Capitulo 11.- No te hagas daño

Esa mañana despertó sintiéndose tranquila y con más energías, pero esa mañana tampoco la visitó Alan...

- HOLA!!, buenos días!!, como te sientes?

- mucho mejor Dylan, gracias, oye, estaba pensando, el jefe y tú deben tener demasiado trabajo, no debería...

- Noo, ni lo menciones, trabajaras cuando salgas de aquí, mientras estés en el hospital debes estar tranquila

- es por eso, no me siento tranquila, no sé cómo devolveré todo lo que están haciendo por mi, quisiera ayudar con algo

- Realmente quieres ayudar?,

- Si si, dime, lo que sea lo hago

- bueno entonces porfavor sigue las citas con la terapeuta

- eso no es ayudar, solo siguen ayudándome a mi!

- Bien te dejaré hacer los informes matutinos que ya hacías, si prometes seguir con la terapia

- Hecho!!!

Serena ya tenía planeado seguir con la terapia así que no fue difícil aceptar el trato, llegó la hora del almuerzo, luego la comida, luego la terapeuta, la cena, y antes de dormir, volvió a mirar afuera, seguía pensando en su jefe,

- porque sigo pensando en el?, no tiene la obligación de visitarme, y por mi culpa debe tener demasiado trabajo, a hecho más por mi en estas semanas, que lo que yo misma en años.

Se acomodó en la cama y durmió de nuevo esta vez sonó a una niña, jugando con dos pequeños más grandes, se veía un pasillo enorme parecía ser una escuela, primero se sentía feliz, pero luego la niña fue echada a golpes, su cuerpo sentía esos golpes, eso la hizo despertar de golpe le dolía la cabeza, no tenía nada en el cuerpo, pero estaba segura de sentirse adolorida, estaba mareada y sudaba, así que se levantó a tomar agua, Dylan no estaba en el sillón, sabía que su violador estaba lejos aun inconsciente, pero no podía evitar pensar que su cómplice vendría a vengarse, porque por su culpa el acabó así

- no, no, no seas tonta, no Serena, no es tu culpa, no es tu culpa - caminó hacia la ventana y la abrió necesitaba aire,

Sacó la cabeza y parte del pecho, la luna estaba en lo alto del cielo, y estaba despejado, no hacía frío y tampoco calor, amaba ese clima, así que se subió un poco a la ventana, con intención de disfrutar, en ese momento Alan entró a la habitación, muy despacio, pues pensaba que ella dormía, por su puesto ella no se dio cuenta, desde el punto de vista de Alan parecía querer saltar, así que, corrió hacia ella y la jaló, ella se asustó y comenzó a gritar y forcejear, ambos cayeron al suelo, ella pudo reconocer el aroma de su perfume, entonces dejó de moverse, y miro sus ojos, había lágrimas en ellos y la veía muy triste y enojado al mismo tiempo

- Jefe?,

- Porque?, porque quieres acabar así con tu vida,

- que?, yo no

- Por favor, aguanta un poco, yo acabaré con todos ellos, te lo prometo, juro que te pondré a salvo, por favor

- pero jefe yo

- Por favor Serena, no intentes hacerte más daño

Alan recargó su cabeza en su pecho, serena queria aclararle el malentendido pero en ese momento decidió devolverle el abrazo, cuando sintió que se relajó entonces habló

- Jefe, lo siento, siento haberlo asustado, pero no quería terminar con mi vida, solo quería sentir el aire más de cerca y quería sentarme en la orilla de la ventana,

- que?- la miró de nuevo a los ojos

- Lo juro, todo fue un malentendido, de verdad lamento mucho asustarlo señor

Alan se levantó, y la ayudó a levantarse también, no sabía que decir, serena preparó dos cafés y tomó un puño de pan y se sentó con él en el sillón

- Tuve un sueño extraño, me sentía muy ansiosa y me levanté por agua, pero no era suficiente, así que abrí la ventana para sentir la brisa

