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Zyox *serio*: ¿Cómo que veo demasiado hacia el futuro? ¿A caso no es lo que sucederá?

Isis *tranquila*: Puede ser que suceda cómo que no, nada está asegurado, pero me parece bien que pienses en vivir en esta mansión ya que aquí viviste con tu madre y espero que solo tengas buenos recuerdos ¿Podemos entrar para ver cómo es?

Zyox: Me encantaría, pero padre cerró las puertas de las cuatro fincas con candados que él solo puede abrir.

Isis: Está bien no te preocupes, si nuestra relación termina bien estoy segura de que lograré ver cómo es la casa.

Zyox: ¡Claro que sí! Nuestra relación será para siempre y yo siempre tengo la razón.

Isis *riéndose*: Ya veo, te creeré por mientras.

Zyox: ¡Es la verdad! Pero solo te digo que una vez que comencemos a vivir en esta casa si quieres visitar el bosque que la rodea te recomiendo que me lo digas para que así te acompañe porque los animales que viven ahí son bestias algo peligrosas si no sabes tratar con ellas.

Isis *tranquila*: Ya veo, gracias por decírmelo eres muy atento.

Zyox: ¡Claro que sí! Pero solo seré así contigo así que no te preocupes.

Cuando escuché decir aquello a Zyox no deje de mirarlo, pero no me había percatado de aquella acción que estaba realizando.

Zyox *avergonzado*: ¿Por qué me ves tanto?

Isis *dándose cuenta*: ¡Lo siento! No me percate que te estaba viendo solo pensé que suenas muy maduro.

Zyox: Pues claro, si quiero ser fuerte debo serlo tanto física como mentalmente así que desde muy joven no he dejado de leer sobre la mente y estrategias para ser más fuerte.

Isis *sonriendo*: Ya veo me alegra saber que te tomas muy en serio el obtener la aprobación de mi padrino.

Zyox: Desde muy joven mi madre no dejo de repetirme que debía ser él más fuerte por ello hago todo esto para lograr aquel objetivo.

Isis: No lo sabía, entonces te deseo suerte para que llegues sin problemas a conseguir tu meta.

Zyox: ¡Pues claro! ¿Si yo no lo logro quien lo hará?

Isis: A veces me sorprende las gran cantidad de confianza que desbordas.

Zyox: Al menos tengo confianza en vez de tener miedo ¿No lo crees?

Isis: Tienes razón...

Cuando Zyox dijo aquello recordé el día que mis padres fueron atacados, ¿Si no hubiera tenido miedo podría haber paralizado a todas esas personas malas? La verdad no lo sé, pero lo hecho, hecho está y por más que me recriminé por el pasado nunca podré cambiarlo aunque quisiera hacerlo con toda mi alma.

Una vez que salí de mis pensamientos agarre la mano de Zyox y le dije que quería volver al castillo central a leer un cuento.

Zyox*curioso*: ¿Un cuento?

Isis *asintiendo*: Si quiero leer uno ¿Hay una biblioteca en el castillo?

Zyox *asintiendo*: Así es, ahí iba cuando quería leer sobre la mente, pero nunca me fijé si había cuentos.

Isis *sonriendo*: No importa igual quiero ir para ver.

Zyox: Está bien te llevaré ahí y me quedaré para ayudarte a buscar libros de cuentos.

Isis: Oki me parece una muy buena idea.

Así fue como volvimos hacia el castillo central, agarrados de las manos y nos dirigimos hacia la biblioteca.

Una vez que llegamos a la biblioteca Zyox me ayudó a buscar los cuentos que quería leer, nos pasamos un buen rato buscando, puesto que los únicos libros que estaban cerca eran de puro conocimiento y no había ningún libro cercano a un cuento, pero después de una larga y exhausta búsqueda llegamos a encontrar los dichosos cuentos, como vi un poco cansado a Zyox muy alegre le dije que yo le leería un cuento.

Isis *alegre*: Zyox vamos a mi habitación para leerte un cuento.

Zyox *inseguro*: ¿Estás segura? ¿No crees que ya estamos grandes como para leer un cuento?

Isis: ¡Claro que no! Y yo quiero leerte un cuento además me dijiste que me harías caso en todo.

Zyox *convencido*: Está bien, te acompañaré y dejaré que me leas el cuento.

Isis *feliz*: ¡Si! Vamos no hay que demorar.

Así fue como Zyox y yo nos dirigimos hacia mi habitación, una vez que llegamos le dije que podía echarse en mi regazo.

Zyox: No creo que eso sea necesario.

Isis: Vamos Zyox hazme caso.

Zyox: Bueno está bien.

Así fue como me senté al centro de mi cama y Zyox se echó cómodamente en mi regazo, una vez que se echó comencé a leer el cuento, cuando termine de leer note que Zyox se había quedado dormido.

Isis *en voz baja*: Al menos así se ve como un niño tierno de verdad.

Con cuidado lo acomode en mi cama, lo tape y salí de la habitación en silencio, mientras bajaba las escaleras me dirigí hacia la cocina para ver en qué podía ayudar porque pronto sería el almuerzo.

Cuando llegue a la cocina vi a Carel y Michael leyendo un libro, algo confundidos.

Isis *curiosa*: ¡Hola chicos! ¿Qué hacen?

Carel y Michael *asustados*: ¡Isis!

Carel *más calmado*: Nos diste un buen susto.

Michael *curioso*: ¿Desde cuándo estás detrás de nosotros?

Isis: Recién llegué, pero como los vi tan concentrados en aquel libro quise preguntar, entonces ¿Qué hacen?

Carel: Como pronto va a ser la hora de almorzar estábamos pensando en preparar alguna comida humana porque no bebes sangre así que quisimos hacer la comida nosotros mismos como una sorpresa.

Isis *alegre*: Ya veo, que hermanos tan buenos tengo gracias por la sorpresa, pero por lo que veo no están acostumbrados a cocinar ¿No?

Michael *alegre*: ¡Nos atrapaste hermanita! Él que usualmente cocina es padre, pero cada vez que lo hacía no le tomábamos atención porque nunca pensamos en cocinar comida humana, pero ahora que te tenemos aquí y te queremos mucho queríamos darte la sorpresa, pero como no sabemos cómo cocinar decidimos leer el recetario que nos dejó padre para cuando quisiéramos cocinar.

Carel *tranquilo*: ¡Así es! Pero hay algunas palabras en el recetario que no conocemos por ello estábamos los dos muy concentrados en el libro.

Isis: Ya veo si gustan los ayudo.

Michael: Pero iba a ser tu sorpresa hermanita.

Isis: No importa igual los quiero ayudar porque si seguimos así no llegaremos a comer nada en el almuerzo.

Carel: Michael, Isis tiene razón es mejor que ella nos ayude hasta puede ser que ella sepa cocinar.

Isis: Así es, desde muy pequeña mis padres me enseñaron así que sé algunas cosas haber díganme qué es lo que quieren cocinar.

Una vez que me dijeron lo que querían cocinar los ayude a cocinar, los chicos se sorprendieron por lo bien que les explicaba y enseñaba, con su ayuda terminamos muy rápido y antes de darnos cuenta la comida ya estaba lista.

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