Espere por un largo tiempo, este tipo me tenía aún en la habitación encerrada, cuando creo que será una noche más de larga espera, la puerta se abre, la mucama me informa que puedo bajar, esperan por mí, al salir de la habitación, es un largo pasillo lleno de habitaciones, usamos un ascensor, hasta el primer nivel, al salir observo todos los detalles de la mansión, su diseño y decoración me deja fascinada, pero busco algo más, algún detalle que me permita saber dónde estoy, salimos por la puerta principal, pero todo a su alrededor es bosque no tengo ningún detalle que pueda orientarme, en un extremo puedo ver a lo lejos algo que puede ser un viñedo, pero no estoy segura ya casi está oscureciendo, me dan la misma bolsa negra para que la coloque en mi cabeza.
- ¡¡Esto no es necesario!!
- No confío en nadie, hazlo. Este tipo me irrita, pero esta, es su casa, debo cumplir para irme de una vez.
- Solo lo haré porque me quiero ir de aquí, le entregaré lo que busca y no nos volveremos a ver.
Solo me queda viendo con su actitud fría, los ojos color avellana, me miran fijamente, es lo último que veo antes de ponerme el saco, entramos en el auto y este empieza a moverse.
- Sra. Peters, a dónde tenemos que ir.
- Tenemos que ir a mi casa, pero no creo que mi esposo acepte que meta a un extraño en nuestra casa.
- Nadie se dará cuenta de que estoy allí.
Después de un tiempo llegamos a la mansión Peters, me retiran la capucha, miro desde lejos si alguien está cerca.
- Espero que esto sea rápido, venga detrás de mí.
Él sin inmutarse ni estar alterado, camina a mi lado, está tan fresco como una lechuga, yo estoy nerviosa, yo tengo mucho que perder si Chris me encuentra con un hombre pensara que le estoy siendo infiel, y querrá cobrar la sanción de nuestro acuerdo, parezco un ladrón dentro de mi propia casa, no veo a nadie.
- Espéreme acá, no me tardo, debo subir a mi habitación.
- No, iré con usted, no quiero sorpresas.
- Está bien, pero primero dígame quien es, yo soy quien tengo que perder entregando lo que me pertenece, no sé si usted sea algún psicópata, y después me mate.
-Si la quisiera muerta, ya lo estaría, sabrá quien soy apenas tenga lo que necesito.
- Venga conmigo.
En mi habitación tengo una caja fuerte, nadie sabe de su existencia, allí tengo los objetos de valor, llegamos allí, parece que la casa está totalmente sola, no está la servidumbre, siempre me reciben al llegar, es muy raro está soledad, nadie a echado de menos mi ausencia, parce que tendré que atezar algunos tornillos cuando me reincorporé.
Entramos en la habitación, este tipo se quedó de pie, cerró la puerta y parecía muy serio a la espera, procedo a entregar la joya, la tengo dentro de una caja de terciopelo, camino hacia donde está parado.
- Aquí está lo que tanto busca, espero que cumpla con el pago del mismo, no perderé dinero, y ahora dígame quien es.
Abro la caja y el brillo de la joya azul se refleja sobre los ojos avellana del hombre, toma la caja y me entrega dos tarjetas, la primera me dice que contiene la suma de 10 millones, la suma que le pedí, y la otra es una tarjeta de presentación, no hay ningún nombre, es de color negro, es un sistema exclusivo para ingresar a ciertos lugares, esto me genera más curiosidad.
- Si en algún momento quiere saber quién soy, o necesita de mi ayuda valla a esa dirección.
- Es un tramposo, dígame de una vez y déjese de tanto misterio, yo cumplí con mi parte, que tal si cuando vaya a retirar el dinero es una estafa y usted no aparezca en la supuesta dirección.
Al terminar de decir eso, veo como se acerca como si fuera un toro, doy dos pasos hacia atrás, pero la pared es la que me recibe.
- Tendrá que confiar, de todos modos usted me debe dos favores no se le olvide, usted es la que está en deuda conmigo, y estoy siendo generoso al darle un beneficio que muy pocos tienen.
Él me dice eso, a pocos centímetros de mi cara es un tipo de una altura 1.90, intimidante para cualquiera, se agacha un poco para quedar frente a frente y yo solo puedo ver el movimiento de sus labios, por reflejos humedezco mis labios, al respirar su aroma hace que todo a mi alrededor se olvide, que me está pasando, él debe saber lo que provoca en cualquier mujer, por lo que debe hacerlo a proposito, él termina de hablar cuando escucho pasos fuera de la puerta, la manigueta se mueve, pero está asegurada, mi mano se va a la boca del hombre, mis ojos se agrandan, le hago una señal que permanezca callado.
