Gia Di Santi:
Quedó huérfana a los 2 años de edad, quedando a disposición de su abuela Beatriz, cuando encontró a Massimo y lo ayudo a curarse, emfermó gravemente y murió; dejando a Massimo como tutor de ella , hasta ahora lo respeta como un padre; ella es cálida, dulce, intrépida amazona con los Mustang, bondadosa, especial, le encanta la naturaleza y es aguerrida no le gustan las mentiras ni acepta traiciones, enamorada de Macith desde la primera vez que lo vió, con solo 7años de edad, desde entonces es su todo
Macith corresponderá al amor que siente ella por él o es un simple atracción sexual...?
Gaia repara un poco, ya que tiene años que no la cabalga
Con ojos llorosos, habla con su Mustang una yegua pinta la cual solo dejaba que ella la cabalgara, acariciando su pelaje
Ssshhh...! Tranquila hermosa, soy yo Gia, tu amiga no te voy a lastimar, o qué.... Tu también me vas a despreciar
Gaia, por más que pienso no se por que Macith reaccionó así, fue como si mi piel lo quemara, desde que ví a ese hombre sentí que el amor se reavivó en mi corazón por él Gaia
a lo lejos Macith se acercaba y veía la escena de Gia, él también tiene un Mustang Igobernable lo llama
Macith: que rayos crees que haces... papá sabe que vas a montar a Gaia.. Y sin supervisión...?
Gia: oh...!, no sabía que tenía que pedir tu autorización, bufa molesta
Alienta a la yegua a caminar
Macith: por si no lo recuerdas, no es un caballo normal a los demás
es un Mustang; y sabes mejor que nadie que son inestables; no te atrevas a irte sola Gia, te lo advierto...!
Va dónde Igobernable, toma su correa lentamente, acomoda la silla de montar para subir en él, sabe lo obstinada que es Gia y no le queda otra más que seguirla
Gia: ajá...! Lo que digas Gaia andando jijaaa...!
El caballo galopa 60 km por hora, por lo que ellos corren hasta 80 Km, a Macith le entró pánico, al ver lo loca que se puso y sabe que en cualquier momento el Mustang salvaje la puede matar
Macith: Giaaa...!, basta, para la yeguaaa...!
Le gritó cuando la alcanzó
Gia domó a la perfección, a Gaia y se detuvo en unos árboles frondosos, Macith cabreado se bajó de Igobernable asustandolo un poco, se acerca a Gia a pasos grandes y la toma del cuello sin llegar a apretar su mano
estás locaaa...!, o que te pasa...?, pudiste haber muerto...!
Gia le avienta la mano
Pero no fue así, Gaia jamás me va a tirar ella me obedece, además a tí que más te da, no te debe de importar
Trata de irse pero el la jala del brazo y la pega al árbol, aspirando nuevamente ese aroma que lo enloqueció desde que la abrazó
Me importa mucho porque...
Agacha la cabeza, sonrie ladeado y se aparta de ella
olvídalo será mejor que nos vayamos,
trata de irse pero ella lo detiene
Que carajos te pasa...! total si no me soportas, vete...! jamás creí que mi presencia te molestaría
Macith se regresa y vuelve a estamparla en el árbol y la besa haciendo que ella abra los ojos como dos lunas,
después de unos segundos ella tambien responde al intenso beso succionando su labio inferior, colocando sus manos en la nuca de él haciendo que Macith emita un gutural gemido, se separan por falta de aire, pega su frente a la de ella
Macith: Gia perdóname, será mejor que regresemos
Gia: ahora me tienes miedo...?,
Macith lo peor es que lo disfruté como una demente, deje que ni hermano me metiera la lengua y no me siento mal por ello
al contrario quiero sentirte
vuelven a besarse, y Macith dirige su mano a su pierna levanta un poco el vestido hasta tocar sus bragas por detrás, hasta que Gaia hace un relinchido sacándolos de ese fajeo
Macith: desde que te ví sentí algo, un deseo incontrolable por besarte, pero ambos sabemos que no es correcto, ya nos degustamos, ahora creo que definitivamente no podré dormír
Gia: se ríe
estámos locos, vámonos ya...!
