Capitulo 9 Solo contigo quiero estar

* RUMIETA

Voy pensando con determinación que es mejor aceptar lo que soy, que por más que intente tener una vida normal, era imposible. Siempre me perseguirá la sombra de lo que soy en verdad.

-¿Qué sucede Carlos?. Le pregunta Rumieta al sentir que se detienen.

-HAY MUCHO TRÁFICO... NOS QUEDAMOS ATASCADOS. Le contesta Carlos. Rumieta suspira pesado y mira hacia delante la enorme fila que parecía nunca avanzar.

-Tengo ganas de comer algo... Vamos a comprar. Le dice a Carlos que asiente y se fija para estacionar. En el negocio que encuentran abierto, que es como una librería a la vez, ella mira las revistas y al girar ve que vendían helado acordándose que Javier le había invitado una vez. Suspiro profundo y sin pensarlo salió corriendo en dirección al departamento de Javier, al verla Carlos decide seguirla corriendo atrás de ella, imaginando hacia donde se dirigía.

Javier en ese momento se incorpora de donde estaba sentado en el piso y al salir del edificio lo chocan de frente, al mirar se encuentra con Rumieta de frente tocándose la cabeza.

-¡AUCH!. Se queja y lo miro directo.- NOS AGARRO EL TRAFICO... Y ME BAJE A COMPRAR ALGO... PERO AL VER EL HELADO... SOLO PODIA PENSAR EN VOS. Le decía Rumieta. Javier la miraba con intensidad, rodeo su cintura con su brazo derecho y con la mano izquierda tomo su rostro besándola en los labios con suavidad. Rumieta quedo sin habla sentía que le recorría un cosquilleo y volvió a saborear sus labios, lo abrazo con ganas, moldeándose a su figura sin que pueda cruzar ni un rayo de luz. Carlos que venía corriendo, al verlos se detuvo y prefirió no interferir. Regreso sobre sus pasos para buscar la limusina, que la había dejado estacionada a unas cuadras.

- De ahora en más... No te alejes de mí. Le susurro Javier.- Yo siempre estaré a tu lado.

-Sabes que no podremos ir a lugares públicos... No podremos salir a pasear como una pareja normal. Le dice Rumieta.

-No me gusta donde hay mucha gente... Solo me importa estar contigo... Compartir momentos a tu lado... Es lo único que quiero. Le dice Javier.

-Tengo hambre. Le confiesa con una sonrisa y Javier la abraza besándola.

-Vamos... Capaz hay algo. Le dice tomándole de la mano y llevándola a su departamento.

-Y¿tus abuelos?. Le pregunto Rumieta al ingresar y no verlos.

-Salieron con Lucia. Le respondió.- Bueno... Aquí hay salchichas. Le comenta revisando la heladera.

-Y ¿Cómo las preparas?. Le pregunto Rumieta.

-Voy a hacerte unos panchos como nunca probaste. Le dice Javier.

-Va ser así... Nunca probé. Le responde Rumieta.

-¿En serio?... ¿Pero qué comes?. Le pregunto con curiosidad.

-Mi alimentacion esta guiada por una nutricionista... Asi mantengo la figura... Pero a la vez no quedo anemica... Fue mi padre el que lo impuso... Al ver como otras chicas sufrian de desorden alimenticio... No quiso que me pase lo mismo. Le conto Rumieta.

- Ya veo... Quitate el abrigo aqui no hace frio. Le sugiere Javier. Rumieta dudo en hacerlo, pero tenia calor, por lo que opto por quitarse su abrigo. - ¿ Que te paso ahi?. Le marca Javier señalando el brazo derecho de Rumieta que tenia unos moretones en la muñeca y el antebrazo.

- A, eso... Je... Fue la vez pasada en una presentación... Había unos fans que me sujetaron del brazo... Mis guardaespaldas los quitaron... Pero igual me lastimaron. Le contó avergonzada.

