QUE ESTA PASANDO

Lía: ¡Ah! (Se levanta asustada) ¡Me coge tarde para ir a la universidad! (Se percata) Ah, no. Hoy es sábado.

Violeta: Lía, ¿qué fue ese grito? ¿Estás bien?

Lía: Sí, ma. Solamente fue una pesadilla o algo así.

Violeta: Okay, báñate para que bajes a desayunar.

Lía: Sí, ya voy.

Violeta: Pero no te demores, que luego se enfría y no te gusta comer la comida fría. Siempre hay que andarla calentando para que te la puedas comer.

Lía: Ya sé, mami, pero no te enojes. También la calientas porque me quieres y no te gusta verme haciendo mala cara.

Violeta: Sí, porque quién te aguanta chistando después de que por qué mi comida está fría, cuando tú misma fuiste la que te demoraste y por eso terminó enfriándose.

Lía: (Sonríe) Tienes razón, mami. Prometo no tardar mucho esta vez.

Violeta: Eso espero. Y baja rápido, que hoy hice tus panqueques favoritos.

Lía: ¡Panqueques! Ahora sí que no me demoro. (Corre hacia el baño)

Violeta: (Ríe) Esta niña… siempre igual. Pero bueno, al menos sé cómo motivarla.

( ͡° ͜ʖ ͡°) Lía desayunó con su madre, disfrutando del momento que tenía con ella. La conversación fluía ligera, llena de risas y anécdotas. Después de terminar, Lía revisó su celular, respondiendo todos los mensajes y notificaciones que tenía pendientes. Se sintió aliviada al ponerse al día, pero una ligera inquietud permanecía en el fondo de su mente.

Decidió ver la televisión por un par de horas, sumergiéndose en su serie favorita. Sin embargo, su tranquilidad fue interrumpida Violeta, la cual la regañó por no haber he estado tan metido en el televisor por tanto tiempo. Lía se sintió culpable, pero más que eso, una sensación de ansiedad comenzó a crecer en su pecho. Sentía que estaba olvidando algo importante, algo que no podía identificar.

Subió a su cuarto, tratando de recordar qué era lo que la hacía sentir tan ansiosa. Al revisar los trabajos que tenía pendientes, encontró los apuntes para Mark. ¡Claro! Había olvidado llevárselos ayer y ya era de noche. La frustración la invadió. Había estado esperando tanto una oportunidad para ver si Mark estaba enfermo, y ahora, por su mala memoria, había olvidado llevar los apuntes.

Lía: Ma, ya regreso. Tengo que llevarle algo a Mark.

Violeta: Claro, pero no me hables ahora. Estoy viendo la novela y luego me desconcentras de la trama.

Lía: Ja, ja, ja. Como tú digas.

(Lía se dirige hacia la puerta, pero se detiene un momento)

Lía: (Con una sonrisa) ¿Qué novela estás viendo ahora, ma?

Violeta: (Sin apartar la vista de la pantalla) La nueva de las ocho. Está buenísima, no te imaginas el drama.

Lía: (Riendo) Siempre te enganchas con esas historias. Bueno, no te molesto más. Nos vemos en un rato.

Violeta: (Asintiendo) Sí, sí. Y ten cuidado en el camino, ¿vale?

Lía: (Con una sonrisa) Siempre, ma. No te preocupes.

>.< Lía tomó los apuntes y se dirigió a casa de Mark. Era extraño; su corazón latía rápidamente ante la posible ausencia de Mark. ¿Qué era este sentimiento en sí? ¿Por qué estaba tan nerviosa por volver a verlo? Aunque su cabeza decía que estaba así porque podría ser su culpa que él estuviese enfermo, su corazón pensaba otra cosa. La luz brillante de la luna la acompañaba de camino, iluminando cada paso que daba.

Mientras caminaba, Lía no podía dejar de pensar en todas las veces que había pasado por esa misma calle, pero nunca con tanta ansiedad. Recordaba las conversaciones que habían tenido, las risas compartidas y los silencios cómodos que solo se tienen con alguien especial. ¿Podría ser que sus sentimientos por Mark fueran más profundos de lo que había admitido hasta ahora?

