Capitulo 1- Cafetería

No voy a hablar de mí, vamos a hablar de mi amiga Alicia ya que en estos momentos tengo algunas frustraciones guarradas y tengo que descargarlas con alguien.

No hace mucho le fuí de frente con algunas cosas que no me agradaron y quizás perdí los filtros por el camino por el cansancio de escuchar siempre la misma historia.

Alicia es la secretaria de Gabriel Valentini un empresario reconocido en el mercado industrial y uno de los hombres más importantes en comerció y exportación de tecnología. Un empresario millonario, por lo tanto, alguien que siempre está apurado y las consideraciones las pierde en el camino o se las olvida al lado de la cama con sus amantes, quizás por la falta de tiempo o porque las personas no le importan en realidad. La amabilidad solo la tiene con sus amantes, su familia y no para las personas en general según Alicia, porque la verdad es que yo... ni siquiera lo conozco.

Quizás al principio creí en todo lo que decía Alicia y trataba de ponerme de su lado, es mi amiga, es decir, tenía lógica al principio. Un hombre que solo da órdenes todo el tiempo de por si no es agradable, lo entiendo o lo entendía.

La última vez su jefe la retó por ingresar a su oficina mientras se besaba con la modelo de revista con la que estaba saliendo. Laura Vitreki o algo así, una rubia Rusa despampanante que es increíblemente hermosa.

Alicia es la fiel secretaría de ese hombre y lo soporta todo por la exelente paga que recibe, pero hace un tiempo que empezó a pensar de que también lo hace por su cara. Un hombre endemoniadamente hermoso que más allá de su personalidad seca y desabrida portaba un rostro que era capaz de robar suspiros y seguramente fantasías húmedas en las mujeres.

Con el tiempo me cansé de escuchar las quejas sobre ese hombre, el interés se perdió y al final le pregunté a Alisia si ese hombre le gustaba en realidad.

Si, así como lo oyen, corté la charla en medio del camino mientras miraba al pobre tipo en la revista (que no tenía nada de pobre) con su novia modelo. Levanté la vista y escupí lo que hacía un rato venía pensando y repensando, en ese momento más que una pregunta era casi una afirmación lo que dije, pero obtuvo ese pequeño filtro de pasarlo por una interrogación al final.

Después de todo Alicia parecía que esperaba la misma amabilidad que recibía la mujer con la que ese hombre se acostaba.

"A ella le da hasta los buenos días y a mi me pasa por el lado"

"A ella le pregunta si quiere salir por algo y a mí poco le importa si no pude desayunar o almorzar porque me dio para terminar el archivo de la junta ese día"

Por tres años seguidos se estuvo quejando de su jefe, pero no puede dejarlo y últimamente parece que el tema es un poco más constante al estar saliendo con esa modelo. Al parecer otras empleadas duraron menos que ellas, incluso parecía que por eso merecía un reconocimiento o atención extra. No lo niego, es normal querer algo de atención de tú jefe o amabilidad mínimamente, pero estoy empezando a creer que el límite ya se pasó en alguna parte y ya no espera la amabilidad que esperas de cualquier jefe, siento que ella quiere por lo menos la oportunidad de estar en ese límite entre secretaria y amiga para poder cruzar a la de "amante".

A veces empiezo a creer que Nicole y yo somos un poco como los amigos de esos hombres que si la chica no le da bola el tipo se regresa hacía sus amigos y dice "solo es una zorra que se hace la difícil" y sus amigos detrás del tipo asiente como unos idiotas sin tener idea de lo que sucedió o quien es la chica.

Bueno, me sentí como uno de esos idiotas de fondo, porque por un momento cuando empecé a escuchar con más detalle la historia, me sentía el perro del auto que solo asiente porque sigue el movimiento, así que al final dejé de mover la cabeza cuando empezé a pensar que se estaba quejando de más.

Ese hombre la trataba como a una persona que poco le importaba porque siempre tenía los ojos sobre los papeles, no parecía ser un mujeriego, pero si estaba con una modelo ya parecía suficiente para ser catalogado como uno.

Ya no estaba segura de si eran para estar tan molesta todo el tiempo con ese hombre, si su indiferencia era el precio por el increíble sueldo que recibía ya no me parecía tan malo, incluso de vez en cuando podía llevar a alguien con ella en los viajes de negocios porque si ese hombre se quedaba con su amante o su familia ella tenía unos días para descansar con quién quisiera en cualquier parte del mundo. Le daba igual a ese hombre si alguien la acompañaba, sabía que ella se quedaba sola y él no pensaba gastar su tiempo en ella así que le permitía llevar a quien quisiera mientras que él estaba en las suyas tomándose unos días de descanso.

Nunca tuve la suerte de ir con Alicia a ninguno de sus viajes, siempre fué Nicole y creo que después de que le pregunté en la última de nuestras reuniones esa suerte de poder acompañarlas alguna vez, murió.

Alicia y Nicole se llevan genial y a la vez dentro de este grupo de tres, ellas dos son mejores amigas, es entendible que viajen juntas a todas partes, pero no puedo negar que también quisiera hacer un viaje con ellas, es por eso que hace un tiempo que estoy ahorrando para sumarme a algunos de sus viajes.

Viajar con amigos es mejor que viajar sola o eso creía, podía amoldar mis vacaciones y hacía tiempo que necesitaba un respiro y tenía mis ahorros. Aunque si es viajar para hablar mal de ese hombre quizás lo mejor era hacer ese viaje sola.

Trabajo en la cafetería de mi cuñado, soy pastelera, panadera e incluso barista, nunca nada de eso formó parte de mis sueños, pero la vida tiene otro planes para uno o simplemente es porque mi hermana que es la única familia que me queda necesitaba ayuda y esa fue mi prioridad. Como no tenía dinero para prestarle en esa situación, mis manos fueron la única opción en ese momento de crisis.

Cuando me recibí quería estudiar para ser traductora, fui dos años a la universidad, pero luego renuncié en mi tercer año para hacer tiempo completo en la cafetería de mi cuñado. Estaban pasando por una situación complicada económicamente. Solo sería un año de pausa en mis estudios y después regresar a mi carrera, no había para pagar otro empleado así que tome turnos completos con un bajo pago hasta que las cosas mejoraran.

Cuando el tema del dinero se soluciono, algunos inconvenientes sucedieron después, llegó mi sobrina, el esguince de mi cuñado, la fiebre de la bebé, problemas con los panaderos, el encargado que llevaba la repostería al local renunció porque se fue con su amante a vivir a otro país. Y sin darme cuenta terminé postergando mi carrera por completo y terminé con un currículum bastante completo en cafetería, al final era más fácil contratar a una niñera a qué yo cuidara de mi sobrina o tomaran a alguien más en mi lugar.

Es mi trabajo tengo un agradable ambiente laboral y familiar, así que no me quejó y me gusta lo que hago, no lo elegí, pero lo termine amando y agradeciendo al final.

Repasé mi historia con Alisia de camino a la cafetería, era una mañana del sábado y mientras empezaba a preparar los hornos para cocinar los pedidos de repostería y llenar las vidrieras del local con masas finas y panificados, me hice un café para disfrutar mientras me tomaba un descanso.

A través de los vidrios del local todo se veía oscuro y tranquilo, con una suave llovizna que invitaba a seguir durmiendo a las cinco de la mañana y parecía que todo el mundo lo estaba haciendo. Mi desayuno siempre era en el trabajo, así que de paso estaba desgustando unos granos de café ahumados y caramelizados que quería ver si sumaría a la carta esa semana, ser barista es un sueño que aunque no estaba en mis planes me conquisto por completo.

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