Capítulo 11

"Pudo crecer a pesar de las dificultades que atravesó en su pequeña vida, es como este diente de león, pero si lo sacudes un poco puede llegar a desaparecer, tan frágil"

Aiden recogía varios dientes de león para el pequeño Isaac, descubrió que a su hijo le gustaban los dientes de león gracias a Michael que fue quien se lo dijo.

Cerca de la casa crecían varios dientes de león en un terreno baldío, Aiden salió a recogerlos para dárselos a su hijo quien aún dormía, iba a ser una pequeña sorpresa para él.

Los guardaespaldas lo vigilaban a una corta distancia, procurando no acercarse demasiado a él, no lo decían en voz alta, pero de alguna manera, sentían temor al estar cerca de Aiden.

"Se debe tener mucho cuidado al tomar un diente de león, puede desaparecer en cualquier momento, pero no dejaré que eso ocurra, lo volveré fuerte para que viva una larga vida", dijo Aiden sonriendo.

El asistente detrás de él lo escuchó en silencio, sin duda, Aiden se veía diferente, no era el mismo hombre que se quedaba encerrado en su habitación todo el tiempo, incluso hablaba sobre su hijo con cariño.

"¿No tiene curiosidad Señor Asistente?", preguntó Aiden volteando la mirada hacia el hombre.

El asistente se sobresaltó al encontrarse con su mirada, Aiden lo miraba fijamente sin parpadear, como si tratase de ver en su interior.

"¿Por qué no pasa a la casa Señor asistente?, así podemos hablar cómodamente", con una sonrisa, Aiden tomó la bolsa llena de dientes de león y caminó hacia la casa.

El pequeño Isaac ya estaba despierto, sentado en el sofá tomando su leche con la ayuda de Michael.

En cuanto vio a su papá, levantó las manos pidiendo que lo levantara.

"Mi pequeño león, papá tiene una sorpresa para ti", Aiden abrió la bolsa llena de dientes de león y las puso delante de Isaac.

Isaac apretó sus pequeños puños emocionado, agarró un diente de león y empezó a soplarlos con un poco de torpeza.

"Eso es, es bueno que los soples, así serás muy fuerte", dijo Aiden orgulloso de su hijo.

Era bueno para el pequeño Isaac soplar los dientes de león para fortalecer su habla.

"Así que, ¿de qué trata exactamente esos documentos?", preguntó Aiden sentándose al lado de su hijo.

"Solo tiene que firmarlos, será lo mejor para usted y también para el niño", dijo el asistente pasándole los documentos.

Aiden tomó los documentos, los leyó con detenimiento y empezó a reír en cuanto supo de qué se trataba.

"Supongo que es lo ideal, ¿quién en su sano juicio quisiera ser parte de esa familia?, aunque me siento molesto porque traten de esta manera a mi hijo", Aiden dejó los documentos a un lado y miró al asistente con seriedad.

"No tengo problema con firmar esto, pero hay algo que me gustaría que se me dé a cambio"

"No puede pedir dinero o posesiones, el niño no es parte de la familia Durov, no tiene derecho alguno sobre nada", dijo rápidamente el asistente, ya esperaba que Aiden pidiera algo, así que estaba preparado.

Aiden se quedó en silencio por unos segundos y luego empezó a reírse en voz alta con su característica risa.

"Ja ja ja, ¿dinero o posesiones?, ¿cree que eso es lo que busco?"

Al ver a su papá riendo, el pequeño Isaac también empezó a reír con pequeños balbuceos mientras miraba a su papá.

"Incluso mi hijo lo encuentra ridículo", dijo Aiden mirando al pequeño Isaac.

El asistente se sintió avergonzado y temeroso por la risa de Aiden.

"... ¿Qué es lo que quiere?", preguntó el asistente.

"Como los documentos desvinculan a mi hijo de todo vínculo con esa familia, no hay necesidad de permanecer en esta casa, por lo que abandonaré este lugar junto con mi hijo y Michael"

Además de ocuparse del tratamiento de su hijo personalmente, según lo que le contó Michael, Isaac tomaba el tratamiento cada mes, y para llevar el tratamiento a cabo, el niño estaba registrado como su hijo en el hospital.

Michael solo asistió una vez al hospital para llevar al pequeño Isaac, el tratamiento fue demasiado fuerte para su pequeño cuerpo y no dejaba de llorar, Michael no pudo soportar verlo y no volvió a ir nuevamente, por lo que los guardaespaldas se encargaban de llevarlo por órdenes de la Señora Iria.

"Eso no es parte del acuerdo", reclamó el asistente, para seguridad de la familia Durov, era necesario mantener bajo vigilancia a Aiden.

"Entonces no firmaré, y tengan por seguro que solo pueden esperar lo peor de mi así como temen", Aiden tomó al pequeño Isaac en sus brazos junto con la bolsa de dientes de león y subió hacia su habitación seguido de Michael.

Debía salir de la casa como fuera, desvincularse por completo de la familia Durov y no permitir que su hijo fuera mandado nuevamente a tomar ese tratamiento; si aún seguían bajo el control de la Señora Iria, era posible que su hijo fuera llevado por la fuerza.

No podía luchar contra el poder de esa familia por ahora, lo primordial era ocuparse de la condición de su hijo y no permitir que siga sufriendo.

El asistente se quedó en el lugar observando como Aiden desaparecía por las escaleras, todo en la casa era diferente, incluso los guardaespaldas no se acercaban demasiado, definitivamente algo estaba sucediendo.

...****************...

Para dormir a un gran oso se necesitaba de un fuerte sedante.

Aiden tuvo varios problemas con el jefe de guardaespaldas quien no lo dejaba traer objetos del laboratorio, se las ingenio para pasar sobre él, pero era molesto tener que lidiar con él todo el tiempo, puesto que solo retrasaba su trabajo.

Probó varios métodos para dormir a los guardaespaldas mezclando sustancias en sus bebidas, pero eran demasiado resistentes, definitivamente un Alfa era algo interesante para estudiar.

Pero había una forma de dormir a grandes animales, y por lo visto no sería un problema para un Alfa tener que soportarlo, no les haría gran daño.

Aiden trabajó con un fuerte sedante en el laboratorio, esta composición era letal para cualquier humano, con mucho cuidado puso el contenido en un pequeño frasco, lo llevó a casa y lo colocó en las bebidas con la ayuda de Michael.

Fue en cuestión de segundos, y todo el grupo de guardaespaldas alfa quedó tendido sobre el piso fuera de la casa, incluido el jefe de guardaespaldas.

"Todo cae por su propio peso", dijo Aiden observando la función.

"Debo trabajar más en ello, porque después de esto, no creo que nadie se atreva a beber algo de la casa", Aiden miró complacido los resultados de su trabajo, pero tenía que conseguir una mejor manera de aplicar el componente.

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