Capítulo 5

Alejandro

Esa tarde cuando la vi en el centro comercial, tan bella con su hermosa y larga cabellera negra y esa inolvidable sonrisa, bastante diferente claro ahora se ve un poco más adulta, pero con la misma tierna mirada de siempre con un pequeño niño de brazos, no pude evitar sentirme mal, ¿Por qué no me espero? Fue lo primero que pensé, trate de acercarme pero al escucharla decir "Corazón, vamos que papá nos espera" fue la gota que derramó el vaso, me quedé prácticamente paralizado y sin una palabra en mi boca.

Ya habían pasado 2 años cuando regrese a la ciudad y esa tarde fui al centro comercial donde siempre iba con mis amigos por los helados...

Había comenzado mi carrera de medicina, me esforcé por terminarla adelantando materias luego me enfoque en hacer la especialización y fue en ese proceso cuando conocí a Cecilia, una mujer bastante llamativa con su cabellera dorada de silueta y cara perfecta, pero sentía que le faltaba algo... Es que cada persona es totalmente diferente, en comparación con Ivanna, Cecilia si tenía experiencia de una relación anterior o tal vez sería por la edad, Cecilia es más extrovertida, directa, perfeccionista y está muy al pendiente de su apariencia personal; siempre agenda la cita en la peluquería para sus respectivos arreglos y retoques, es bastante detallista y muy cariñosa.

Ivanna... Ivanna, Ivanna es una hermosa persona, siempre estuve atraído por su belleza interior pero nunca me atreví a decirle nada por miedo a perder su amistad, tal vez si me hubiese decidido a decirle algo en aquel momento es muy posible que aún estuviéramos juntos, pero de eso nadie puede estar seguro, lo único cierto fue que mis padres prácticamente nos sacaron a mi hermana y a mí a rastas de la casa y nos llevaron fuera del país, con el tiempo entendimos que fue por seguridad porque a mis padres los estaban amenazando con secuestrarnos si ellos no pagaban una cuota de seguridad o algo así le llamaban en el sector de la construcción.

Trate de mantenerme comunicado con mis amigos, en especial con Ivanna pero luego se me hizo algo difícil, ella se mudó y mi amigo Gregorio perdió el contacto con ella.

Desde lo que pasó entre nosotros aquella tarde cuando apenas contábamos con 17 años unos meses más o unos meses menos, no podía sacarla de mi cabeza, siempre la tuve presente pero aquel día que la vi en el Centro Comercial con su bebé en brazos entendí que el tiempo pasa y muchas veces no podemos esperar.

Conocí a Cecilia por casualidad cuando fui por un café al cafetín de la universidad y así sucedió en varias oportunidades, tuvimos algunas salidas planeadas, luego me sentí encantado de su forma de ser y su manera de tratarme, era una persona muy tierna y dulce, con un carácter bastante fuerte pero muy agradable, un tiempo después nos casamos, todo era maravilloso en nuestra relación, hasta que me vi en la obligación de ponerle límites mensuales a sus gastos y luego con el embarazo; Cecilia no logro "aguantar mi presencia" durante el proceso de embarazo y más tarde terminamos divorciados, bueno aún Cecilia y yo no podemos compartir espacios después de los casi 4 años que tiene nuestro hijo; Cecilia no aguanta mi presencia.

Después de varios años, la volví a ver cruzando aquella noche la calle, mi mirada se fue con ella en ese instante y tuve la necesidad de seguirla para verla directo a los ojos y saber cómo estaba, pero lamentablemente la perdí de vista.

Hoy me toca guardia en el hospital, me gusta compartir con los niños de esta área, muchas veces les traigo merienda siempre cuidando la dieta de cada uno, ha sido una tarde tranquila...

- Doctor San Ferrer tenemos una emergencia --vino corriendo la enfermera a buscarme al área de los niños hospitalizados-- Tienen rato llamándole de la emergencia...

- Que tenemos Susy? --mientras caminamos lo más rápido posible--

- Es un niño de 8 años, se cayó... Su tía dice que no sabe de dónde...

- La tía? Y sus padres?

- No sé doctor, tal parece que ella estaba al cuidado y que ya le estaba avisando a su hermano.

- Ok, vamos a chequear...

Llegué a la sala con Susy tras de mí y conseguí un pequeño pegando gritos de dolor con algunas raspaduras y su bracito bastante mal, con razón le duele tanto si tiene el brazo partido en 2...

- Príncipe ya te vas a sentir mejor déjame ver qué te paso... --mientras lo evalúo y el pobre niño no deja de llorar-- Susy vamos a ponerle algo para dolor porque este bracito está partido...

- Algo un poco fuerte doctor?

- Sí, hay que preguntarle a la tía si es alérgico a algún medicamento...

- Ya le pregunté doctor y dice que a nada, que es un niño bastante sano.

- Ok, póngale algo fuerte y pide unos Rayos X urgente para este príncipe... Príncipe te vamos a poner una medicina para que no te duela tanto --él asentía con la cabeza-- Dime como te llamas.

- Ivan, como mi papá --dijo entre lágrimas- Mi tía... La tía... ¿La asusté?

- Seguro que si, pero verás que estarás como nuevo... Ivan cuéntame qué te paso.

- Mi tía fue por los helados y yo me lancé de arriba de la escalera en el parque...

- No debiste lanzarte de allí, ahora mira dónde estás...

- Mi tía dijo que no y no le hice caso, está molesta conmigo?

- No creo! Está preocupada por ti...

- Doctor la sala de Rayos X está lista.

- Perfecto! Vamos...

Mientras el camillero llevaba al niño a la sala de Rayos X aproveché de ir a explicarle un poco la situación al familiar que en este caso era una tía...

- Es aquella señorita de camisa fucsia.

- Gracias Susy.

Está sentada con las manos cubriendo su cara, tal vez a estado llorando por la emergencia de su pequeño sobrino...

- Disculpe! Usted es la tía de Ivan?

- Si! --automáticamente levanto la mirada, si efectivamente estaba llorando pero para mi sorpresa es que no era nada más y nada menos que Ivanna-- Alejandro?

- Ivanna? --no pude evitar sentirme, algo confundido y emocionado a la vez-- El niño Ivan es tu sobrino?

- Si, Ale como está él? --me tomo de las manos y sentí un escalofrío correr por mi cuerpo-- Dime la verdad, lo ví bastante mal cuando lo tome en mis brazos...

- Bueno! Lo tuvimos que llevar a hacerle unas placas, todo apunta que tiene fractura en el brazo izquierdo.

- Aún no entiendo por qué se lanzó de esa escalera, si yo le había dicho que no --mientras lloraba-- mi hermano me va a quitar la cabeza y no va a dejar que se queden conmigo.

- Tranquila Ivanna --mientras le doy un tierno abrazo, sentía como que si nunca nos hubiéramos separado-- Todo va a estar bien, ya estamos atendiendo a tu sobrino, le voy a poner un yeso en su brazo para que el hueso se le vuelva a unir, lo bueno es que es un niño y los huesos están tiernos... Si lo cuidan muy bien se va a recuperar pronto.

- Gracias Ale --mientras se separa de mi abrazo, me regala una tierna sonrisa--

- Por nada, déjame atender a tu sobrino...

- Está bien, gracias...

Volví a la sala donde dentro de poco debe de estar llegando el travieso de Ivan para revisar las placas y comenzar a enyesar el brazo para evitar la movilidad y se pueda volver a unir el hueso porque en caso contrario vamos a tener que operar y es más delicado porque abra que colocarle una prótesis que ayude a mantener el brazo inmóvil...

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