- No deberías sentir vergüenza al respecto... No es tu culpa... Al contrario, me da bronca que te lastimen. Le dice Javier acariciando donde tenía lastimado Rumieta.

En eso sonó él timbre del departamento de Javier y él se va a atender, al abrir se encuentra con Carlos, y lo invita a pasar.

-Carlos... Pasa. Le dijo Javier.

-Hola Javier. Lo saludo.

-Ven Carlos... Vamos a comer panchos. Lo invito Rumieta con una sonrisa de entusiasmo.

-Está bien... Deje la limusina en el garage del edificio. Le comenta Carlos.

-Bueno... ¿Qué le quieres poner a tu pancho?. Le pregunto Javier a Rumieta.

-¿Cómo te gusta a vos?. Le pregunto ella.

-Le pongo mayonesa, papitas y queso rayado. Le comenta.

- Si quieres puedes ponerle mostaza con miel. Le sugiere Carlos que sabía, que a ella le gustaba sentir algo picante y agridulce a la vez.

-Si... Eso me gusta. Le respondió Rumieta.

-¿Te gusta lo picante y agridulce?. Le pregunta Javier.

-Si... Me encanta... Como la ensalada de palta, la salsa con pasas de uvas con tallarín. Le responde Rumieta... Aunque siempre estoy dispuesta a probar algo nuevo. Le cuenta con una enorme sonrisa.

-Como esa vez que comió el cangrejo con su esqueleto externo... Ja, ja, ja. Cuenta divertido Carlos.

-¿Cómo paso eso?. Pregunto Javier con interés.

-Era mi primera vez... Y aclaro que era muy joven... Nos invitaron a comer los frutos del mar... Entre ellos había pequeños cangrejos rojos... Yo nunca había comido algo asi... Por lo que quería probar... Pero era muy duro... No podía cortar el caparazón y salió volando al plato del que tenía a lado... Hasta que me mostraron que debía usar unas pinzas... Y comer únicamente la carne del interior... Ja, ja, ja... Debiste ver la cara de ese señor cuando apareció de golpe un cangrejo en su plato. Contó Rumieta muerta de risa.

- No debes olvidar... El grito que pegaste cuando te sirvieron ranas. Le recordo Carlos.

-ERA ORRIBLE...AUN TENGO PESADILLAS VIENDO COMO SALTABA CUANDO LA PUSIERON EN LA PARRILLA EN LA MESA... ERA UNO DE ESOS RESTAURANTES QUE TE COLOCABAN UNA PARRILLA EN EL MEDIO DE LA MESA Y VOS PONIAS A COCINAR LO QUE QUERIAS COMER... ENTRE ESO HABIA RANAS... ¿QUIÈN COME RANAS?... ME DA ESCALOFRIOS DE SOLO RECORDAR. Le cuenta Rumieta.

- Mira aquí tengo una foto de como son esos lugares... Para que te des una idea. Le cuenta Carlos.

- Fue en un desfile que al concluir, salimos a caminar para ver donde comer e ingresamos a ese restaurante. Le cuenta Rumieta a Javier.

-Se ve interesante. Le responde Javier... ¿Y cómo haces para comer en un restaurante y no te molesten los fans?. Le pregunta Javier.

-TE SORPRENDERAS... PARA QUE LO COMPRUEVES... TE INVITO A IR A UNO EL VIERNES. Le dice Rumieta y mira a Carlos diciendo... YA SABES QUE HACER.

-SI. Le responde terminando de comer su pancho.-AHORA DEBEMOS IRNOS. Le anuncia mirando su celular.

* EN EL COLEGIO

-Hey amigo... ¿Cómo estás? Lo saluda Martin al verlo entrar al salón a Javier.

-Todo muy bien. Le responde sentándose en su lugar.

En eso llega Rumieta y los saluda con una enorme sonrisa. Martin los mira a ambos notando como se tratan sonriendo de oreja a oreja. Por lo que lo toma a Javier del brazo y lo invita a que lo acompañe a fuera.

- DIME ¿QUÉ PASA?... PORQUE DE REPENTE SE TRATAN ASI. Le pregunta Martin.

