Capítulo 19

LIZ

Esa mano traviesa de Max está yendo demasiado lejos, por más que lo esté adorando, Dios mío, cómo maneja las manos, Dios, y qué manos, ahh...

Vuelvo a mis cabales cuando termina la película, él quita su mano de entre mis piernas, lo miro y tiene una sonrisita en la cara, giro el rostro con seriedad, me levanto primero y me despido de la tía Luisa y del tío Carlos, como mañana me levantaré muy temprano para ir a la universidad, me iré antes de que se despierten.

Liz: me despido de él, le doy un beso a mi madre y subo a la habitación que la abuela me ha preparado. Entro, como a veces mi madre y yo veníamos a visitar a la abuela y a mis tíos, acabábamos durmiendo aquí algunas veces, así que siempre tengo algunos pares de ropa aquí. Voy hasta el armario, abro el primer cajón y cojo un baby doll y unas bragas, también cojo una toalla del otro cajón y voy al baño.

Me ducho, decido lavarme solo el cuerpo, hoy ya me había lavado el pelo, así que me doy una ducha rápida, cojo un cepillo nuevo que hay en el baño y me lavo los dientes.

Me seco y me pongo las bragas y el baby doll, salgo del baño y me encuentro con Max tumbado en mi cama, recién duchado, huele bien, pero no es el mismo perfume de antes.

Liz: ¿Qué haces aquí, Max? Si alguien te encuentra aquí, lo malinterpretarán todo y tendremos problemas, será mejor que te vayas.

Max: No me iré de aquí hasta que recordemos la noche de ayer, no puedo sacarme de la cabeza la imagen de ti desnuda.

Dice él, yo trago saliva.

Liz: Deja de decir tonterías, somos primos, casi hermanos, solo nos quedamos ayer porque no sabía quién eras.

Max: Has dicho bien, somos primos, no hermanos, qué más da, Liz, sé que me deseas tanto como yo te deseo a ti, vi cómo reaccionaba tu cuerpo a mis caricias en el salón, no tiene sentido mentir.

Liz: Sí, mi cuerpo te desea, te desea tanto, tanto como nunca he deseado a un hombre en mi vida, pero tienes que entender que estamos prohibidos el uno para el otro, no podemos, si nuestra familia algún día sospechara que nos acostamos, nunca nos lo perdonarían, ¿entiendes?

Max: Respeto mucho a tu madre, a mis padres y a mi abuela, pero lo que siento por ti va más allá del deseo, Liz, te quiero como nunca pensé que podría querer a alguien en esta vida.

Dice acercándose a mí, sus manos van a mi rostro y lo acarician.

Max: Estoy enamorado de ti, maldita sea, nunca me había sentido así.

Susurra en mi oído, se me pone la piel de gallina, empieza a besarme todo el cuello y va subiendo hasta llegar a mi boca, no me resisto, al diablo, lo quiero, salto a su regazo, mis piernas se entrelazan en su espalda, lo agarro por el cuello.

Lo beso con deseo loco, lo beso intensamente, y él me responde besándome con la misma voracidad.

----NARRACIÓN DE MAX----

Cuando termino de decirle que estoy enamorado de ella, me besa, Dios, cómo saben sus labios, cómo echaba de menos su labio en el mío.

Voy hasta la cama y la tumbo, empiezo a besar todo su cuerpo, ojos en sus ojos, le doy un besito en la nariz, ella me regala la sonrisa más bonita del mundo, ya no me importa si somos primos, si alguien va a estar en contra nuestra, la quiero para mí, y por ella me enfrento al mundo.

La beso con deseo, mis manos van a la tira de su baby doll y se lo quito, se lo quito todo, beso su hombro, bajo un poco y llego a sus pechos, qué delicia, la beso, subo con fuerza, ella gime, le doy algunos lametones más, la miro a los ojos, veo el deseo en ellos, bajo un poco más beso todo su vientre, ella se retuerce, bajo un poco más y llego a su coño, lo chupo, paso la lengua por su clítoris, ella da un grito de sorpresa, rápidamente se tapa la boca con la mano para no despertar a nadie, chupo con fuerza su clítoris, ella me agarra el pelo y tira, yo lamo más rápido, la penetro con dos dedos y voy a ritmo de vaivén dentro de ella, ella gime alto y se corre en mi boca, delicia.

Subo encima de ella y la beso, para que sienta lo deliciosa que está, me quita la camisa a toda prisa, me pasa las uñas por el pecho, ahhhh, me araña toda, me besa con ansia, me quito los pantalones y me quito los calzoncillos de una vez, estoy deseando estar dentro de ella.

Tenía tanta prisa por llenarla con mi polla que hasta me olvido del condón, rozo mi polla en la entrada de su coño, ella me pide que entre en ella de una vez.

Max: Tranquila, preciosa, soy todo tuyo.

Entro en ella de una sola vez, se agarra a las sábanas, gime mi nombre.

Liz: Fuerte, Max, fóllame con fuerza, por favor.

Max: Tú no lo pides, lo ordenas, mi amor.

Acelero el ritmo, ella gime, la meto con fuerza, sin piedad, ella grita mi nombre, ¡joder! Así me voy a correr rápido.

Continúo rápido, le doy la vuelta y la pongo a cuatro patas para mí.

Max: Levanta ese culo delicioso para tu hombre.

Ella hace lo que le pido, le agarro el pelo y tiro con una mano, le masajeo un pecho con la otra.

Liz: Ahhhh, me voy a correr, Max, Ahhhh.

Max: Córrete para tu macho, mi amor, ahh.

La meto con fuerza unas cuantas veces más y ella se deshace en mi polla, me corro dentro de ella a continuación, caigo encima de ella intentando recuperar el aliento.

Me tumbo en la cama y la atraigo hacia mí, ella se acurruca en mi pecho, acaricio su pelo.

Max: Qué delicia estar así abrazado a ti, mi amor.

Liz: Yo también estoy encantada de estar así contigo, pero sabes que tenemos que hablar, ¿verdad?

Max: Sí, lo sé, pero ya hablaremos de eso mañana, ¿nos duchamos ahora?

Liz: Vamos, ya tengo sueño.

Nos duchamos y nos vestimos, nos acostamos y nos dormimos abrazados...

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