Capítulo 5

Estamos a nada de terminar el primer semestre de la carrera. Han sido meses agotadores. Prácticamente estudiamos día y noche. Me encanta todo lo que estoy aprendiendo, me apasiona la medicina y estoy dispuesta a ser de las mejores.

Alex y yo seguimos enamorados, no podemos hablar tanto como quisiéramos. Ambos comprendemos que debemos priorizar nuestros estudios. En un mes estaremos de vacaciones y volveremos a casa.

- Fabi, no te veo emocionada por las vacaciones.

- La verdad no quiero volver a casa, estoy pensando en quedarme aquí.

- Pero aquí estarás sola.

- Allá también, mis padres se la viven de viaje. Mejor me quedo aquí.

- Puedes pasarla en mi casa, mis padres estarán muy felices de recibirte.

- Te lo agradezco amiga, pero prefiero quedarme.

- Piénsalo y si cambias de opinión mi oferta sigue en pie.

No me gusta la idea de que Fabi se quede aquí sola, espero poder convencerla y que se vaya conmigo.

Los exámenes fueron difíciles y afortunadamente aprobé todas las materias y con muy buenas notas. Fabi también obtuvo buenos resultados y ha decidido viajar a casa conmigo.

Al llegar mis padres son los más felices, nos hemos extrañado mucho. Están encantados de recibir a Fabi en casa y le tienen lista la habitación de invitados.

Alex llega mañana y estoy muy ansiosa, ya quiero verlo y abrazarlo. Decido ir a recibirlo al aeropuerto, ahí están sus padres que me saludan con mucho cariño.

Apenas lo veo cruzar la puerta y corro a sus brazos. Me cuelgo de su cuello y de un brinco estoy con las piernas alrededor de su cintura. Nos damos un beso y recuerdo que aquí están sus padres.

Ellos se saludan y para mí sorpresa detrás de él viene Marco y sí también Patricia. De inmediato tomo la mano de mi novio.

- Hola señor y señora Robles, que gusto verlos- saluda Patricia- Andy, pensé que estarías en la Ciudad de México.

- Pues pensaste mal, te extrañé mucho amor- le digo a Alex ignorandola por completo.

- Y yo a ti, ahora a disfrutar de nuestras merecidas vacaciones. Vayamos a casa papá, ya quiero dejar mi equipaje e ir directo a la playa.

- Buena idea hijo, vamos- responde su mamá.

- Marco, ¿vienes con nosotros?- pregunta Alex.

- No, debo llegar a casa. Los veo más tarde.

- Ok. Adiós Patricia- se despide Alex.

En menos de una hora ya estamos en la playa. Ponemos nuestras toallas sobre la arena y nos tendemos a tomar el sol.

- Te extrañé mucho Alex.

- Y yo a ti, ya quería que comenzaran las vacaciones. ¿Cómo te fue con los exámenes?

- Muy bien, y a ti?

- También muy bien, pero fue agotador.

- Sí, yo estudiaba hasta las 2 de la mañana.

- Estas dos semanas juntos van a ser lo máximo- asegura Alex.

- Sí, podremos relajarnos y estar juntos.

Me toma de la mano y corremos hasta entrar en el mar. Nos adentramos un poco, el agua nos cubre casi hasta los hombros. Mis manos se entrelazan en su nuca y las suyas en mi cintura.

Nos besamos como no pudimos hacerlo en el aeropuerto. Sus manos bajan a mis glúteos y después a mis piernas. Las toma para impulsar mi cuerpo y me enredo en su cintura.

Los besos continúan y la excitación se hace presente. Su miembro roza mi entrada y no podemos contener esto por más tiempo. Hace a un lado la parte inferior de mi bikini y baja su short. Ingresa en mí y nos movemos al mismo ritmo, deseábamos tanto este encuentro que no tardamos mucho en llegar al clímax.

Nos olvidamos que estamos en un lugar público y cuando nos percatamos ambos volteamos a todos lados esperando que nadie nos haya visto y por suerte no hay nadie cerca.

Nos sambullimos en el mar y nadamos un poco antes de salir, jugamos en el agua como niños.

Salimos juntos, tomados de la mano y riendo.

Alex me pasa mi toalla y ayuda a secarme, una vez secos le pido que me aplique más bloqueador solar. Me tiendo de espaldas y comienza a aplicarlo lentamente, su toque enciende de inmediato mis sentidos.

- Espera amor, creo que mejor lo aplico yo- digo sonrojada.

- Sí creo que es lo mejor o voy a terminar arrastrándote de vuelta al mar para que te hagas cargo de las consecuencias- dice sonriendo.

- Amor, no nos cuidamos- digo un poco asustada.

- Es cierto, debemos comprar la pildora para que la tomes. Lo haremos antes de llevarte a tu casa.

- Ok, tenía tantas ganas de verte que me olvidé de Fabiola- me acuerdo de mi amiga a la que dejé en casa.

- No te preocupes, supe que Marco la iba a buscar.

- Mmmm, y con que intenciones me pregunto.

- Sabes que ambos son iguales, no buscan nada serio y solo quieren divertirse.

- Sí, esa es Fabiola.