- Alma... Abre la maldita puerta, ¿dónde has estado?... ¿Por qué te cierras? Estás con alguien allí, mientras no estoy en casa... Eres una perra.
Cómo puedo corro al armario allí tengo una puerta secreta para emergencia, esta casa es de gran ayuda para mí tiene un sistema de seguridad, que solo yo conozco, dentro ingreso una clave y una puerta se abre, hay una habitación con todo lo que se necesita allí, le susurro al hombre que ingresé y permanezca en silencio.
- Dame unos minutos, él no puede saber que hay un hombre aquí.
- Parece que acostumbra hacer este tipo de cosas.
- No me conoce, así que no tiene derecho a opinar, usted ha causado todo esto.
Con esto lo dejo dentro, ingreso al baño me quito la ropa y mojo el cabello coloco una toalla sobre mí, debo tener una excusa por la demora, abro la puerta de la habitación y veo a Chris como un demonio, entra en la habitación buscando por todos lados hace un desastre
- ¿Por qué entras así, a mi habitación? ¿ Qué buscas?
- Tu amante, ¿dónde estabas?, dos días, han pasado, desde que desapareciste, eres una descarada, en nuestra casa metes a tus amantes, Recuerda bien nuestro acuerdo, pero si me doy cuenta de que, me tienes de cornudo, te arrepentirás.
- Eres un completo idiota, si quisiera ponerte los cuernos, no lo haría aquí, y dime qué piensas hacer, ¿mandarme a matar?. Su expresión cambia, de enojo ha sorprendido.
- De que hablas Alma, no soy capaz de hacerte daño, pero tú eres mía, no puedes estar con ningún hombre.
- Ja, ja, ja, que chiste, no quieres que busque a nadie que me haga sentir mujer, pero tú solo estás de adorno, a veces me preguntó si de verdad eres un hombre.
Le di en el punto sensible, su ego, a ningún hombre le gusta que pongan en duda su masculinidad.
- Quieres que te demuestre el nombre que soy, Suplicaras por clemencia, te daré lo que buscas.
Se lanza sobre mí, besándome con brusquedad, sus manos recorren mis piernas y está a punto de tocar mi intimidad, pero por mucho tiempo quise que me hiciera suya, pero hoy no es así, recuerdo al tipo dentro, debe estar escuchando todo lo que pasa aquí, por lo que saco mi última carta.
- Chris espera... Espera ... estoy en mis días, podemos hacerlo otro día. Él se detiene de inmediato, y se levanta, acomoda su ropa, puedo ver su miembro que le remarca el pantalón, su respiración agitada y su mal humor están presentes.
- La próxima no te salvarás Alma, parece que te he descuidado mucho, te dejaré para que te vistas.
Sale por la puerta, me aseguro que este asegurado me cambio de ropa, y entro a la habitación de seguridad. Al entrar este tipo está con una cara, que mata y come del muerto.
- Lo guiaré para que salga de esta mansión, espero que no regrese a este lugar, no tenemos más nada en común.
No me responde, solo me sigue, esta mansión la construí desde los cimientos, diseñada para casos de emergencias, y protección de mi seguridad, nunca pensé que en algún momento me sería útil, y mucho menos en esta circunstancia, me siento, como una mujer adultera sacando a mi amante por la puerta trasera, la salida está en el patio trasero, directo a la calle, unos minutos después sus hombres pasaron por él.
- Fue un gusto hacer tratos con usted, Sra. Peters.
- Adiós señor misterioso.
El señor misterioso me extendió su mano, como lo hacen empresarios cuando cierran un negocio, lo mire y le di un apretón, lo que no me esperaba es que al hacer eso, este hombre me jalara y me robara un beso, esto me tomó por sorpresa, está vez no retrocedi, fue algo intenso, todos los vellos de mi cuerpo se erizaron, sus manos sostenían mi rostro, su lengua invadía mi boca, nuestros cuerpos tan cerca era algo peligroso, pero irresistible, en qué momento nos separamos no me di cuenta aún estaba en trance, lo ví subirse a su auto, yo seguí nuevamente el camino hasta mi habitación, allí me quedé recordando ese beso, esto no puede ser, esto está mal, soy una mujer casada, con un imbécil pero casada, esto no ocurrirá nunca más, bloqueo esto que mi cuerpo pide y salgo al estudio, allí está Chris, y debo aclarar algunas cosas.
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Comments
quelir68
¿no hay cámaras en la casa?, si tiene el puede revisarlas y verlos, puede ser todo una treta
2024-02-08
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Any Estrella Santander Donoso
El señor aquel es quien sí se interesa por ti
2024-01-20
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Roci Miteh
ests muy buena está historia
2024-01-19
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