cap 1

Soy un joven que hace poco me mudé a Suiza. Anteriormente, vivía en un orfanato en Canadá y tomé un vuelo hacia Suiza, ya que mi padre biológico dejó una herencia para cuando cumpla 18 años. Nunca me adoptaron, pero hice un amigo de la misma edad en el orfanato. Ahora mismo, estoy por bajar del avión, esperando que a partir de hoy todo mejore.

"Oye, nunca había volado en un avión y menos en primera clase," dijo mi amigo algo emocionado y exaltado.

"Jajaja, yo tampoco. Es algo emocionante, la verdad," contesté algo emocionado y extrañado.

"Sí, pero ya estamos en Suiza ahora. ¿Qué hacemos?" preguntó algo ansioso.

Cuando me llamaron, me dijeron que unos hombres de traje me estarán esperando. "Bueno, entonces, ¿a dónde vamos, Leonel?" preguntó mientras veía unas bancas vacías.

"Buenas tardes, señor Leonel y Max. Venimos de la Casa das Weiße Licht des Todes. ¿Podrían acompañarnos?" dijeron con voz algo amenazante.

"Sí, está bien," contesté con algo de emoción y preocupación.

"Ellos trabajan con las personas que son tu familia," preguntó mi amigo algo ansioso y preocupado.

"Sí, no te preocupes," contesté mientras me subía al carro.

"Vamos a la casa secundaria que se encuentra en Suiza. En ese lugar, los esperan la señora de la casa y sus sirvientes," nos dijeron mientras íbamos camino a la Casa das Weiße Licht des Todes. También explicaron el funcionamiento interno de la casa, así mismo nos informaron de la existencia de otras cinco casas.

Entonces entré, esas casas, ¿quiénes son las más poderosas? -- pregunté con algo de curiosidad mientras miraba a Max.

"Bueno, la verdad tengo que confesar algo que no esperaba esa pregunta. Pero según yo sé, el estatus de la Casa das Weiße Licht des Todes está en el ranking 2 de las casas. Desconozco el nombre de las casas, así que le pido que ese tipo de preguntas se las haga a alguien más competente," contestó Max con una voz algo relajada y seria.

"Bueno, gracias de todos modos por contestar mis dudas," contesté con una voz amable.

"La verdad que todo esto me resulta algo de película de espías," dijo Max con una voz preocupada.

"Pues yo espero y todo esto sea para bien. Yo esperaba que eso sirviera como recompensa de la mala vida que habíamos llevado de pequeños," agregué.

"Yo también," contestó Max mientras tomaba una pastilla para el dolor de cabeza.

"En un par de minutos estaremos frente a la Casa das Weiße Licht des Todes," dijeron mientras entrábamos a una especie de zona residencial.

"Sí, gracias," contestamos de manera casi inmediata.

"Listo, pueden bajar. El caballero les acompañará a partir de ahora," dijo mientras abría la puerta del carro y un hombre de traje nos esperaba en la entrada de la enorme casa.

"Hola, mucho gusto. Mi nombre es Luis, soy el jefe en finanzas en la Casa das Weiße Licht des Todes. La señora de la casa los espera en el salón principal," nos dijo mientras caminábamos hacia el salón.

"Oye, Leonel, en una casa muy grande tan solo el patio son tres orfanatos como el nuestro," dijo algo asombrado.

"Sí, es algo grande la casa," contesté mientras confirmé moviendo mi cabeza.

"Bueno, pasen por favor," dijo mientras abría la puerta y se mostraban dos siluetas amenazantes al fondo de una mesa larga.

"Con su permiso," dijimos mientras entrábamos al lugar con precaución, caminando con dirección a las sillas enfrente de nosotros.

"Cómo sabes, Leonel, tu padre te envió a un orfanato y te dejó una herencia para cuando tú cumplirías 18 años. La herencia consta de hacerte sucesor directo al mando como amo de los subordinados que se encuentran en la casa misma, además de dueño de todas las empresas de la misma. A lo cual, tu fortuna asciende a 5.3 millones de dólares y jefe de 15 empresas a nivel mundial y 29 a nivel nacional."

"¿Cómo? Eso quiere decir que soy millonario," contesté algo asombrado.

"Sí, pero antes de eso, necesito que me acompañen a un cuarto," comentó mientras caminaba hacia una especie de cuarto bóveda.

"Sí, claro," contestamos antes de entrar a la habitación.

"Les vamos a explicar qué son las casas, ¿entendieron?" dijo con voz fuerte.

"Las casas son organizaciones que se encargan de tener en control a un cierto número de desastres y estos desastres son controlados dependiendo del valor que las casas puedan obtener de ellos. Actualmente, nosotros somos la casa número 2 a nivel mundial y tenemos una casa en aproximadamente en cada capital del continente europeo y americano. Lo que implica que todo el año estamos ocupados. También nos dedicamos a la exportación de minerales y piedras con cierto valor. Todo esto lo hacemos operando desde las sombras y con un código de vestimenta," dijo con una vos algo amenazante.

"Entiendo," contestamos de manera breve.

"Así que ahora van a cambiarse," dijo mientras miraba a una sirvienta.

"¡Enfrente de usted!" mirándola con sorpresa.

"No, enfrente de mí en su habitación. Llévalos a su habitación."

"Sí, señora," contestó una sirvienta.

"Con su permiso," contesté.

"Con su permiso," contestó Max con voz algo baja.

"Entonces, Leonel, eres rico, pero también haces cosas ilegales en las sombras," preguntó Max con intriga.

"No sé, equivoqué. El señor Leonel es rico, pero sus empresas no hacen nada ilegal. Las empresas y el dinero son algo aparte de lo que en realidad pasa. Las casas cubren desastres que ocurren a gran escala para que no haya disturbios. Por eso se solicitó que nos acompañen al siguiente desastre," contestó la sirvienta algo molesta.

"Perdón, señor, por meterme en su plática."

"Bueno, creo que ya entendí. Así que, 'Das weiße Licht des Todes' es mi casa fuerte.

Sí, la considero como la mejor en erradicar desastres con la técnica del destello maldito. Pero será mejor que lo comprueben ustedes, así que vamos."

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