La reunión

El fin de la jornada laboral llego y salí a mi apartamento a arreglarme para la noche a la que debía acompañar a Leonardo, estaba sumamente nerviosa, en cuanto llegue a mi casa, me metí a bañar, saque el vestido que me dio Leonardo de la caja, era sumamente hermoso y delicado, me lo puse y simplemente me quedaba perfecto, era mi talla exacta, no salía de mi admiración, me veía en el espejo y me gustaba cada centímetro de mi cuerpo envuelto en esa tela delicada y fina.

Después seque mi cabello, lo peine con unas ondas y maquille mi rostro con sencillez, máscara para pestañas y labial color nude, poco de rubor, me puse mi perfume favorito y ya estaba lista. Baje las escaleras justo a la hora y ya se encontraba el chófer de el licenciado Lascurain esperando por mi

-buenas noches señorita Montoya

-buenas noches joven - respondí

-llameme Paul

-muy bien Paul

Subi a la camioneta y Paul se puso en marcha, después de unos veinte minutos llegamos al Hotel Ritz, era un lugar enorme y con todas sus luces encendidas se veía impresionante. Paul estacionó a la entrada del lugar y me ayudo a bajar del auto, para mi sorpresa ya estaba Leonardo esperando por mi, me tomo de la mano y expreso

-pero que hermosa mujer tendré a mi lado esta noche

-gracias, es usted muy amable, también usted se ve muy elegante - estaba segura de que se me notaba a kilómetros qué se me caia la baba, Leonardo estaba sumamente elegante, pulcro, guapo, bueno podría nombrar un fin de calificativos y yo realmente me sentía hermosa y admirada por mi jefe, sobre todo muy segura de mi misma

-habiamos quedado en que me hablarías de tu, no me gusta el usted, me hace sentir viejo

-no se como voy a hacer eso pero trataré

-muy bien - dijo Leonardo - tenemos un trato

Me tomo del brazo y entramos a donde se estaba llevando a cabo la reunión, qué para mi no era una reunión como tal, si no una fiesta de coctel con mucha gente elegante y refinada. El entró conmigo del brazo y empezo a presentarme con toda esa gente como su novia. Yo sin saber que hacer trague saliva y le dije

-podemos hablar un momento

-por supuesto - nos dirigimos a una hermosa terraza qué era perfecta para el lugar

-no quiero ser grosera ni mucho menos, pero me puede explicar porque me presenta como su novia, si es la primer vez que salimos juntos?

-no eres grosera, como crees? No me hables de usted, recuerda! Por que eso eres para mi, quiero que sepas que a partir de hoy eres mi novia, si no te molesta claro, serás mi pareja, creo que te lo dije hoy en mi despacho, o tal vez no me explique bien.

Simplemente me quede callada otra vez, su declaración me había tomes queor sorpresa, y solo pensaba que era un sueño y mañana no habria rastro de nada de ésto.

¡Lo más curioso esque en ningún momento me negué y mentiría si dijera que no me sentía halagada!

La reunion llego a su fin, estuve de lo más tranquila saludando y platicando con los demás invitados y sus acompañantes, algunos llevaban a sus esposas, otros a sus parejas, yo todavía no consideraba qué fuera formal esto que empezaba entre Leonardo y yo.

Durante toda la velada Leonardo no me soltó del brazo en ningún momento, cuando tuve que ir al baño el me acompañaba hasta la puerta y esperaba por mi.

Al mismo tiempo pude sentir algunas miradas imprudentes hacia mi, pensé que eran celos de las otras chicas por andar del brazo de un hombre como Leonardo, pues era muy evidente su molestia, a pesar de esto, él se portó como todo un caballero y me dio mi lugar.

La reunión se terminó, subimos a la camioneta y en un momento estacionó enfrente de mi edificio. Leonardo bajo para despedirme, me dio un beso en los labios y yo le correspondí, sentí como se me erizo la piel, no esperaba recibir ese beso y mucho menos sentir esa sensación, obviamente me gustó

-te veo mañana en la oficina, gracias por acompañarme esta noche, me hiciste el hombre más afortunado en esa reunión gracias a tú hermosa compañía - se despedia de mi se una forma galante y caballerosa

-gracias a ti por invitarme y por hacerme parte de ti

-nos vemos

-si nos vemos - dije al despedirnos, abrí la puerta del edificio y me dirigí a mi apartamento.

Me lave la cara y los dientes, me puse mis piyamas y me tire sobre mi cama pensando si estaba soñando, me sentía tan bien que no lo podía creer, no quería desistas de este sueño.

***

Mientras tanto en la camioneta de Leonardo

-ya quite esa carita de borrego a medio morir - dijo Paul con una sonrisa en su cara

-tanto se me nota? - pregunte - desde que conocí a Angela soñé con este momento, desde que la vi supe que la quería para mi, y no puedo creer que ella me ha correspondido

-si, se le nota bastante jajaja, con todo respeto jefe se ve que es una linda mujer y una excelente persona, usted no merece menos

-gracias Paul, de verdad espero que podamos estar bien, ya ves a veces los celos me controlan y me sale lo bestia

-pues ya sabe lo que tiene que hacer jefe, no lo eche a perder

-si Paul, eso espero.

Llegue a mi casa, me cambie, lave mis dientes y mi cara, no podía quitarme de la cabeza a Angela y el beso qué nos dimos, era un sueño hecho realidad.

Era una elegante mujer, y sin duda era muy afortunado tenerla a mi lado.

Decidí enviarle un mensaje

-espero que no sea muy tarde, gracias por esta noche! Estabas hermosa!!!

L. L

Después de haber enviado el mensaje me quede dormido, mañana me esperaba mucho trabajo en la oficina, me sentía muy cansado y tenía que dormir bien.

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