09

Sintiendo una mezcla de sensaciones indescriptibles, Lucy dio una sonrisa amarga y comenzó a tomar fuerte la mano de su exmarido, realmente espera que él pueda estar bien, esta no es una situación muy cómoda, ya no, no son una pareja más.

—¿Tienes hambre?-Preguntó José mientras se levantaba.

—No quiero nada”, dijo Consuelo y luego subió las escaleras llorando.

—Nosotros tampoco queremos comer—respondió Daniel mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Lucy.

—Vamos a comer, ni siquiera quiero hacerle compañía a la abuela, dijo Dayse, haciendo que Daniel pusiera los ojos en blanco, pensando en lo exagerada e insensible que es su hermana.

Estando solo en la habitación, Daniel miró fijamente a Lucy y le dijo:

—Llevamos apenas unas horas divorciados, pero ya me di cuenta de que no era el único.

Lucy lo miró enojada y dijo:

—Sabes, no te debía explicaciones y ahora menos, pero si realmente quieres escuchar mi opinión, hablaré de buena gana – dijo para luego acercar su boca a la de él y hablar en voz baja:

—Realmente te amaba, pero debido al hermoso estímulo que recibí, ahora quiero que te vayas al diablo con tu amor-dijo Lucy para luego alejarse, al notar unos pasos, tal vez alguien venía.

Mientras Lucy parece muy tranquila, Daniel ni siquiera puede respirar normalmente debido al enojo que siente, pero ella se sintió superada por el dolor de ver a Izabel dentro de un ataúd.

Muchos hombres vestidos con ropas a juego parecen ser empleados de la funeraria responsable del velorio y entierro de la matriarca.

Llorando mucho, Daniel se acercó al ataúd, miró el rostro de su abuela a través del cristal y dijo:

—Perdóname por la demora, seguramente ya estás al lado de tu amor, moriste y no pude decirte lo mucho que te amo, simplemente te fuiste dejando un vacío enorme en nuestros corazones, te amo mucho. ” dijo en respuesta llorando mientras era sostenido por Lucy.

Pronto los padres de Daniel fueron notificados sobre la llegada del cuerpo de Izabel, en un principio el velorio se realizó de una manera muy íntima, para que la familia pudiera despedirse con mayor tranquilidad.

Al final de la tarde se abrió el velatorio a todos aquellos que quisieran dar un último adiós a aquella señora.

Todo el tiempo Lucy permaneció al lado de Daniel, ya que él todavía estaba conmocionado y siempre volvía a llorar cada vez que alguien venía a presentar sus respetos, estaban en el sofá, Daniel miró con tristeza el ataúd, pero no pudo evitar notar un hombre guapo caminando hacia la pareja.

_Lucy, por fin te encontré, dijo el hombre sonriendo y para sorpresa de Daniel, ella se levantó y luego abrazó al hombre llamándolo cariño.

—Nunca imaginé que saldrías de la guarida de Gustavo, ¿dónde está?-dijo Lucy dejando a Daniel aún más angustiado.

—¿Y quién y qué haces aquí, en una residencia privada?-dijo Daniel, haciendo sonreír amargamente al hombre, pensando en la mala suerte que tuvo su amigo al casarse con un hombre celoso.

Gustavo sabe cómo empezó todo, pero han pasado 26 meses y pensaba que Lucy ya había encontrado la felicidad, pero es imposible encontrar la felicidad con un burro a tu lado.

—Mi nombre es Gustavo Azevedo, soy un conocido de su esposa, lamento mucho la inconmensurable pérdida, de hecho solo vine a acompañar a mi jefe – dijo Gustavo para luego alejarse.

Daniel querría saber quién era este bendito jefe, pero en ese momento, de repente llegó una mujer desconocida y abrazó a Lucy, ahora las cosas se pusieron raras, pues pensó que ella no tenía amigos y no tenía a quién recurrir, pero ya aparecieron 2, ¿Aún hay más?-Se preguntó Daniel mentalmente mientras miraba a aquella mujer de pies a cabeza.

—Hola mi bella, pensaba venir en otro momento, pero nos llamó, aquí estoy—habló suavemente, pero su voz parecía haber molestado a Daniel, quien la miraba con puro odio.

—No le hagas caso Carol, mi esposo está muy conmocionado por la muerte de la señora Izabel, esto es lo que haces, espérame en el patio, luego podemos hablar más tranquilamente –dijo Lucy queriendo ser amable con su amiga, después Después de más de dos años que no se ven en persona, un abrazo cariñoso se ha convertido en una necesidad.

Carol asintió y luego miró a Daniel con una mirada crítica, en ese momento Daniel miró hacia todos lados, quería saber si alguien estaba comentando algo.

En ese momento, Daniel se levantó, llamó a Consuelo y juntos decidieron dar un discurso, además de haber preparado también unas diapositivas, con imágenes de Izabel en momentos importantes de su vida, al ver eso, Daniel volvió a desplomarse, Lucy le tomó la mano. y Él permaneció allí, siendo también el centro de atención.

Por ser viuda del legendario Antônio Carlos, gran líder político de los años 80 y gran empresario del sector alimentario, al velatorio de Izabel asistieron personas de la alta sociedad y también empresarios de ciudades vecinas.

Debido al lamentable estado de Daniel, Lucy no salía al patio a hablar con su amigo, siempre permanecía al lado de su exmarido, brindándole apoyo y diciéndole palabras de consuelo.

Como a las 11:00 pm, dos hombres bien vestidos, uno joven y otro no tan joven, se acercaron a Lucy y a Daniel, él es el alcalde de New Jersey, Daniel forzó una sonrisa, pues como es un hombre muy conocido en Estados Unidos, pensó que el alcalde lo saludaría, pero se equivocó.

—No puedo creer la suerte que tengo, vine a la ciudad por trabajo y lamentablemente la señora Izabel falleció, pero aún así tuve el privilegio de volver a verla, eso es maravilloso – dijo el alcalde para luego extender su mano hacia Lucy, esbozó una débil sonrisa y no dijo nada, no quería prolongarla, quiere reconocimiento.

Al ver que estaba siendo descortés, saludando sólo a su esposa, el hombre esbozó una sonrisa incómoda y dijo:

—Es un gran placer conocerlo en persona, señor Gonçalves, necesito decirle que tiene mucha suerte, su esposa es una gran profesional—dijo y pronto se fue, porque por la mirada asesina de Daniel, el hombre estaba seguro de que Estaba a punto de explotar de rabia.

“Tiene que haber una explicación”, pensó Daniel y luego dejó escapar un largo suspiro.

Tratando de mantener la compostura, Daniel se levantó y caminó hacia la cocina, quería ser seguido por Lucy, iba a preguntar qué estaba pasando, porque solo después de escuchar las palabras del hombre Daniel se dio cuenta de que no sabía nada sobre Lucy, ni siquiera tu profesión.

Aún estaba perdido en sus pensamientos cuando sonó su teléfono, era Juliana, se aclaró la garganta y luego contestó la llamada.

-Hola amor.

—Wow, llevo todo el día llamándote, ya sé que tu abuela murió, por eso quiero abrazarte fuerte, sal para acá, te extraño – dijo Juliana, casi provocando que a Daniel le dé un infarto porque Fue un susto tan grande.

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