capitulo 2

Estube en mi cuarto toda la noche llorando, no podía creer lo que mi padre nos decía y más que quisiera separarnos, llore tanto que no supe en qué momento me quedé dormida.

En la mañana ya un poco más calmada llegué a la sala y ahí estaban mis padres desayunando con una cara de tristeza, y fue cuando decidí que no tenía que hacerles más difícil este momento a ellos, los escucharía y juntos mirariamos como solucionar esto, así que les di un beso a mi madre y luego a mi padre, desayunamos con total silencio, después de unas horas nos encontrábamos en la sala, cuando mi padre empezó hablar de lo mucho que nos amaba a mi madre y a mí, y no podía detener las lágrimas, mi corazón se sintió romper pues nunca había visto a mi padre derramar una lágrima, uno era para menos lo que pretendía hacer nos alejaría por mucho tiempo, y fue ahí donde me dijo que me tenía que ir con mi madre a otro país, empezar de cero con otras identidades y que nos haría pasar por muertas, mientras yo me capacitaba y me casaba y podría tomar el lugar como ceo, ya con ese poder Donatelo no podría lastimarme, mi madre solo lloraba al escuchar a papá y yo para cortar un poco la tensión les dije que eso no sería pedimento para nuestra familia, que aunque no nos volvamos a ver por un tiempo, siempre sabíamos de dónde éramos y cuál era nuestro lugar, después de esto nos abrazamos, solo podíamos quedarnos unos días más con la escusa que decidimos quedarnos un poco más de vacaciones, esos días nos olvidamos de todo y vivimos grandes momentos en familia, hasta que llegó el día, mi padre salió en horas de la mañana rumbo a Italia y nosotras saldríamos después en el avión que llevaba el explosivo para así hacernos pasar por muertas ante el mundo.

Mientras tanto nosotras íbamos rumbo a California Estados Unidos en compañía de mi tío Fabricio que con mi padre habían tomado la decisión que el sería nuestro guardian y que se haría pasar como hermano de mi madre para así no levantar sospecha alguna,

Al llegar a California nuestras identidades ya eran diferentes yo me llamaba Melisa Smit, mi madre Carolina Cifuentes de Smit y mi tío Raúl Cifuentes, en el aeropuerto había un caos pues la noticia de que había explotado el avión propiedad de la familia Ledezma con la Carmina de Ledezma, Camila Ledezma y Fabricio Bustamante, la familia y mano derecha del empresio Renato Ledezma, era todo un acontecimiento.

En medio de murmullos de la gente por la noticia que transmitían los noticieros, logramos salir rápido del aeropuerto rumbo a un apartamento que había comprado mi tío Fabricio para empezar nuestra nueva vida.

Al llegar al apartamento no era igual a la mansión en qué vivíamos pero era muy lindo y acogedor, pues no podíamos resaltar tanto entre la sociedad, al prender la tele, estaban transmitiendo una entrevista que le hacían a mi padre, dónde esté entre llanto no quiso dar declaración encambio Donato resaltó que habían muerto todos los que iban en el avión dejando solo a Renato, con una sonrisa que luego cambio por cara de tristeza recalcando que mi padre siempre contara con el y con su hija Fernanda.

Los días pasaban y mi madre estaba muy triste yo empecé a estudiar desde casa, hasta que tres meses después, mi padre llegó un día a la puerta de la casa, aunque solo sería por unas horas pues no quería que Donato sospechara, había viajado por negocios y aunque el tiempo era poco lo disfrutamos como nunca mi padre durmió con mamá y a la madrugada salía, haciéndonos prometer que nos cuidariamos, y que el siempre estaría pendiente de nosotras mientras pasa el peligro.

Desde ese día mi madre decidió no dejarse derrumbar y colocó junto a mi tío una floristería, para tener en qué pasar el tiempo y no levantar sospechas de dónde utilizabamos para nuestros gastos, así pasaron los días las semanas e incluso los años, mi madre era dueña de cinco floristerías, mi padre nos visitaba de madrugada una vez cada seis meses, en una de esas visita nos contó que Donato estaba robando la compañía, pero era muy cuidadoso en dejar pruebas, pero que él las conseguiría, pues lo que Donato no sabía era que su secretaria era informante de mi padre.

Por otro lado tío Raúl nos cuidaba y se estaba enamorando de una de las chicas que trabajaban en la floristería aunque el lo negara y yo por mi parte estudiaba y ayudaba a mi madre con la floristería habíamos cambiado de look, usábamos ropa grande y lentes para no ser reconocidas.