- Asi ¿cómo?... Nos saludamos... Eso es todo. Le responde Javier.

- NO MIENTAS... VI COMO SE MIRARON... Y QUE ELLA ROSO TU MANO AL PASAR. Le comenta Martin y en eso llega Luis.

-Hola chicos... ¿Qué hacen afuera?. Le pregunta.

-Javier no nos contó ¿Qué pasa con Rumieta?... Recuerdo que lo dejamos y estaba destrozado. Le cuenta Martin.

-Es porque eres muy chusma. Le dice Luis con una sonrisa.-Entremos que ya viene la profesora. Le marca.

-Se que ocultan algo... Lo averiguare. Insiste Martin. Ingresaron a la clase y la profesora atras de ellos.

-BUENOS DIAS ALUMNOS. Saludo la profesora dando inicio a la lección del dia.

Mientras la profesora escribía en la pizarra, Javier le pasaba una nota a Rumieta de manera disimulada, porque la profesora les sacaba sus celulares durante la clase. Rumieta desenvolvió la nota y sonrió al leer "♡ +♡\=Tú & Yo". Su prima al notar lo sonrojada que estaba le saco la nota.

-¡Aaaa!... ¿Cuándo pensabas decírmelo?...¿Quién es?. Pregunto con insistencia Patricia.

-¡SHHH!... Te escuchara la profe. Le dijo Rumieta haciendola callar.

A la hora del recreo se largo una fuerte lluvia por lo que los estudiantes no pudieron salir al patio. Tuvieron que estar en el gimnasio y en el bufet.

-¿Quieres un café?. Le pregunta Javier a Rumieta que miraba por la ventana la lluvia y suspiraba.- ¿Qué sucede?. Le pregunta preocupado.

-Cuando llueve así... Mi cabello se eriza. Le expreso afligida y Javier sonrió.

-Estás muy linda... Vamos a tomar café. Le insiste.

-RUMIETA... ¿CÓMO ESTAS?. La saluda Ramiro al verla y al tratar de abrazarla Javier se le impuso adelante.-JAJA...TRANQUILO ES SOLO UN SALUDO. Le dice divertido.

-Mantén tu distancia. Le susurro Javier.

-RUMIETA... HAGAMOS UNOS TIROS. La invito Ramiro, mirando de reojo a Javier.

-Bueno... Me parece bien. Le respondió ella con entusiasmo.

-Yo también juego, se sumó Javier.

-¿No era que te gustaba el futbol?. Le pregunta Ramiro.- No seas celoso... Solo vamos a hacer tiros. Le aclara.

-¿Qué es lo que pasa con Rumieta y contigo?. Le pregunta Luis al ver la escena.

-NO.... NADA. Le responde Javier.

-Oh vamos amigo... Te conozco... ¿Por qué no puedes decirme?. Le insiste Luis y Javier lo lleva hacia otro lado.

-Bien... Te lo diré... Pero júrame que no se lo dirás a nadie... En especial a Martin que no puede quedarse callado. Le advierte Javier.

-Bien... Te lo juro... No dire nada... Pero dime ya... ¿Qué sucede?. Pregunta con insistencia Luis.

-Comenzamos a salir. Le respondio serio.

-NO... NO TE LO PUEDO CREER... TU Y ELLA... ESO ES GRANDE. Y palmea la espalda.

-YA... CALMATE. Ofusca nervioso.

-¿Pero por qué no puedes decirlo, por qué el secreto? . Insiste Luis.

-BIEN SABES PORQUE. Le responde Javier mirandolo serio.

-CIERTO... Casi se me olvida que ella es...

-Shhh... No lo digas... Esta claro. Le insiste Javier.

Termino la clase y se dirigieron al departamento de Javier a estudiar. Para lo cual Rumieta se mostro seria y concentrada.

- Hay que estudiar y sacar buenas notas... Si quiero que mi padre te apruebe debo demostrar que no afecta mi concentración nuestro noviazgo... Lo mismo va para vos. Le dice Rumieta a Javier.

