz:

Que bien

El paseo transcurre con tranquilidad con pequeños descansos en la sombra para refugiarse del fuerte sol ya que a Liz la debilita estar mucho  tiempo bajo este, por lo que de vez en cuando buscan sombra y siguen con su paseo en lancha, al regresar ven como hay gente que alimenta a los patos, lo que le da la idea Liz de hacerlo en su próxima

visita.

Carlos:

Al ver a tantos patos me pregunto ¿me podre hacer uno a la naranja?

Liz:

Claro que no ¿Cómo se te ocurre? Deja en paz a los pobres patos, además aquí están contados, puedes darles de comer no comértelos.

Carlos

(sonriente): ok ok no me los comeré

Liz:

Te pasas, estos animalitos están aquí para que podamos visitarlos, no para que un glotón se los quiera comer

Carlos:

Lo sé, pero he escuchado, que la carne de muchos de estos es muy rica y llena de proteínas

Liz:

Amor deja de estar queriendo comerte a los pobres animales, ya te dije son para

que los conozcamos y visitemos no seas tan glotón

Carlos:

No soy glotón, solo soy un hombre que quisiera comerme, una hamburguesa de avestruz, no tiene nada de malo, no estoy diciendo específicamente, que me quiero comer a esa pobres avestruz

Liz:

Amor estoy viendo como la mira con ojos de hambre

Carlos:

No es cierto, no los miro con ojos de hambre, los miro con ojos curiosos

Liz:

Amor si quieres vamos a comer, pero ya deja de querer comerte a esos animalitos

Carlos:

No amor, aún nos falta por ver, sigamos con nuestro paseo

Liz:

Ok amor, sigamos pero ya deja de ver a los pobres animales, con cara de hamburguesa o de cualquier comida

Carlos:

Esta bien  mi amor ya no los veré con cara de comida

Al continuar con su paseo ven diferentes animales, observando cómo se comportan, viendo algunos que no eran tan comunes, así como otros que eran más comunes, pero que a ambos les gustaban muchísimo, pasando de jaula en jaula, divirtiéndose bastante al ver a los habitantes del zoológico además de otros tanto que no

estaban en jaulas, pero seguían siendo habitantes del parque, al seguir con el paseo, Carlos hace algunas bromas ocasionales sobre comérselos a lo que Liz le contesta.

Liz:

Amor ya deja de querer comértelos, estos animalitos están aquí para que los visitemos no para que te lo quieras comer se más respetuoso con esos animales y no les veas cara de hamburguesa, si tienes hambre ahorita comemos algo.

Carlos:

jajaja ok amor ya no diré nada de comérmelos

Liz:

Más te vale amor, suficientes problemas tienen eso animalitos como para que un glotón como tú se los quiera comer

Carlos.

Oye, ¿Qué problemas van a tener? Los alimentan bien, cuidan de su salud y no tienen mal espacio e incluso algunos los eligen para aparearse, así que muchos problemas no tienen

Liz:

Aun asi, no crees que preferirían estar en su habitad, sin barreras y sin humanos glotones que se los quieran comer

Carlos:

Puede ser, pero de que no están tan mal atendidos, no lo están, pero sigamos con nuestro paseo amor

Liz:

De acuerdo amor sigamos

El paseo continua sin contra tiempos, pero como todo en esta vida llega a su fin, tomando unas fotos como recuerdo, el cual será muy preciado, se dirigen de nuevo al metro para que Liz pueda regresar a su casa; al llegar ambos se despiden con tristeza en sus corazones, pero con la alegría de haber encontrado a quienes ambos esperan sea su otra mitad.

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