Capitulo 8

*Salgo de la empresa y voy a un parque al cual mi mamá me dijo que ella solía venir cuándo necesitaba despejarse, llegó al parque y comienzo a caminar. De verdad no entiendo que está pasando con Walter para que tuviera estos cambios, las cosas se enfriaron tanto que estamos en el punto de no retorno. Y pensar que desde que comenzamos siempre me imaginé una vida con el. Estoy tan sumergida en mis pensamientos que vuelvo cuando me tocan el hombro.*

Marie: Señor Emilio ¿Como está? *Pregunto al ver quién me tocó fue Emilio, de verdad porque lo vemos en todos lados está cuidad es grande y cada tanto lo veo.*

Emilio: Señorita Marie yo estoy muy bien, pero usted ¿Se encuentra bien? No la quise molestar pero la vi tan abrumada que me preocupe, aquí tiene un pañuelo.*Estoy en el parque dónde vengo a trotar y hacer mis ejercicios cuando a lo lejos veo a Marie Hoffmann en un estado de agobio, por eso me acerque para ayudarla.*

Marie: *No me percate que estaba llorando.* Gracias señor Emilio, disculpe que me tenga que ver en este estado.

Emilio: No tiene por qué disculparse. ¿Se encuentra sola?

Marie: Si, estaba terminando unos pendientes en la oficina y al salir vine aquí para despejar mi mente, estoy muy abrumada. ¿Usted está con su familia?

Emilio: Entiendo, no señorita me encuentro solo ya que estaba haciendo ejercicio.

Marie: *Lo observo y de verdad que Emilio tiene un cuerpo bien trabajado, me sonrojo.* Ya lo pude notar, disculpe que lo hiciera parar sus ejercicios.

Emilio: *Se ve tan linda cuando se sonroja.* No sé disculpe, ya estaba por culminar. ¿Señorita Marie le gustaría tomar algo?

Marie: Gracias señor Emilio pero no quisiera interrumpir más sus actividades. Creo que ya debería de irme. *Le digo poniéndome de pie.*

Emilio: De verdad no me interrumpe, para mí sería un placer que pudiera tomarse un café conmigo, se que no nos conocemos, pero el hablar con alguien cuando uno se siente tan agobiado puede ayudar a ver las cosas desde otra perspectiva.

Marie: Eso siempre lo dice mi mamá. Está bien le aceptó el café. *Vamos hasta un puesto en el parque que es muy lindo.*

Emilio: Espero que sea de su agrado. ¿Quiere solo café o le gustaría merendar?

Marie: Si es muy lindo gracias. ¿Qué me recomienda usted?

Emilio: Merendemos, lo dulce es bueno para el alma también. *Llega un joven a tomar nuestra orden, luego de unos minutos nos traen nuestro pedido.* Disculpe pero ¿Desde hace cuánto tiempo se encuentra tan agobiada?

Marie: Desde hace meses. *Le doy un sorbo al café.* Wow este café está muy rico. *Sonrió.*

Emilio: Espero no lo tome a mal, pero se ve muy linda cuando sonríe. *Bebo mi café.* Señorita Marie no debe permitir que nadie la haga sentir menos de lo que usted es. Si no está cómoda con algo o alguien debería de dar un alto. Solo usted tiene el poder de dejar entrar en su vida o de permitir en su vida lo que a usted le conviene.

Marie: Por favor solo dígame Marie. ¿Es tan evidente que estoy así por alguien?

Emilio: Bueno le digo Marie, solo si usted también me tutea, me hace sentir viejo el señor. Y la verdad si es notorio. ¿La puedo ayudar con algo?

Marie: Ni siquiera sé cómo ayudarme. *Bajo la mirada.*

Emilio: No por favor, no baje la mirada. *La tomo de la barbilla para subir su cara y noto sus ojos cristalizados por las lágrimas.* Cuénteme que le sucede, vea en mi un amigo.