- Lo siento, te lastimé?, te jalé muy fuerte

- Estoy bien jefe, en serio

Alan aún la miraba incrédulo, así que ella decidió contarle otra cosa

- A decir verdad, hace mucho quería morir, estuve en coma cuando era niña, fue cuando sucedió" eso", no debí despertar del coma, no quería, pero aun así, volví, cuando escapé dormía en las calles, muchas veces tuve que esconderme en el drenaje, o en callejones, una vez me enferme de gravedad por comer basura, tenía fiebre, era invierno, y nadie me ayudó, pensé que porfin moriría, pero al siguiente día, desperté, muy débil, pero seguía viva aunque no quería, después comencé a trabajar en los mercados, restaurantes, en barcos de pesca, y me pagaban con las mejores comidas, un techo y ropa, sabía que ahora comiendo así, no moriría

- Pero realmente querías morir?

- Si así fue, pero cada vez volvía de nuevo, como si tuviera las vidas de un gato, ese día cuando usted golpeó a ese hombre, sentí mucha paz, no tenia dolor, no sentía ni escuchaba nada, solo me sentía en paz, gracias a usted, pense que por fin podía irme,

- Pero volviste...

- exacto, estaba lista para irme, pero de nuevo me trajeron de vuelta, quisas tengo algo que hacer aquí, aunque no sé qué es todavía, no sé porque está vez que desperté decidí que no quería irme de nuevo, y también es gracias a usted jefe

- Está bien, te creo, para la próxima, cuando necesites aire sal a un parque, no te asomes por la ventana de un décimo piso

- riendo- si jefe lo haré

- Vas a seguir comiendo ese pan?

- Si, por qué?

- No estás llena todavia?

- nop, no se preocupe, siempre como así, no sé sabe cuando podré volver a comer esto así que....

- Deja eso Serena, jamás volverás a pasar hambre, lo prometo

- entonces porque me pide que lo deje, tengo hambre...

- Bien, traeré comida para ti, deja el pan, no es saludable

- No se moleste jefe, de verdad estoy bien solo con el pan, amo el chocolate, me comeré solo este si?, será el último

- Bueno, solo ese y ya

- va a trabajar a esta hora?,

- no, venía a hacer guardia, acabo de salir de la oficina, dormiré aquí, mañana me tomaré el día

- Eso es genial!!

- a si?

- Digo... debe estar agotado, por mi culpa el trabajo aumentó, así que, me alegra que se tome un descanso, por cierto jefe, cuando podré salir de aquí?,

- Mañana hablaré con el médico, tienes hipertensión, y principios de anemia, si eso esta controlado, quizás te de el alta si tomas medicamentos

- Oh, bueno, ... Gracias jefe, lo dejaré dormir,- se mete a la cama- está seguro que quiere quedarse aquí?

- en el sillón?

- no no, hablo de que, puede descansar en su casa, me apena que tenga que interrumpir su sueño por venir aquí

- quieres que me vaya?

- No!!, no es eso, pero el sillón puede ser incómodo, no quisiera que tuviera dolor en el cuerpo por mi culpa

- tienes razón, entonces, dormiré en la cama

- si eso, espere que?, no!,

Alan se acercó y rápidamente se acomodó junto a ella, sorprendentemente no era incómodo, se puso roja como tomate, y no supo que decir, solo se quedó callada, y se acomodó recta sobre su lugar, tratando de no molestarlo, el se acostó sobre las sábanas, así que en realidad no la estaba tocando, Alan se quedó dormido rápidamente, estaba muy cansado, serena lo ayudo a quitarse el saco y los zapatos, y despacio lo tapo también, y el no despertó con nada

- Debe estar agotado, perdón Alan, en serio lo lamento, te pagaré todo esto algún día

Apagó la Luz y se recostó junto a él dándole la espalda, no pasó mucho tiempo para que ella se quedara dormida también.

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