Tus Ojos Azules
Estábamos a finales de septiembre, todos estaban emocionados
y a decir verdad yo también, este era nuestro último año, estaba en mi escritorio leyendo un libro cabe destacar que yo soy la sabelotodo en el salón, la que no tiene amigos y está en primera fila, era la hora del receso cuando el típico grupo de chicas rubias se acercan.
Aquel grupo de cuatro era encabezado por Laura, una rubia de piernas largas y una figura esbelta, figura envidiable que entraba fácilmente por los ojos de cualquier chico, Laura tenía el poder de hacerse notar en cualquier lugar, su hilera de dientes muy bien acomodados estaban enmarcados por una perfecta sonrisa, mientras sus cabellos brillaban con la luz solar que entraba por la ventana.
Ante la mirada de sorpresa de algunos Laura se acerca mientras su hermosa sonrisa se desvanece y una mueca de fastidio hace lugar:
-escúchame margarita-pone los ojos en blanco
para después inhalar un poco de aire-tus padres… ¿aportaran algo para la graduación?
Todos siempre notaron el ambiente tenso que las rodeaba, era como un odio secreto el que había en aquellos ojos color laguna, algunos hicieron sus propias teorías en las cuales Laura no soportaba a margarita por el simple hecho de que los padres de margarita tenían más dinero, pero todos esos ojos curiosos decidían quedarse del lado de la rubia quien poseía un gran carácter.
-sobre eso-margarita lleva su mano a su cabeza acomodando un mechón de cabello rebelde tras su oreja, sus ojos de un electrizante azul reflejan un poco de pena llegando a cautivar a la rubia por unos instantes-se me olvido pedirte el número de cuenta.
-te lo anotare-a paso decidido se acerca tomando de una manera estrepitosa el libro que margarita tenía en manos para después escribir en el-que no se te olvide, esto no es cualquier cosa, es nuestra graduación y tiene que estar perfecta-regañándola.
Una despreocupada margarita se pone de pie, guardando sus cosas:
-me tengo que ir-mirándola-deberías hacer lo mismo o llegaras tarde al salón de literatura-marchándose.
Laura tardo unos segundos en recomponerse, mientras salía de aquel salón, ninguna de sus <<
La clase de literatura pasaba más lento que cualquier otro día, de vez en cuando Laura levantaba la mirada, fácilmente podía ver a margarita suspirando por su novio, Daniel era un chico con la figura atlética aunque en todo su noviazgo jamás lo había visto hacer ejercicio, tenía cabello rubio y ojos esmeralda, era muy guapo, pero Laura solo salía con el por qué se obligaba y otra causa era la presión ejercida por su padre en ella , eso no quitaba el hecho de que margarita llevaba años enamorada de él, quizás eso aumento aquella tención que las rodeaba.
-señorita Laura, es su turno de exponer el tema que eligió-exclamó el profesor.
-muy bien-a paso firme se dirigió hacia el escritorio del profesor, puso los papeles ahí y dio media vuelta
confiada- no utilizare los papeles como guía-sonríe-confiare en mi memoria-aquella acción hiso reír al profesor-hoy hablare de la avaricia y la relacionare con los siete libros leídos…
Después de exponer Laura se sintió más aliviada, pero aquel alivio se derrumbó cuando vio a Daniel compartir una sonrisa con margarita-el cambio de hora sonó- y mientras todos salían Laura le impidió el paso a margarita, una vez las dos solas una sonora bofetada sonó en aquel salón vacío.
-Yo…-sus ojos brillosos por las lágrimas que querían escaparse la miraban confundida y por alguna razón no pudo devolver el golpe-¿que hice?
-¿Qué hiciste? Deja de coquetearle, ¿Cuándo vas a entender? Él es mi novio, deberías dejar ese estúpido enamoramiento-segada por los celos la tomo de los hombros sacudiéndola, ellas estaban tan cerca que Laura podía oler el suave olor a jazmín, mientras margarita podía sentir el empalagoso olor a canela y miel que desprendía Laura, y aunque fue raro, la poca distancia no le disgusto a ninguna de ellas.
-¿Qué sucede aquí?-un profesor que recorría los pasillos las saco de aquel extraño ambiente.
-¡Nada!
Aunque Laura fue la que contesto, margarita fue la que reacciono saliendo de aquel salón, la mente de Laura empezó a maquinar de una forma muy cruel y aunque estaba consciente de lo que hacía su corazón se sentía acorralado, y una hora después estaba en los baños hablando con Daniel.
-Amor, ya quiero ver su cara cuando le rompas el corazón, estaré en primera fila, las chicas apostaron que no tardarías ni una semana-riendo- los chicos apostaron de tres a cinco días-preocupada-ya sabes-advirtiendo-nada de besos u otras cosas-abrazándolo-¿Qué pasa? No me digas que sientes algo por ella…
-No es eso amor, es que ella no me hizo nada...
-¿Estás seguro? Por qué te vi bastante concentrado mirándola en la hora de literatura-enojada-yo no soy estúpida…
-pero que dices... como se te ocurre-enojado-está bien... ¿pero cuanto va a durar esto?-pensativo
-sólo hasta la graduación, puedes empezar ahora ya que todavía no vino su chofer.
-está bien-marchándose.
A la salida del instituto estaba margarita tan consumida en sus pensamientos que no noto la mirada penosa de Daniel Rinaldi, aquel chico que hace algunos años se había robado su corazón sin saberlo, lo miro confusa al
notar que él le estaba hablando y frunció levemente las cejas.
-Lo siento- sacándose los audífonos-¿decías?
-Ho…no me di cuenta que tenías los audífonos puestos... te decía que hoy por la noche hay fiesta en la casa de Dante.-nervioso-
Por lo general solíamos compartir miradas, más nunca una palabra, por lo que estaba sumamente confundida mientras él me hablaba, quizás este sería el primer paso me dije mentalmente, Pero para mi suerte el chofer había llegado-mire el reloj en mi muñeca notando que faltan cinco para que den las cuatro-fue en ese momento que recordé las palabras de Laura.
-Mira, no tengo tiempo ahora ¿puedes decirme que necesitas?
-Nervioso-Te quería preguntar si quieres venir a la fiesta.
-Ho lo siento pero no puedo, hasta luego...-iba a entrar en el auto cuando sentí el agarre de Daniel acercándome a él y luego sus labios en mi comisura-
-Hasta luego preciosa-coqueto-
Sentí como mis mejillas se calentaban incluso podía jurar que mis orejas estaban rojas, por lo que entre apresurada al auto pero por lo
la ventanilla pude ver su mirada burlesca.
-señorita… ¿se encuentra bien?-exclamo su chofer Alberto
Podía escuchar y sentir el corazón latiendo apresurado pero intente ignorarlo.
-si ¿porque?
-¿segura?es que está roja debería llevarla a un chequeo podría tener fiebre…
-no es necesario....podemos ir más rápido estoy llegando tarde
Desde que margarita tiene ocho años tomo clases particulares, sé sabe doce idiomas diferentes, su padre dice que es necesario para poder manejar la empresa familiar, algunas veces desea ser su hermana sophia, a ella no le exigen tanto tiene catorce años y sólo sabe tres idiomas mientras que margarita aparte de estas clases toma clases de administración de empresa, su padre arreglo todo para que cuando en enero ella cumpla su mayoría de edadtenga el título de la secundaria y la Universidad, pero mientras a ella le siguen exigiendo su hermana va de compras, a pesar de eso tienen una excelente relación.
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Updated 39 Episodes
Comments
Perla Arbos
pobre chica... no tiene vida
2022-10-04
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