Pasamos toda la tarde juntos, comimos en un cafetería donde preparan las mejores hamburguesas y de camino a casa pasamos por la farmacia.

- No podemos volver a olvidarnos de protegernos- le advierto a Alex.

- Lo sé y te prometo que no volverá a suceder. Siempre voy a cuidarte- deja un casto beso en mis labios.

- Nos vemos mañana amor- me despido y Alex se marcha.

Descubro que efectivamente Fabi no está en casa y deduzco que debe de estar con Marco.

Voy a mi habitación a ducharme y ponerme una pijama cómoda y me tomo la píldora de emergencia. No está en mus planes tener hijos a mi edad y no debo de permitir que esto suceda de nuevo.

Una hora después llega Fabi y toca a mi puerta antes de ingresar y lanzarse de un salto a mi cama.

- Amiga, perdón por dejarte sola toda la tarde- me disculpo con ella.

- No te preocupes amiga, no pasa nada. Entiendo que quieras estar con Alex y yo la pasé muy bien con Marco.

- ¿Estuviste con Marco toda la tarde?

- Sí, sabes que me gusta mucho Marco y siempre la pasamos muy bien juntos.

- Me da gusto.

- Y tú con Alex, ¿qué tal?

- De maravilla, estuvimos toda la tarde en la playa y llegué hace un rato.

- Supe que la resbalosa de Patricia viajo con ellos.

- Sí, nos vimos en el aeropuerto. ¿Marco te contó algo más?

- Que no da su brazo a torcer y ha hecho lo imposible para llamar la atención de Alex, pero no te preocupes porque él ni siquiera la mira.

- ¡Ay, que coraje! Es odiosa, me molesta que no respete nuestra relación.

- No hagas corajes, Alex solo tiene ojos para ti y eso es lo que importa.

- Tienes razón, por cierto mañana llegan Pao y Joaquin.

- Sí, hablé con ella hace un rato y va a organizar una fiesta este fin.

- Uy, sus fiestas son las mejores.

Es fin de semana y llegamos a casa de Pao, la vemos junto a Joaquin muy acaramelados.

- Amiga, ¡que gusto verte!- nos damos un abrazo grupal.

- Chicas, no saben lo mucho que las eche de menos- nos dice.

- Y nosotras a ti- responde Fabi- Hola Joaquin.

- Hola chicas, las dejo para que de pongan al día. Voy con Alex y Marco- le da un beso a Pao y se aleja.

- Pao, se ve que su relación va de maravilla- menciono.

- Sí, ha resultado genial que estemos en la misma Universidad y además en la misma clase.

- Me da gusto por ustedes- agrega Fabi.

Conversamos, bailamos y nos divertimos mucho, pasada la medianoche los chicos nos llevan de vuelta a casa.

Así transcurrieron nuestras vacaciones, entre fiestas en la playa, reuniones familiares y salidas con nuestros novios.

Nuevamente debemos despedirnos Alex y yo para volver a la Universidad, nunca dejan de ser tristes las despedidas.

Volvemos e inicia el nuevo semestre, está vez las clases son más demandantes y nos hace falta tiempo entre las prácticas y los estudios. Todos los días terminamos de estudiar pasadas las 2 de la mañana y el día inicia a las 6.

Alex y yo nos hemos distanciado. Estas vacaciones no podremos ir casa y eso significa que no nos veremos.

Tratamos de mantener la comunicación por teléfono pero siento que los cosas están cambiando. Cada día nuestras llamadas son más cortas, parece que se nos terminaron los temas de conversación.

Continuamos así por un año más y creo que llegó el momento de aceptar la realidad: Nuestra relación ha terminado. No hay un futuro para nosotros.

Decido ser yo quien le ponga fin a todo, lo llamo. Mi corazón late muy rápido, es una de las decisiones más difíciles y dolorosas de mi vida.

- Hola Andy, ¿cómo estás?- escucho su voz al otro lado de la línea.

- Hola Alex, creo que necesitamos hablar.

- Dime, te escucho.

- Creo que llegó el momento de decir adiós- digo con la voz entrecortada.

- No, Andy. Esto es solo una etapa, es normal que por la distancia nos sintamos desconectados.

- Tenía la esperanza de que no sintieras lo mismo, eso solo confirma que estoy en lo cierto y debemos terminar- digo sollozando.

- Pero Andy, yo te amo. No quiero perderte. Entiendo que es difícil estar lejos, pero podremos superarlo.

- Me gustaría creer lo mismo, pero ha pasado solo un año y ya esto no da para más. Me parece que aunque nos duela debemos admitir que no será posible continuar.

- No sé que más decir Andy, si es lo que quieres y estás segura no puedo hacer nada más.

- Estoy segura Alex, te deseo todo lo mejor. Como Arquitecto sé que tienes el futuro asegurado.

- También te deseo lo mejor Andy, lo que siento por ti no se acaba hoy. Mi amor hacia ti es sincero y espero que algún día el destino vuelva a unirnos.

Tengo un nudo en la garganta, no puedo seguir hablando y corto la llamada. Me dejo caer en mi cama hecha un mar de lágrimas. He dejado ir al amor de mi vida.

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