Yui y Hayato entraron a ‘Las 17 Maldiciones’. Todo iba según lo planeado. Pero los chicos, estaban en contra de dejar que entraran, a la atracción.
“No podemos dejar que entren”
“Voy a detenerlos” – Dres precipitandose, empezó a correr tras ellos.
“¡Dres Detente!”
“¡No lo haré aniki!”
No quizo detenerse cuando le grité, claramente solo le importaba la seguridad de nuestra cliente, y eso está bien. Pero no se esperaba, que al estar a unos pocos metros de entrar en la atracción, lo detuviera otra persona.
“Un miembro de Kowai Mistery, debe permanecer calmado en estos casos...”
El dron de Shinsuke se situó delante de Dres, deteniendolo en el proceso.
“Confía en el plan de Max-San. Es lo que deberíamos hacer todos en este momento” – continuó Shinsuke.
“Confío ciegamente en el plan de mi aniki. ¡Pero no en ese infierno al que llaman ‘Juego’!”
Aproveche que Dres se detuvo, para acercarme junto con Susune. Pose mi mano sobre su hombro. Dres se percató y volteó a verme.
“¿Aniki?”
“Vaya que eres inpaciente. Solo tenias que esperar unos segundo más”
“Pero estamos hablando de ‘Las 17 Maldiciones’, es muy peligroso esperar, cuando sabemos que pueden resultar lastimados”
“Susune tiene razón, a este paso ya habran entrado. Todos saben que ahí dentro es como el infierno”
“Hoy no es así” – dijo Shinsuke.
“¿A que te refieres?”
“Chicos, siganme y verán”
Invite a que me siguieran, tenia que calmar un poco la corriente. Entonces lo siguiente que hicimos, fue acercarnos a la atraccion y entrar al lobby.
Las 17 Maldiciones, en comparación a muchas otras casas del terror, tiene un lobby. Esta tiene una ventanilla donde trabaja un encargado del juego, esa persona te explica la mecanica de la atraccion, te dice las tematicas del día, ya que siempre cambian los horrores dentro de la casa, para que no sea repititiva, y tambien para que no se vuelva aburrida. Tambien es la persona que se encarga, de guardas los contratos que firmes antes de entrar al juego.
Una vez en el lobby, hablé con la persona de la ventanilla.
“Hola señor Murakoshi”
“Hola Max, te estaba esperando... ¿Ellos son tus amigos?”
El señor Murakoshi es un amigo de mi padre. Y yo le e echo algunos favores, así que al pedirle que me ayudara en el caso, no pudo negarse.
“Si señor Murakoshi... Ellos son Dres, Susune. Y el informatico que está presente mediante este dron, es Shinsuke.”
“Es un gusto conocerlos chicos”
“Igualmente”
“El gusto es mío”
“...Por cierto ¿Tiene lo que le pedí?”
“Oh si claro, dejame buscarlo. Lo dejé por aquí en alguna parte”
El señor Murakoshi se agacha, para buscar algo bajo el mostrador. Mientras buscaba Susune me empezó a susurrar.
“Oye Max”
“¿Hmm?... Dime”
“¿Quien es ese viejo y como lo conoces?”
“Es cierto, dinos aniki. Yo tampoco sé quien es”
“Yo solo me limítare a escuchar” – tipíco de Shinsuke.
“¿No lo conocen? El es el dueño de este parque de diversiones”
“¿Queeee?” – todos se sorprendieron silenciosamente.
“¡Aqui esta...!”
El señor Murakoshi encontró lo que estaba buscando, y se levantó.
“Toma Max, saca lo que necesites y me regresas el resto”
“Claro”
Obtuve un bolso cruzado de la mano del señor Murakoshi. Empecé a abrir el bolso buscando lo que necesitaba.
“¿Que es estas buscando?” – preguntó Dres.
“Cierto, se me olvido decirles que este es el bolso que trajo Hayato. Y lo que estoy buscando son las fotos”
“¿Como es que tienes su bolso?”
“Facil, tienes que dejar tus pertenencias antes de entrar. Solo le pedí el favor al señor Murakoshi, y tendria a mi disposicion su bolso para encontrar las fotos” – ‘Y tambien espero encontrar pistas, sobre eso...’
Anteriormente, los visitantes podian entrar a este juego con sus pertenencias. Pero un día, una pareja entró con las pertencias que llevaban consigo. El hombre tenía algunos problemas con algunas personas. Por eso decidio esconder una navaja en el bolso de su novia. Al llegar al nivel ocho del juego, se llevaron el sustos de sus vidas. Y en el impulso agarro la navaja, e intento apuñalar a la persona, que trabajaba asustando a los visitantes del sector ocho. Por suerte la victima solo se llevo un pequeño corte, que cerraron con dos puntos de sutura. El agresor tenia que haber sido llevado a la comisaria, pero la policía declaro que el juego es tan tenebroso, que la accion del agresor sería juzgada como ‘En defensa propia’. Es absurdo pero la ley es la ley, aunque no tenga sentido. Por esto las pertenencias que llevan encima los visitantes, ahora son guardadas en el lobby, hasta que las personas salgan y reclamen sus pertenencias de vuelta.
