_¿Qué me paso?_
Susurró la chica tocando su cabeza.
_La señorita Renata, despertó._
Grito una doncella a todo pulmón.
Fernanda despertó y ese grito hizo que se sintiera confundida, el lugar, se sentó viendo a todos lados y pudo observar su ropa también.
_No puede ser cierto, ¿reencarné? Ja, ja, ja, nooo, estoy soñando_
Renata se levantó riendo un poco, aunque le dolía un poco el cuerpo, se sentía tan real que busco un espejo, Su rostro era idéntico al de la protagonista de una historia que Íker y ella disfrutaron juntos, donde el final fue el peor, para ellos.
_No puede ser._
Fueron las palabras que salió de su boca.
Historia
Renata Bonnie, una señorita de 14 años, hija de un conde ambicioso del reino Este, que no veía el daño que le ocasionaba a sus hijas, ya que ambas estaban Enamoradas del príncipe heredero, pero solo una era apta para tenerlo y convertirse en princesa heredera.
Raquel de 16 años siendo mayor que ella, por dos años y ya haber tenido su fiesta de mayoría de edad, tenía la ventaja sobre el príncipe, con su inteligencia y astucia para hacer trampa, logro ser seleccionada como la princesa heredera, él príncipe acepto sin problema, no la amaba, pero le importaba mucho su reino, sin saber que el conde solo buscaba matar al emperador y así lograr mandar al príncipe a la guerra para cuidar del reino, pero después de casarse con la ayuda de un conde del oeste logran matarlo, aunque su escolta, una señorita que lucho para estar a su lado y cuidarlo, no pudo, confesando su amor antes de morir, el príncipe se llenó de rabia y termino muerto en manos del conde del oeste, y así Raquel queda como la emperatriz.
Renata terminó siendo obligada a casarse con el joven heredero del ducado del norte, que estuvo enamorado de Raquel y al enterarse de que la había perdido, decidió acabar con su propia vida y así, Renata quedó viuda y sin su amor el príncipe, el príncipe muerto, Raquel como emperatriz villana, que no le importaba la gente de su reino, así teniendo todos un final muy cruel.
Volviendo a la realidad nuevamente, el conde entró al lugar y respiro aliviado al verla viva, que muriera, era perder una gran fortuna, la que le daría el Ducano del norte, por su hija menor, Raquel volteo los ojos, ella había mandado a matar a su propia hermana para así sacarla del medio, el príncipe era el mejor amigo de ella, teniendo así esa ventaja sobre ella, eso no lo entendía Renata, ya que aún no empezaba la historia como tal.
Fernanda los veía y no salía palabra alguna, solo se quedó viendo el lugar, no podía creer lo que estaba viendo.
_¿No dirás nada? ¿Tu hermana te encontró en el lago prácticamente muerto, te has vuelto loca?_
Hablo el conde molesto.
_Perdóname padre, solo quise jugar un poco._
Hablo Renata timina.
_Ya no estás en edad de jugar, hermanita, me preocupé mucho._
Raquel se acercó muy preocupada, Fernanda reía en su interior, quería decirles un montón de cosas, pero debía seguir el juego, no podía ponerlos en sobre aviso, un cambio no era lo recomendado para su plan.
Todos salieron y tres doncellas entraron, Fernanda veían como las señoritas se comportaban con ella, llevando los vestidos más feos, las joyas más baratas, en la novela ella recuerda que el príncipe les daba los mejores regalos a las dos y Raquel le robaba los de Renata.
_Donde están las joyas que me regaló el príncipe._
Pregunto Renata en tono molesto, las doncellas se veían una a la otra.
_Largo._
Grito Renata, suspiro viéndose al espejo, busco en sus cosas y encontró dinero, salió y sus doncellas estaban afuera.
_Desde ahora no las necesito._
Hablo Renata para salir de la mansión del conde, al salir podía ver caballeros de un lado a otro, damas de alta sociedad, carruajes que se podía distinguir quienes eran de mayor rango, vestidos ostentosos y no tanto y por supuesto, cabelleras largas y negras, pieles que no parecían de ese mundo, se podía disfrutar el sol.
_Íker._
Susurró ella con mucho dolor, secando una lágrima que bajaba por su mejilla, estaba en una época donde no existían los teléfonos, el internet y nada que la pusiera ayudar a saber de su gran amor, recuerdos llegaban de su vida pasada, como había muerto en manos de su tía, justo cuando había pensado escapar con Íker, si vida era dura al estar en una época donde tampoco podía decidir ser feliz con quien lo deseaba.
_Señorita Bonnie, qué sorpresa verla por aquí sola._
_Saludos a Su alteza el príncipe._
Renata hizo una reverencia ante él, dejándolo sorprendido.
_Oye, ¿estás molesta?_
Renata frunció el ceño y recuerdos llegaban a ella, había olvidó lo cariñosa que era Renata con él, ya que estaba enamorada.
_No su alteza, estamos en un lugar público, no es adecuado actuar imprudente._
El príncipe sonrió.
_Que susto me diste, no podré vivir tranquilo si mi amiga está molesta conmigo._
Renata sonrió.
_Fue un gusto verle su alteza._
Renata hizo una reverencia, estaba a punto de irse, cuando observo a su lado a la escolta personal del príncipe, en el libro mencionaban que ella siempre estuvo enamorada de él y siendo hija de un duque muy poderoso del reino Sur, decidió alistarse como soldado por él, aunque él, lo supo tarde.
_Señorita, es usted muy linda._
Le hablo Renata a la escolta del príncipe haciéndola sonrojar.
_G-gracias señorita._
Respondió con una leve inclinación actuando muy tímida, el príncipe volteo a verla y se quedó unos segundos hasta sentir que su cara se tornaba roja,
_¿Le pasa algo príncipe? Está algo rojo._
Le hablo su escolta.
_N-nada, vamos._
Hablo nervioso, caminando a pasos largo, tocando su corazón, aunque Renata tenía solo 14 años, el alma de Fernanda tenía 18, una chica madura, siguió caminando por todo el lugar, comprando joyas y vestidos, en cada lugar daba la dirección de su padre, hasta que algo llamó su atención.
_¡Suéltenme, no estaba robando!_
Gritaba una chica de unos 16 años, haciendo que Renata se acercara.
_Suelten a la chica, ¿están sordos?_
Los hombres solo se burlaron.
_¿Qué harás si no la soltamos, niña?_
Renata se acercó a la chica, ignorando a los hombres sin importarle lo que hicieran.
_Quien te has creído niña._
El hombre Levantó la espalda, estando a punto de cortarle la cabeza de Renata, sintió como una espada atravesó su estómago.
_Qué imprudente eres, estabas a punto de morir._
Se escuchó un grito a espalda de Renata, al que no presto atención, ya que estaba tratando de curar la herida de la chica.
_Aparte de imprudente, sorda._
Volvió a decir para retirarse de ese lugar, sin dejar de pensar en esa niña tan grosera.
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Updated 35 Episodes
Comments
Betty Saavedra Alvarado
Fernanda de reencarno en Renata ella es no se deja de nadie por defender a las personas
2024-02-07
2
Flor Rui3
Woooooo increíble si renació genial pero pobre Iker se quedó solo del otro lado /Frown/
2024-02-06
5
Francy Eliana Castillo Gallon
está buena la.historia
2024-02-06
1