CAPÍTULO 4: PRIMER BESO

Era una completa locura pues yo no podía y no tenía, era tan absurdo pero quizás es cierto, no lo se con seguridad ni tampoco lo pensaría más, me apure a cambiar y baje para ayudar a mi tío a hacer la cena, mi felicidad había desaparecido muy rápido el pensar en aquello lo cual le extraño a David

–¿Estas bien Keily? – me preguntó

– Claro que si tío, ¿porque lo preguntas? – me moví dando la espalda

– Pues hace rato venias irradiando felicidad y ahora estas muy tranquila y cayada además tu casi no me dices tío, ¿al menos que? – paró un momento mientras me miraba y aunque no lo miraba la sentía

La verdad era una y mi tio me conocia más que a nadie en este mundo si quería decir una mentira tenia que actuar de diferente forma – pensaba dentro de mi

– ¿Al menos que? – voltee intentando verlo a la cara

–Estas pensando en algo o alguien, y por lo que veo es malo – me miro mientras tocó mi nariz con su dedo

–¿De que hablas?. Estas imaginando cosas, solo estoy cansada por la escuela

– Esta bien hija - Logre hacer que esas ideas desaparecieran de la mente de mi tio, pero por cuanto tiempo lo lograría hacer, el tenía razón. A mi me pasaba algo, me estaba enamorando de mi maestro. Hice caso omiso a mis pensamientos y termine de ayudar a mi tio con la cena, luego cenamos y yo acabe mi tarea mientras mi mamá lavaba los trastos y mi tio ayudaba a mi hermana con su tarea, en cuanto acabe guarde mis cosas y fui directo a la cama.

Desperté y la luz de la ventana entraba golpeándome en los ojos, pero, ¡no! ya se me hacía tarde, lo se porque yo despertaba cuando seguia un poco oscuro afuera. Me levante de golpe y me apresure a arreglarme, por alguna razón no habia escuchado mi alarma, de hecho no la vi, pero ya averiguaria que paso con ella, me apure y mi tio me llevo en su coche, llegue corriendo al salón, que para mi suerte seguía abierto. Pero hoy la primera clase era con Oliver. Matenme, iba tan aprisa que cuando entre parecía coche sin freno, y así fue, frene hasta caer en las piernas de mi maestro, para mi suerte mis compañeros no estaban. Pero aun asi estaba más roja que un tomate, lo sabía, podía sentir mis mejillas arder, porque para acabarla cai pero bien. No se como cai sentada sobre las piernas de maestro, y el con su abrazo me acurrucó en su pecho

– ¿Estas bien Keily? – me preguntó mientras quitaba con su mano algunos mechones que tenía en el rostro

– Si, solo que no me pude detener y disculpeme por caer sobre ti

– No te preocupes por eso. Mejor ve a buscar un libro en la biblioteca, allá andan tus compañeros, corre – soltó una pequeña risa

– Jjj no mejor ya no corro, que luego ya no me puedo detener y ando cayendo en lugares que no debo – me levanté de las piernas de mi maestro mientras reía nerviosamente

– Jaja si mejor ya no corras, ahora anda y busca el libro de tu preferencia, que luego me van a hacer un reporte de el

– Ok maestro - fui directo a la biblioteca, donde encontre a mis amigas y comence a hablar con ellas al mismo tiempo que buscabamos el libro, despues volvimos al salon donde estaba el maestro checando algunos papeles, se veía muy guapo.

En cuanto estábamos todos en el salón. El empezo su clase, y yo ponía atencion, despues de eso las demás clases pasaron volando hasta que llego la hora de la salida, mis amigas se despidieron de mi y yo fui al salón a tomar mi clase con mi maestro favorito Oliver, el se volvio a sentar junto a mi, para explicarme y yo ponía atencion, hasta que a mi me agarro un poco de curiosidad sobre el y le empecé a preguntar cosas de su vida

– ¿Maestro usted es casado? – dije mientras jugaba con el lápiz

– Ya te dije que me hables de tu, asi que me puedes decir Oliver y no tengo esposa ni novia ni nada que se le parezca – y me dedico una sonrisa

– Ya veo y ¿piensa quedarse mucho tiempo en esta escuela? –

– Solo tres años, que serán suficientes para darte clase a ti – y con un lapiz toco mi nariz de forma juguetona y asi empezaba a jugar conmigo, me hacía cosquillas y platicaba conmigo, así fue nuestra relación

**4 meses después**

Ya ha pasado un largo tiempo desde que me da esas clases extras, y me la paso genial con el, todavia falta un poco para acabar el año, por ahora lo estoy esperando en el salón para mi clase, y por fin ha llegado

– Hola princesa –

– Jaja no me tienes que decir así, solo logras que me sonroje Oliver – agacho la cabeza para que no vea mis mejillas

– Es que me gusta verte así – se acerca y se agacha hasta mi para ver mis mejillas y soltar una pequeña risa – Pero mejor empecemos –

El empezo a darme la clase y todo era muy divertido como siempre, pero ¿me estaría haciendo daño? Yo a esta altura ya no puedo decir que solo me gusta, si no que me ha robado el corazón y estoy muy enamorada

– ¿En que piensas? – pregunta Oliver sacandome de mis pensamientos

– No es nada importante, debo irme, con permiso – cierro mi libro mientras guardo mis lápices

– ¿Pero porque?. ¿Hize algo que te incomodara? –

– No es eso, solo que debo irme antes que sea tarde – grite mientras me levantaba de mi banca

– ¿Tarde para que? – me intentó mover pero el me toma del brazo

– Para olvidarte. Para que te saque de mi corazón – me sentía arrepentida por las palabras era claro que el no sentiría lo mismo que yo así que tome mi mochila y camine para salir – ¡no te vayas! – Fue lo que escuche, quizás era mi mente tratando de jugar conmigo

Escuche como se paro y puso detrás de mi

– No te vayas, quiero que no sea tarde para decirte lo que siento por ti - me di la vuelta para poder verlo a la cara

– ¿Que dices? – di la vuelta confundida

–Que ¡TE AMO! - rapidamente y sin que yo pudiera moverme me tomó de la cintura con ambos brazos y me empezo a besar, era mi primer beso y estaba siendo algo espectacular, pues era tierno y dulce pero a la vez apasionado, nos separamos un poco para poder vernos a la cara

– No sabes lo feliz que me hace que este no sea un simple amor platónico. Si no que tu también me ames – lo abrazaba con ambos brazos mientras lo miraba

–Si haz logrado robar mi corazón con tu forma de ser, además eres muy linda, y quiero tenerte junto a mi, TE AMO

– Yo también TE AMO –

Pero ya me tengo que ir si no se van a preocupar

– Entiendo amor, ¿quieres que te lleve a casa? –

–No gracias, me voy a ir caminando, nos vemos mañana –

–Esta bien amor –

Iba a salir cuando me tomó de la muñeca y me volvió a dar un beso tierno

– Ahora si adiós –

– Jjaj nos vemos mañana loquillo – tome mis cosas y me fui a mi casa, iba saltando de felicidad, quería gritar por tanta alegría que sentía

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