Capítulo 5

Me sorprendí al ver que era esa chica la que me estaba observando y a la vez me sentí aliviada de que fuera ella, en todo ese día solo la podía ver como me miraba mientras que me hacía sentir un tanto incómoda.

Paso una semana y esa chica no dejaba de mirarme, yo no sabía como hacerle para ir a hablar con ella ya que siempre estaba rodeada de personas, más aparte tenía miedo de lo que fuese a decir. Como la chica era el centro de atención me ignoraban por completo, eso era un gran alivio para mi ya que podía comer sin tener que esconderme, ir al baño sin el temor de que me aventaran agua del escusado y no se burlarían, ni me golpearían en cada ocasión. Al paso de unos días la mayoría regreso a la normalidad y yo volví a esconderme para comer.

Cierto día estaba comiendo escondida cuando vi unos zapatos que se pusieron justo al frente de donde me hallaba, me dió miedo de que hubieran descubierto mi escondite secreto y que tendría que buscar uno nuevo, con lo tanto que me había costado conseguir ese lugar, en eso escuche una voz

Sandra - Estás ahí, no es verdad?

Me quede callada y ella vivió a hablar

Sandra - si no me contestas les diré a todos sobre tu escondite

Yo - aquí estoy, por favor no le digas a nadie

Ella entro en mi escondite y me comenzó a hacer preguntas y platicar sobre ella, yo solo respondía muy cortantemente mientras que ella seguía hablando, ese día me contó sobre toda su familia y de como la querían, como celebraban cada una de las festividades. Día tras día ella iba y me contaba algo nuevo, me comenzaba a sentir cómoda con su presencia cuando recordé que no tenía amigos y que ella no lo sería, ¿quién quisiera ser mi amiga sabiendo de mi pasado?, en los próximos días comencé a buscar un nuevo escondite y se puede decir que me mude ahí, no pasaron ni tres días cuando ella ya me había vuelto a encontrar, entró, me abrazo y me dijo que podía confiar en ella, que no me abandonaría, que podía hablar de cualquier cosa que me molestara, no le pude contestar y comencé a llorar ese día me sentí feliz.

Desde el día que me dijo eso, cada mañana me saludaba en el salón y también hacia equipo solamente conmigo, eso por supuesto hizo que me molestaran más obviamente. Paso un mes y ella me dió unos lindos aretes en forma de corazón en conjunto con un collar con la mitad de un corazón con su inicial en el centro, ella también tenía una con mi inicial, dijo que era un símbolo de nuestra amistad. Dos días después ella no vino a clases y mientras que iba al baño, mis compañeras me agarraron, con una navaja cortaron mi mano pero no tan profundo, me quitaron el collar y los aretes, dijeron que no los merecía, que solo era una hija no deseada y que no merecía que ella fuera mi amiga. Cuando ella volvió el día siguiente se molesto porque no traía ninguna de las cosas que me habían regalado, no le pude explicar pero ella se dió cuenta con solo ver mi venda en mis manos supo lo que sucedía...

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