El viento fresco de la noche acariciaba su rostro, y Lía se abrazó a sí misma, no solo por el frío, sino también por el torbellino de emociones que sentía. Cada paso la acercaba más a la casa de Mark, y con cada paso, su corazón latía más fuerte. ¿Y si Mark no estaba en casa? ¿Y si estaba peor de lo que ella imaginaba? La incertidumbre la consumía, pero también la impulsaba a seguir adelante.

******tog,tog (tocar la puerta)********

                chiiiiiiirr ( puerta abriéndose)

Lía: Buenas tardes, señora Linux. ¿Cómo está? Vine porque el maestro me pidió entregarle unos apuntes a Mark.

Señora Linux: Buenas tardes, señorita Lía. Yo muy bien, ¿y qué tal se encuentra la señora Violeta? Sí, los apuntes me los puedes entregar, yo se los doy.

Lía: Me alegra mucho. Mi madre también se encuentra bien. Me preguntaba si podría hablar un poco con Mark.

Señora Linux: Bueno, señorita Lía, ahora mismo él se encuentra un poco indispuesto y no la puede atender.

Lía: Solo sería un momento. De casualidad, ¿no está enfermo por la lluvia de hace una semana, o sí?

Señora Linux: No tiene que preocuparse por eso. Él no está enfermo por la lluvia, es por otro tema.

Lía: Claro, si usted lo dice debe ser así. Pero, ¿me podría permitir verlo un momento?

Señora Linux: Bueno, no puede pasar. Lo siento mucho, señorita Lía.

Lía: (Suspira) Entiendo. Es solo que estoy preocupada por él. No ha respondido a mis mensajes y pensé que verlo en persona podría tranquilizarme un poco.

Señora Linux: Lo comprendo, Lía. Pero créame, él necesita descansar. Le diré que viniste y que estás preocupada por él. Estoy segura de que eso le alegrará.

Lía: (Con una sonrisa triste) Gracias, señora Linux. Aprecio mucho su comprensión. ¿Podría al menos decirle que le deseo una pronta recuperación?

Señora Linux: Por supuesto, se lo diré. Y no te preocupes, estoy cuidando bien de él. Pronto estará mejor.

Lía: Eso espero. Bueno, me despido entonces. Gracias por su tiempo.

Señora Linux: De nada, Lía. Hasta pronto y cuídate.

Lía: Hasta pronto.

Lía: Ay, no puede ser. Por lo menos quería ver qué tan enfermo estaba. No puedo con esta angustia. (Mira hacia la ventana) Esa silueta en la ventana debe ser Mark. Si no está tan enfermo como para poder levantarse de la cama, ¿por qué no me dejaron verlo? Ahora tengo aún más curiosidad. Pero no puedo entrar a la casa por una ventana… (Suspira) Voy a intentar otra vez pedirle a la señora Linux que me deje verlo.

(Lía se dirige hacia la puerta, pero se detiene un momento, dudando)

Lía: ¿Y si no me deja entrar? ¿Y si Mark está peor de lo que parece? No, no puedo pensar así. Tengo que intentarlo. (Respira hondo y se arma de valor) Vamos, Lía, tú puedes. Solo es cuestión de pedirlo amablemente.

     ******tog,tog (tocar la puerta)********

        chiiiiiiirr ( puerta abriéndose)

Lía: buenas, señora Linux Dónde está dejó la puerta abierta Ay no debería subir pero ya no puedo esperar más( subir las escaleras)( acercarse a la puerta de Mark)

09: señorita Lía Cómo es que entro.

Lía: Discúlpeme no, no quería parecer grosera pero la puerta estaba abierta y pues entré porque tenía curiosidad por la salud de Mark.

09: seguramente dejé la puerta abierta es que estaba intentando recargarme.

Lía: recargarse( cara de no entender).

09: recargarme yo dije recargarme.

Lía: No se preocupe mi madre también se recarga.

09: es eso posible la señora Violeta también se recarga.

Lía: sí mi madre también se recarga cada vez que está muy cansada Por estarme cuidando, ya que la estreso mucho Se toma una taza de café bien cargada dice que le renueva y le recarga el día.

09 : Ah sí el café.

Lía: no tiene por qué estar avergonzada todas las personas se cansan en algún momento.

