Capítulo 4

Paso el tiempo y yo entre a segundo año de secundaria, seguía sin hablar con ninguno de mis compañeros, más aparte nuevos compañeros que me comenzaron a molestar, tanto mi familia como mis compañeros me seguían haciendo daño, aunque eso ya no me importaba ya que ya lo sabía manejar tratando de pasar desapercibida.

Exactamente ese día una chica muy linda de piel clara, unos ojos de color entre verde y gris tan lindos que los podías observar por horas, cabello largo castaño y con una sonrisa tan perfecta que te enamoraba al instante, esa chica era tan hermosa y perfecta que por un momento mi mente divagó observándola, todos inmediatamente comenzaron a hablarle, a hacerle las típicas preguntas de ¿cómo te llamas?, ¿de dónde vienes?, ¿por qué te cambiaste?, las mismas preguntas que se hacen a todas las personas, por cierto su nombre es igual de hermoso que ella, se llama Sandra.

En ese momento me alegre que esa chica llegara a la clase ya que todos le estaban prestando atención a esa chica y me ignoraban, me sentí tan bien de que no me molestaran, cuando la profesora comenzó la clase me llamó la atención que la chica de ser muy hermosa era muy inteligente, respondía todo inmediatamente y la exactitud con lo que lo hacía era sorprendente. Antes de salir al receso nos hicieron formar equipos de 4 personas, todos querían unirse a esa chica, ella le dijo a la profesora que ella quería trabajar sola para evitar problemas, la profesora aceptó aunque no muy convencida, ya terminando el trabajo todos salieron, en ese momento ella regreso al salón por algo que había olvidado, volteo a verme y me pregunto que si no quería ir a comer con ellas, yo solo la volteé a ver y cuando le estaba a responder llegaron las chicas con las que iba a comer

Compañeras - alejate de la rara, ¿que no sabes quien es ella?

Sandra - No, ¿quién se supone que es?

Compañeras - es una perdedora que sus padres no la quieren, no tiene amigos, siempre esta sola y a veces nos mira con sus ojos horrorosos, realmente tenemos porque te llegue a hacer algo, se ve como una asesina en serié, es mejor que te alejes lo más posible de ella.

Ella no dijo nada más y se fue de ahí junto con ellas mientras que yo solo las observaba con un nudo en la garganta tratando de evitar que las lágrimas se me salieran, apenas cruzaron la puerta deje salir todo, me sentí peor que otros días, creo que fue porque esa chica no sabia quien era yo y muy amablemente se atrevió a hablarme y al enterarse de quien era se alejo inmediatamente, tenía miedo que ella no me volviera a hablar, aunque no la conocía me sentía triste.

Al regresar del receso sentí que alguien me observaba continuamente y cuando trataba de ver quién era esa persona que me miraba no la encontraba, comencé a pensar que era ese tipo el que me estaba observando, del miedo de pensar que era esa persona bajé la cabeza no quise elevarla para ver quién era la persona que me observaba ya que tenía miedo de que si la elevaba y descubría que era ese tipo seguramente gritaría llamando la atención todos los cuales se burlarían de mi.

Al día siguiente comencé a sentir la misma mirada del día anterior, me aterraba el solo hecho de pensar que ese señor seguía con vida y que me estaba observando. Así transcurrieron los días con esa misma mirada sobre mi todo el tiempo hasta que por fin pude visualizar de quién era esa mirada...

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