CAPÍTULO 12

Ambos ya sentados uno frente al otro, no podían dejar de mirarse, cada vez que sus miradas se conectan, todo lo demás a su alrededor desaparece, ellos vengan en silencio, pero no es un silencio incómodo, más bien es un silencio que acompaña miradas cómplices, roces de manos,

Brian lleva el cubierto con un bocado de carne a los labios de su hermosa mujer, ella sonríe y lo toma entre sus dientes,

Dianne emite un delicioso gemido y Brian saborea sus labios, ellos sonríen y Brian sirve dos copas de champagne,

Él ambiente comienza a calentarse y él se pone de pie para extender su mano frente a ella para invitarla a bailar, ella le sonríe y se levanta, la música es romántica, él la tomó por la cintura y la apretó con fuerza

Ella se recostó de su pecho y Brian pudo sentir la calidez de su respiración en su cuello, esto lo hizo estremecer,

Él sin demora buscó los labios de ella y comenzó a besarla, después se aleja de ella y la toma por la mano para llevarla hacia la cama, al estar ahí la hace sentarse en sus piernas y comienza a besarla de nuevo, pero ahora comienza a bajar el cierre de su vestido y ella no se resiste, ella también lo desnuda a él, Brian le quita el vestido y lo arroja a un lado, ella queda con un sexy conjunto de lencería y él la hace acostarse en la cama

Brian se levanta y termina de quitarse la camisa y el pantalón, se queda en bóxer, toma su pañuelo lo desgarra por la mitad y le ata ambas manos a su hermosa mujer

Dianne sonríe pero no se resiste a nada que su amado quiera hacerle

__ Cierra los ojos y no hagas trampa, solo siente, _ le susurró él al oído, ella lo obedeció y los nervios se hicieron presente, sabía que en los brazos de su hombre no corría ningún peligro, pero sabía que él tenía un castigo pendiente para ella y aunque sospecha que no será doloroso, sabe que será en extremo placentero

Brian se alejó y regresó con una rosa y una botella de champagne, se sentó en la orilla de la cama y comenzó a acariciar el cuerpo de Dianne con los pétalos de la rosa,

Dianne sonreía, pero no se atrevía a abrir los ojos, jamás ella se hubiese imaginado que este hombre fuese tan romántico

De pronto sintió un líquido frío en su ombligo y enseguida sintió la calidez de la lengua de su amado recogerlo, está acción Brian la repitió entre sus senos, en sus piernas

Los pequeños gemidos que escapaban de los labios de Dianne, comenzaban a enloquecerlo

Brian le quitó el brasier y le dejó caer unas gotas de champagne en cada uno de sus pez*nes, ahí él se deleitó con sus hermosos sen*s, él los devoró con hambre, muchos más gemidos se escucharon, pero no eran suficientes para Brian

El terminó de desnudarla y se acercó a su intimidad, comenzó a dejar besos a su alrededor, el frío de la champagne, hizo que Dianne abriera los ojos, ella sabía que si él seguía mojando esa área, se correría el maquillaje que había usado en su herida y tendría que dar algunas explicaciones, así que liberó sus manos y la estiró para apagar la lámpara que estaba a su lado,

Brian se sorprendió al sentirla moverse, pero él estaba tomando champagne directo de su intimidad, él vertía el líquido en su cercanía y lo succionaba con desesperación,

Dianne sintió el calor aumentar en su cuerpo, sus gemidos aumentaron, ella ya no quería reprimirlos, ella tomó el cabello de su amado y lo acariciaba, incitándolo a seguir,

Brian la azotó sin piedad y la tomó fuertemente por las piernas al sentirla llegar al clímax

__ Hum, eres tan deliciosa como imaginaba _ le dijo él saboreándose los labios y terminando de quitarse la única prenda que lo separaba de la gloria

Dianne lo sintió posicionarse y él la miró a los ojos, buscando un rastro de duda, pero en sus ojos solo encontró lujuria y deseo, ella asintió y él se deslizó poco a poco dentro de ella

Dianne sintió algo de incomodidad y encajó sus cortas uñas en la espalda de su amado, él recibió esos arañazos con mucho orgullo, sabía que estaba rompiendo las barreras de su pureza y era fantástico, jamás se había sentido tan dueño de una mujer como ahora, ella le pertenecía, ella era suya y eso era definitivo

Después de llegar a su primer orgasmo juntos, Dianne tomó la iniciativa y se subió sobre él, quería sentirlo en lo profundo de su ser, Brian emitió un gruñido de placer y la tomó por la cintura, ella lo cabalgó como una experta amazona, Brian la tomó por la cintura para marcar el ritmo, pero debía reconocer que la resistencia de esta mujer era increíble, él solo se había sentido así de satisfecho de placer cuando estaba con dos mujeres, pero nunca se sintió así de feliz, a esta mujer le besó hasta su sombra, cuando a ninguna otra le permitía, ni siquiera besar sus labios.

Pero Dianne está muy lejos de sentirse satisfecha, ella quería tomar de Brian todo lo que podía, quería tatuarse en su piel, quería volverlo adicto a ella, así como ella se sentía adicta a él

Dos fieras insaciables se devoraban en la cama, solo se detuvieron cuando sus cuerpos sudados quedaron agotados, solo gemidos y jadeos se escuchaban en la habitación, ellos estaban uno al lado del otro, sus corazones estaban felices, se podía decir que latian al mismo ritmo.

Brian la atrajo hacia él y Dianne lo abrazó ella se refugió en su pecho, ya no había vuelta atrás, ella era su mujer y él era su marido, venían momentos muy difíciles para ellos, pero ella estaba dispuesta a quemar el mundo por defender su amor

__ Eres grandiosa y eres toda mía _ le dijo Brian acariciándole la espalda, el corazón de Dianne saltó de alegría, ella cerró los ojos y fingió dormir,

Ellos se durmieron un par de horas y la primera en despertarse fue Dianne, ella se salió de la cama sigilosamente y fue al baño, dejó la regadera abierta, escribió una nota, recogió su ropa y salió de la cabaña, por suerte había un taxi esperando un servicio, pero Dianne le ofreció pagarle el triple y este accedió a llevarla

Brian por su parte, se sentía pleno, puede asegurar que jamás había tenido la combinación perfecta, la mujer lo cautivó con su cara de ángel, su vitalidad y su forma perversa de devorarlo en la cama, está joven mujer le había extraído su última gota de energía y él estaba listo de nuevo para la acción, pero era admirable ver qué ella estaba en la ducha,

Brian cerró los ojos y sonrió, esa mujer lo había cautivado y ahora él tratará de hacer lo mismo con ella

Así que sin dudarlo, se levantó totalmente desnudo y caminó hacia el baño, deseaba estar adentro de su mujer otra vez, quería oír de nuevo sus deliciosos gemidos y sus sexys jadeos, quería amarla, si amarla porque aunque pareciera absurdo él se declaraba totalmente enamorado de esta sexy desconocida

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