Marie: *Su cercanía me pone nerviosa pero al mismo tiempo me gusta, me hace sentir segura.* Gracias y tomaré tu palabra Emilio te contaré, necesito sacar esto que me atormenta. *Le cuento parte de mi historia con Walter.*

Emilio: Ya veo. *Una bella mujer como Marie debe tener cientos de pretendientes.* Debería averiguar bien cuáles son sus intenciones. Si me está diciendo que tienen años juntos y que ahora su comportamiento cambió debe de haber varios motivos para eso. Uno de esos motivos puede ser otra mujer, mucho estrés en el trabajo es otro motivo.

Marie: Solo mi padre sabe esto pero contraté un investigador privado para tener respuestas de lo que está pasando.

Emilio: Bueno eso es un comienzo, espero que pronto le den toda la información y pueda aclarar todo con su novio. Cabe la posibilidad que lo sucedido sea un mal entendido. *Terminamos con el café y los dulces.*

Marie: Gracias por escucharme Emilio, tenías razón, hablarlo con alguien ayuda a ver las cosas de otra perspectiva. *Rio.*

Emilio: Me alegra haber podido ayudarla. Espero que a partir de este momento me considere un amigo, aunque será mi jefa. *Rio.*

Marie: *Que sonrisa.* El que sea su jefa no implica, podremos ser amigos. *Veo la hora.* Oh ya es un poco  tarde.

Emilio: Así parece. Te acompaño al auto. *Caminamos hasta donde tiene su auto.* Gracias, por la compañía Marie.

Marie: Gracias a ti por escucharme. Nos vemos mañana en la empresa. *Me acerco y le doy un beso en la mejilla, cosa que lo toma por sorpresa.* Cuídate. *Me subo al auto, bajo la ventana.* ¿Quieres que te lleve?

Emilio: Gracias Marie, pero vivo cerca, nos vemos mañana. Cuídate. *Veo como se marcha y yo me quedo pensando en esa sensación que me recorre por el cuerpo cada vez que la tengo cerca.* Emilio no puedes tener sentimientos por ella, será tu jefa, tiene novio y son de clases sociales diferentes. *Comienzo a trotar hasta llegar a mi casa, mientras me aclimató acomodo todo para la reunión del día siguiente, al terminar tomo una ducha, ceno ligero, mientras hablo con mi hermano.*

Emilio: ¿Cómo estás, mano?

Alberto: Bien, aquí preparando unas actividades para la clase de mañana.

Emilio: Espero no molestarte.

Alberto: Tú no molestas. ¿Qué tienes?

Emilio: Nada, solo estoy pensando. Cuéntame ¿Cómo vas con el divorcio?

Alberto: Está encaminado, como es algo de mutuo acuerdo, puede que sea un proceso rápido.

Emilio: Eso me deja más tranquilo. De verdad no quisiera irme y dejarte solo con ese proceso.

Alberto: Ya te dije que no debes preocuparte por eso. Yo estoy bien, cuéntame como son tus jefes.

Emilio: Ellos son personas muy sencillas, la señora es venezolana, su esposo y su hija si son alemanes.

Alberto: Mira eso es excelente. Pero espera explícame ese brillo en tus ojos cuando nombraste a la hija de tus jefes.

Emilio: Jajaja, no pienses mal, solo que es una en muy bella, hoy me la conseguí mientras estaba con mis ejercicios y la verdad está pasando por un momento turbio en su relación.

Alberto: Bueno espero que solo la veas cómo amiga en tal caso. Las relaciones de oficina no son muy buenas.

Emilio: Tranquilo eso lo sé muy bien. Además, recuerda que somos de clases sociales diferentes.

Alberto: Bueno solo no quiero que te lastimen.

Emilio: Gracias mano. Bueno me iré acostar mañana tengo la forma del contrato. *Voy a mi habitación me acuesto y caigo en un profundo sueño.*

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