(PUERTA ABRIÉNDOSE ABRUPTAMENTE)

   ( mano atrayendo a Lía hacia adentro)

Lía:Mark qué está pasando Por qué me jalas tan repentinamente estaba hablando con tu madre.

(°_°)Mientras Lía, con su voz suave y melodiosa, formulaba una pregunta más, Mark se inclinó, acortando la distancia entre ellos. Sus ojos, antes tranquilos, ahora ardían con un deseo intenso. Antes de que Lía pudiera reaccionar, sus labios se encontraron en un choque electrizante.

La sorpresa inicial de Lía se disipó rápidamente, reemplazada por una sensación de vértigo. El beso de Mark era como una tormenta perfecta: apasionado, demandante y lleno de una urgencia que la dejó sin aliento. Su lengua, hábil y exploradora, trazó un camino por su boca, invitándola a un juego sensual que la dejó aturdida.

Mark, sintiendo su respuesta, profundizó el beso, apretando su cintura con fuerza. Sus manos, cálidas y seguras, la atrajeron hacia él, acentuando la intimidad del momento. Lía, envuelta en un torbellino de sensaciones, correspondió al beso, rodeando el cuello de Mark con sus brazos.

Fue un beso que trascendía lo físico, una conexión profunda que los unió en ese instante. Sin embargo, la realidad los alcanzó cuando un pequeño ruido, un "pof" amortiguado, resonó en la habitación. Lía se apartó, sus ojos buscando la fuente del sonido.

Lía se encontró en una habitación bañada por una luz tenue y azulada que emanaba de una luna llena proyectada en la pared. El aire estaba cargado de un aroma dulce y almizclado que la embriagaba. Mark, con su espalda apoyada contra la pared, la miraba con ojos que brillaban como dos esmeraldas. Su cuerpo, antes familiar, se había transformado. Unas orejas puntiagudas se erguían sobre su cabeza, y una cola larga y oscura se agitaba lentamente. Su piel, ahora ligeramente escamosa, brillaba con un suave resplandor."

"Lía sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. El hombre que tenía delante ya no era el mismo. Era una criatura salvaje y hermosa, un ser de otro mundo. Y a pesar del miedo que sentía, se sentía inexplicablemente atraída hacia él.

Allí estaba Mark, el mismo pero diferente. Su cabello azabache seguía siendo tan suave como siempre, y sus ojos miel mantenían su intensidad. ¿Era esto real? ¿O era producto de su imaginación sobrecalentada? La confusión se apoderó de ella, pero antes de que pudiera formular una pregunta, Mark volvió a besarla. Este beso era diferente. Era más salvaje, más intenso, como si estuviera liberando una fuerza que había estado conteniendo durante mucho tiempo.

Lía, incapaz de resistirse, se dejó llevar por la pasión. Sus manos acariciaron la suave piel de las orejas de Mark, mientras su cuerpo respondía al suyo. Pero la intensidad del momento se vio interrumpida por la llegada de 09.

"Lía, debes irte", dijo 09 con voz firme.

Mark, que había estado a punto de llevar a Lía a la cama, se detuvo en seco. Sus ojos, antes llenos de deseo, ahora reflejaban una mezcla de tristeza y frustración.

"Por favor, quédate", suplicó, su voz ronca y urgente.

Lía vaciló, dividida entre su deseo por Mark y la advertencia de 09. Pero al ver la insistencia de 09 y la creciente desesperación en los ojos de Mark, supo que debía obedecer. Con un nudo en la garganta, se despidió de Mark con una mirada que lo decía todo.

Al salir de la habitación, Lía no pudo evitar mirar hacia atrás. Mark estaba solo, rodeado de sombras, su figura imponente y solitaria. Y aunque sentía una profunda tristeza, también sabía que había tomado la decisión correcta en ese momento no entendía nada de lo que estaba pasando ¿cómo es posible que Mark tuviese esos rasgos? Acaso eso era posible estaba confundida que se supone que debía hacer de ahora en adelante ¿cómo debía tratar a Mark? Y ¿por que el toque de ese chico no le repugno?

(._.)autora un dato curioso nuestro lobo más grande que los normales ahora representación gráfica sacada de Pinterest.

Más populares

Comments

Marta Perez

Marta Perez

y el final cuando?????

2024-11-04

2

Total
Capítulos

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play