¿A casa? No creo

Corrí y corrí, pero no encontré a mi chico, pero, de repente, una manada de coyotes me acorraló. Fué algo totalmente inesperado para mí y claro que me aterroricé.

Claro que traté de huir, pero resultó totalmente inútil, esos animales eran rápidos y me lograron acorralar de nuevo. Sin dudarlo, saqué rápido una bengala que me equipé hace rato, y trate de espantarlos, ya que el fuego es un terror para los animales salvajes.

Fue en ese momento de desesperación, que llegó CR Junior a mi rescate, agarró una rama y me dijo que le prendiera fuego, al parecer, vió lo que intentaba hacer, solo que el fué más rápido. La encendimos usando la bengala, y logramos espantarlos. Ya después de que no había ningúno, se calmó la cosa, pero de la profunda oscuridad, unos dardos aturdidores nos impactaron en el cuello a ambos, quedando desmayados.

Después de un rato alparecer, El Profesor, comenzó a preocuparse de que no llegabamos los 2, así que, juntando valor, se metió al bosque oscuro y fue a buscarnos.

Alcabo de un rato, no encontraba señal alguna de nosotros, no fué que caminó un poco más, que vió con ayuda de la luz de la luna, un pedazo del trapo de CR Jr. Se asustó demasiado, ya que era obvio que algo malo nos pasó, asi que desesperado comenzó a gritar nuestros nombres, pero vaya sorpresa que se llevó, ya que vio en el piso uno de los dardos de antes.

De la nada, e igual que a nosotros 2, al Profe le dispararon unos dardos, pero como el tiene reflejos del Hombre araña, los esquivó, por lo tanto, le dispararon una legión de drados y flechas, a lo cual salió huyendo al taxi.

Legando al punto donde estaba el vehículo, se subió, y lo encendió, dando así fuga lo más rapido posible. Activando el modo volador, la tuvo más fácil.

Una ves calmada la cosa, se dispuso a perseguir el rastro de los proyectiles usados en su contra, y se llevó la sorpresa de enterarse qur los culpables eran Aztecas cuidando la zona. A lo lejos notó una luz y humo, dando con una fogata, y una aldea. Al infiltrarse en ésta disfrazándose de uno de ellos, notó que nosostros, aún inconscientes, íbamos a ser sacrificados para Tláloc, el dios de la lluvia, a lo cuál Él se puso a pensar en una manera de rescatarnos.

Pasado un rato se le vino una excelente idea a la mente, así que puso en marcha su plan. Necesitó del taxi, y un poco de flora de la zona.

Estába a punto de comenzar el ritual, y fué entonces que Jr y yo despertamos, asustadísimos por lo que pasaba, en un intendo de safar, rompí la jaula en la que me tenían, y huí de ahí. Pero claro, no iba a dejar a CR Jr ahí, asi que en lo que los guardias estaban distraídos, deje inconciente a uno con ayuda de una piedra, y robe su ropa, e igual, me dizfracé de ellos, o algo así, ya que me pasé con la ropa, más parecía Althair de Assasin's Creed que azteca.

Usando mis habilidades de parkour, me acerqué furtivamente a la jaula donde tenían en cautiverio a mi amigo.

-Vengo por ti Jr, en un segundo te sacaré.- Dije yo.

-¿Para qué?, no necesitas a un perro idiota en tu vida.- Dijo CR jr molesto.

-Si te necesito, eres algo que no podré recuperar, si lo pierdo.- Dije yo.

-¿¡Qué cosa!?- Exclamó CR Jr.

-Mi mejor amigo.- Argumenté yo.

Justo en ese momento emotivo me descubrieron, y cuando estaban a punto de asesinarme, uma voz estruendosa se escuchó, y del cielo salieron unas luces muy brillantes. La voz habló en la lengua de esos aztecas, y por lo cual no entendí nada. Los aztecas se acercaron hacia nosotros, y con mideo estaba a punto de defenderme, pero justo justo en ese momenyo, la entidad de la voz dijo en mi idioma.

-Tranquila W, sigue la corriente.-, me emocione ya que me di cuenta de quien era esa viz en realidad.

Al liberarnos, mi mascota y yo nos dimos un fuerte abrazo.

-Perdóname por haberte gritado así, trataré de ser más empática y paciente contigo y con todos-. Le dije yo.

-No pasa nada, y perdónenme a mí por ser tan torpe-. Me dijo él.

-No eres torpe solo fue un accidente-. Exclamé.

Fué entonces que la entidad nos soltó una escalera de cuerda, agarré a Jr, y subimos a esa luz, quedando así asombradísimos los aztecas. Vimos que él que nos salvó era el profesor, y nos preparamos para irnos a casa. De la nada, comenzó a llover.

-¡Vaya ironía!- Dijo el Profe.

-¿Por qué?- Preguntamos Jr y yo.

-Porque justo fingía se Tláloc, y les prometía a los Aztecas lluvia a cambio de que los liberaran, y mira.- Exclamó él.

Después de oir esó me di cuenta de que en realidad si fué una gran ironía que pasara eso.

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