El señor Murakoshi intervino en la conversacion.
“Max ¿Acaso no le contaste el plan a tus amigos?”
“No se a molestado en decirnos una sola palabra señor Murakoshi” – dijo Susune cruzada de brazos.
“Hay una buena razón para eso”
“Aunque haya habido una buena razón para no contarles nada, no significa que lo tengas que hacer solo, tu novia se preocupara mucho si no le cuentas nada de lo que haces”
“¿N-novia?”
“Creo que su razonamiento es el mejor que el mio señor Murakoshi... Pero no tengo novia, no tengo tiempo para eso ahora...”
“Ah, pensé que ella era tu...”
“¡Lo encontré!”
“¿Que encontraste aniki?”
“Esto”
Les mostres a los chicos el objeto. Encontré en el bolso cruzado de Hayato, un sobre donde ponía ‘Fotos de Tokunaga-Chan’. Ahora solo me quedaría con las fotos. Y devolver el resto.
“¿Fotos de Tokunaga-Chan?”
“Ahora que tenemos las fotos, creo que deberiamos sacar rapidamente a Tokunaga-San del juego este”
“Eso no es necesario, por peticion de Max e enviado a su amiga, por el recorrido de niños. Recién lo inauguraremos la proxima semana, pero descuiden. Nadie se asustaria ese recorrido”
“Ya veo”
“Tome señor Murakoshi, ya recupere lo que necesitabamos. Muchas gracias por todo”
“No te preocupes, siempre es un gusto ayudar a un viejo amigo”
“Tenemos que irnos chicos, debemos detener esta falsa cita”
“Si” – dijeron Dres y Susune.
Todos nos despedimos del señor Murakoshi y salimos del lobby.
“Muy bien chicos solo tenemos que esperar, en unos momentos regresaran Hayato y Yui... Pero primero, vamos a revisar estas fotografias. Antes de hacer algo, quiero asegurarme de que esto es lo que buscabamos”
“Dí la verdad, solo quieres ver a Tokunaga-San en ropa interior” – dijo Susune con el ceño fruncido.
‘En parte es cierto...’ - “Soy un profesional Susune, no lo hago con otro objetivo, que no sea asegurarme de que mi trabajo esté bien hecho”
“Exacto, aniki es un profesional. Yo antes que desconfiar de aniki, desconfiaria de mi mismo”
“Dame aca...”
Susune me quitó de la mano el sobre.
“Precisamente, desconfio de los dos. Ustedes los hombres siempre quieren ver estas cosas, pero yo no los dejaré” – dijo Susune muy calmada.
Ya que estaba en calma, no queria que se exaltara, así que le permiti que abriera el sobre.
“Dres, vamos a dejar que ella abra el sobre”
“Si tu lo dices aniki”
“Muchas gracias por entender... Voy a proceder a abrirlo”
Susune abrió el sobre, se veia sorprendida al ver dentro. Esperamos a que dijera algo, ella simplemente veia el sobre con una expresion de sorpresa. Pero no mencionaba palabra alguna. Con lo intenso del ambiente Dres trago saliva. Yo no pude aguantar más silencio inquietante, y le pregunté.
“¿Que pasa Susune?”
Susune reaccione al yo hablarle.
“M-max tienes que ver esto” – dijo algo nerviosa.
Me mostró lo que tenía dentro el sobre. Dres vio junto su contenido junto a mí.
“¿Pero que...?”
Dentro había una carta, esa carta ponía ‘Buen trabajo Kowai Mistery, pero si quieres que los siguientes planes sean un exito. Tienes que cerrar esa gran boca tuya. Max-Kun’
Mi expresion en ese momento, era una de total confusion. No sabía lo que pasó, y tampoco lo que estaba a punto de pasar con Yui.
“No entiendo nada chicos, pero tenemos que buscar a Yui. No sabemos si esto lo hizo Hayato”
“Si”
Entonces escuchamos una voz conocida. Pero una que quería escuchar las menos veces posible.
“¿Que esto lo hizo Hayato?... Ja, Ese tipo es tan idiota como un estrella de mar. Nosotros... Mejor dicho. Saigai Reivun lo hizo... ¿Que les parece, Kowai Mistery?”
Sabía que me nos ibamos a encontrar de nuevo, pero siempre pensaba que yo lo buscaría, no el a mí.
Ahora todo encajaba, todo lo que pensé que seria imposible para hayato, como entrar a los vestidores de chicas, tomar las fotos e irse. Todo cuadraba perfectamente. Empecé a reirme de manera ironica, por mi propia ingenuidad. Entonces le respondí con el mismo tono ironico.
“Ja ja ja ja... Así que has sido tu, ¿No, Fer... Senpai?”
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