antes de arrepentirme de lo que acabamos de hacer
Suben a los caballos y después de un intenso galope llegan sudados
Italo: los ve raros y muy cercanos pero no como hermanos, la ayuda a bajarse de la yegua y de repente él la toma de la cintura la besa, Italo no puede creer lo que ve se le hace imposible
Gia se va por su lado y Macith exactamente pasa por dónde Italo, lo jala del brazo a lo que él pone posición de defensa
Macith: Italooo...! Que pasa amigo me asustaste
Italo: así traes la conciencia condenado chamaco,
volteando hacia donde se fue Gia
Macith: pone postura rígida y su mirada en el piso
Nos viste...?, mete las manos a sus bolsillos del pantalón
Italo: a qué están jugando...eh?, los ví crecer juntos como hermanos y ahora esto; por amor a Dios Macith sabes lo que hará tu padre si se entera...?
Lo toma de la nuca, y pega su frente con la de él
arma la tercera guerra mundial tu sabes lo que Gia es para él,
mirame, que me mires carajo...!
quiero la verdad; tú y ella ya tuvieron sexo...?
Macith: nooo..!
se le ponen los ojos llorosos
Italo: bien, lo abraza
Tu sabes que te amo, te ví desde el vientre de tu madre, te entrené y te conozco más de lo que crees hijo, eso eres para mí, no hagan nada estúpido
por qué...?, porque ella si existen tantas mujeres, en el planeta
Macith: no lo sé, sí, solo sentí algo especial por Gia, un deseo que nunca antes ha estado aquí
señala su cabeza
gracias por ocultar esto
Italo: no me agradezcas, no aún, Macith el que no lo diga me hace tu cómplice y eso sería traicionar al león y tu sabes mejor que nadie la furia que eso conlleva, aprecias a este humilde servidor...?
Macith: tú sabes que te amo como a un padre, solo permito que después de mis abuelos y padres tú me des órdenes
Italo: entonces si aprecias a este viejo escucha o borras de tu mente psicópata que es prohibida o atacas a tu presa pero con las consecuencias que eso te traerá
Macith: se queda pensando en ese sabio consejo
Italo: mira trata de no acercarte mucho al fuego de acuerdo...?
Macith: asiente con la cabeza, gracias
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Cómo era de esperarse todos estaban sentados a la mesa, contando anécdotas vividas para Macith, él sin embargo no procesaba muy bien lo que ocurría a su alrededor, solo en ocasiones decía una que otra palabra, su total atención estaba en la sonrisa de Gia, en su rubia cabellera, y en esos ojos que lo tenían hechizado
más de alguno notó eso, pues su mirada lasciva sobre ella inquieto a su padre, y no pasó desapercibido, terminando; pasaron a la gran sala a degustar un postre o café
Massimo: Macith al despacho
Todos voltean a ver a Mass y se preguntan qué sucede, pues cuando Massimo decía así es porque algo le molestó
Malory: se levanta y detiene a Macith
Sucede algo løven min...?
Macith: no, creo que solo quiere conversar conmigo
Le da un casto beso en la coronilla
pá...?, puedo pasar....?
Massimo: adelante
con un tono muy autoritario, Macith se sienta frente a él y Massimo tiene sus manos cruzadas; lo ve y lo detalla pero guarda silencio
Macith: pasa algo papá...?
Massimo: no sé, dímelo tú
Macith siente que su padre lo ha descubierto y traga grueso, pero acepta que se ha equivocado y debe afrontar la situación
lo único que diré a mi favor es que lo siento sí, perdona la estupidez que hice
Se levanta y se para detrás del asiento del cual se sostiene
No quise fallarte, es solo que me gano el deseo de besarla
Massimo tensa la mandíbula pues sabe que no solo él tiene culpa y admira a su hijo por declararle abiertamente que ha besado a Gia
Sé que piensas que esto es una aberración por qué ella es mi hermana, sin embargo no comparto lazo sanguíneo con ella; tampoco es una excusa, además es cierto que crecimos juntos y está mal que no sienta cargo de conciencia, pero papá...?
mi corazón la ama como una hermana y mi uso de raciocinio se fue al carajo cuando la tuve cerca, porque la veo como mujer
Massimo piensa que su hijo ya es un hombre hecho y derecho, por qué otro hubiera mentido, o lo hubiera engañado, se siente orgulloso de su hijo, sin embargo hubo algo de nostalgia hacia Gia, ya que Massimo jamás quiere que la vean solo como un objeto sexual
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