Hace mucho, mucho tiempo, cansada de ser una diosa e hija del rey durante toda su vida Iris decidió
darse el placer de viajar y conocer el mundo. Debido a su aspecto de ángel, adoptó la forma de un cuerpo
humano para poder andar sin preocupaciones y sin que nadie se impactara al verla, Iris comenzó su camino
durante 2 décadas, iba admirando todos los bellos paisajes que la naturaleza le ofrecía; una noche agotada
después de muchos días de andar con mucha hambre y sed, se detuvo en una colina para descansar. El paisaje
que veía desde esa colina era hermoso, se podía ver un cielo estrellado y una luna enorme de color brillante.
Al poco rato de estar ahí sentada, se dio cuenta de que detrás suyo estaba un chico mirándola, a lo que Iris le pregunto
Iris
¿Hola joven, que haces ahí?
El joven desconocido
-Disculpa, solo te observaba ¿gustas un poco de agua?
Iris
-Tengo mucha hambre y también sed, pero si mi destino es vivir así el resto de mi vida, lo aceptaré.
El joven desconocido
-Pero si no comes ni bebés nada, morirás.
Iris
Lo sé, pero al ser una diosa tengo que aceptar mi destino ya que no puedo comer nada lo que me dan
los humanos.
El joven desconocido
-¿Enserio eres una diosa?
El joven desconocido
Siendo así, y sabiendo que yo soy un simple
joven desconocido, puedo ofrecerte un poco de alimento y así podrás vivir unos días más.
Iris asombrada del buen acto del muchacho que quiso hacer con ella, no hizo más que
Mirarlo y decirle:
Iris
-A lo largo de mi viaje, no había conocido a una persona tan noble y humilde como tú, No puedo
aceptar tu comida y agua, pero antes de seguir mi camino, quiero que todos en este tu mundo conozcan de tu
buen corazón.
En ese momento, Iris tomó la mano del joven, apuntando hacia la luna de pequeñas partículas de carbón
con pequeños destellos y le dijo:
Iris
-Pasará el tiempo, los habitantes de este mundo cambiarán, pero tú imagen en forma de recuerdo
quedará grabada para siempre y desde ese día cuándo la noche está completamente despejada si miras la luna
podrás ver tu silueta dibujada.
Entonces Iris emprendió el viaje nuevamente y encontró un jardín que era un paraíso, justo debajo del
árbol de la sabiduría, un rosal crecía través de una de sus rosas dio lugar al nacimiento de un pájaro hermoso
de vivos colores y junto a ello había una manzana roja y crujiente. De ese modo, Iris arrancó la manzana con
hambre, pero no sabía que la fruta era prohibida, detrás de ella apareció un ángel y de su espalda cayó una
chispa ardiente de sodio en el nido que acabó prendiéndole fuego, por lo que el pájaro se convirtió en un
pequeño huevo rojo y salió un ave llamada ¡el Ave Fénix! La misma que según la leyenda anida en Arabia el
ave muere cada 100 años y nace otra nueva, Iris cantada sintió una conexión con este aquel pájaro y lo acogió,
ella y el ave se hicieron muy grandes compañeros , un día un dios llamado Irán quería el
puesto de Iris, a este dios le llegaron los rumores que Iris había hablado con un humano, así que viajo al mundo
donde habitaban los humanos para comprobar si lo que había escuchado era cierto ya que ningún dios del
cielo puede tener contacto físico con un humano, es una ley, y si no la cumplen serán expulsados del reino de los cielos
Iris sabía del peligro que estaba corriendo, decidió volver a su mundo cuando llegó todos los dioses murmuraban Iris ya se había dado cuenta que si ella no llegaba primero Irán mentiría sobre lo que pasó en
realidad ella corrió al castillo de su padre el rey Adonaí para contarle lo que había sucedido cundo el rey la
escucho dejo que iris se quedará, de pronto apareció Irán comenzó a decirle barbaridades.
El Dios Irán
-Mi rey, mi rey Iris cometió una falta a nuestro reino
Rey Adonaí
“Mi hija solo agradeció al joven por sus buenos actos “ así que no será expulsada pero
pero Irán segado de la ira al escuchar lo que dijo el rey aventó un cuchillo oxidado el ave Fénix se cruzó para
salvar al rey y los demás dioses agarraron a Irán, Adonaí enfadado expulso a Irán del reino de los cielos
convirtiéndolo en humano
El Dios Irán
-¡volveré!
Iris lloró por la pérdida de su ave, pero ella sabía que su ave volvería después de 100años y así fue
como Iris vivió UN MUNDO y MAS ALLÁ de su hogar.
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