-Voy a intentarlo... Aunque solo piense en tus labios. Le susurra.

-Si es asi... Estudia... Te tomo la lección y si contestas todo bien... Te premiare con besos...¿Te parece un buen insentivo?. Le pregunta con una sonrisa. Javier suspira, pensando en la propuesta.

-De acuerdo...Mira que soy muy aplicado y si me pones un desafio lo logro. Le aclara Javier.

-Y ¿Qué hay de nosotros vamos a tener recompensa? Pregunta Luis junto con Carlos.

-Si... Les regalo la merienda... Lo que quieran comer. Le respondió Rumieta con una sonrisa.

-Yo queria un beso... Pero bueno... Me conformo con la merienda. Responde Luis suspirando y Javier le pega en la espalda.

-Ya... No te pases. Le dijo Javier. Al rato llegan Martin y Gustavo.

- Hola chicos... Imprimí sobre el tema que pidió la profe... Fíjense y agregan lo que haga falta. Les dice Martin.

- Yo también traje este artículo. Les dice Gustavo enseñándoles.

-Para la presentación puedo conseguir los reptiles disecados... Tengo un conocido que realiza ese tipo de trabajo. Le comenta Rumieta.

-¿Por qué te sientas en el piso? Le pregunta Gustavo al verla que acomoda los materiales a su alrededor y se pone a leer sentada sobre un almohadón en el piso y la laptop apoyada en la mesa ratona.

-Ella se concentra mejor así. Le comenta Carlos.- Es muy hábil para leer e interpretar textos extensos de ese modo. Tan solo en las fórmulas matemáticas le cuesta.

-Bueno... Ya tengo una idea. Les dice Rumieta.- Toma nota de lo que vaya diciendo o graba. Les indica Rumieta después de 20 minutos.

(...)

-Terminamos... Es increíble. Expreso Luis estirándose.

-Como lo prometí... Mande a pedir del palacio de los sandwiches para su merienda. Les aviso Rumieta.

-GENIAL. Gritaron los chicos.

-DEBEMOS IRNOS. Le aviso Carlos mirando su celular.

- Te acompaño. Se ofreció Javier.

-Te puedes adelantar Carlos, ya voy. Le dijo Rumieta y el asintió, ingresando al ascensor. Y Rumieta le tomo la mano a Martin llevándolo hacia las escaleras.

- Vas a tardar más por acá. Le dice Javier y ella le sonríe.

- No quería irme sin darte esto antes. Le respondió brindándole un beso tan apasionado como para que no se olvide de ella.

- Vaya... ¿Dondé aprendiste a besar asi?. Agitado le pregunto tomando aire.

- Lo importante es que son para vos y nadie más. Le susurro Rumieta mirándolo con intensidad.

- Ahora más que nunca no quiero que te vayas. Le susurra Javier abrazado a ella.

- Mi padre quiere asegurarse de que no me arrime a ti... Cree que te daré vuelta tu mundo... Por eso no me envía a la casa de mis tíos. Le comenta Rumieta.

- Ya me lo diste vuelta... Y no deseo perderte. Le confiesa Javier y ella le sonrie dandole un ultimo beso de despedida. Javier la suelta a reganadientes para que suba al ascensor y no se aguanta las ganas colandose en el interior con ella besandola hasta llegar al primer piso. -Nos vemos en clase. Se despide con una sonrisa dibujada en su rostro.

Al llegar a su departamento sus amigos comian sandwiches y lo ven ingresar con una sonrisa de oreja a oreja.

-Capaz no tengas hambre. Le dicen mirándolo.

-Cuenta... ¿Valió la pena estudiar?. Le susurro Luis al acompañarlo a buscar un refresco en la heladera.

- Tan solo voy a decir... Que sere mas aplicado de lo que era. Le responde Javier tomando la gaseosa en lata.

-Que envidia... Asi que estubo muy bien. Expreso Luis con asombro.

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