La indiferencia de Daimon

Cuando llegaron a la mansión, fueron recibidos por Grifin el mayordomo, este no hacía diferencia entré los dos jóvenes de la familia,

- Señor Roger bienvenido... ¡Joven amo también ha vuelto!

Se alegró al ver a Daimon regresar a la mansión, creyó que abandonaría la familia después de lo que le habían hecho, pero la sonrisa en su rostro desapareció y se puso pálido al voltear en dirección al interior de la casa

- ¿Hay algún problema señor Grifin?

- ¡No! Bueno si, allá adentro están los señores con la joven Salma, están hablando de los preparativos de boda

La cara del señor Roger se puso oscura su semblante cambio por completo, en cambio, Daimon se mostró sereno, como si de algún extraño se tratara

- Abuelo entremos, no soy yo quien debe sentir vergüenza

Al ver que su nieto estaba más tranquilo que él se alegró,

- Tienes razón ¡vamos!

Ambos entraron seguidos por el mayordomo, este sentía más miedo que los propios desvergonzados.

En la sala de estar estaba sentada Salma junto a Felipe ambos estaban tomados de la mano, muy contentos, mientras Nora la madre de Daimon y Felipe los observa con una gran sonrisa, al fin su hijo podía estar con la mujer que ama y claro que a ella le conviene, la familia a la que pertenece tiene un muy bien historial y además sus ingresos son muy buenos ¿Cómo podía permitir que el nefasto de Daimon se quede con tal mujer a costillas de la felicidad de su preciado hijo? ¡Eso nunca! Su alegría se vio opacada tan pronto como vio entrar a su suegro con Daimon a su lado

- Suegro! Qué bueno verlo,

A Daimon le dio una mirada indiferente

- Tal parece que mientras envejeces te haces más despistada, ¿o será que Daimon es invisible y solo yo puedo verle?

La cara de la mujer se puso pálida por las palabras, sus manos apretaban con fuerza la falda del vestido, Felipe al ver a su madre en ese dilema acudió en su ayuda

- Abuelo, mi madre solo está disgustada porque Daimon no ha vuelto a casa en estos días,

- Si, así es suegro, se fue un año a vagar por solo Dios sabe donde y no regreso a su casa

La mujer trató de sonar indignada y a la vez dolida, quería ganar la simpatía del anciano dejar a Daimon como el malagradecido y así fuera él reprendido

- Si más no recuerdo él ya es mayor de edad, no te debe responder a ti sobre sus acciones

- Aun así, sigue siendo parte de la familia Stallon, su padre es la cabeza de esta familia tiene que seguir las normas de la familia

- Hablas de normas, como si tú fueras muy virtuosa, así te hubieras puesto cuando tu primogénito arrebato a la novia de su hermano,

- ¡Abuelo!... Las cosas no sucedieron de esa manera yo... Y

- ¡Cállate! Mira nada más te quieres excusar mientras abrazas a la mujer que debería ser la mujer de tu hermano menor, ¿Así es como tus padres te han educado?

Las cosas se había subido de tono, al ver que no había forma de calmar al anciano Salma corrió a donde estaba Daimon y lo tomó de los hombros

- Dai, por favor dile a tu abuelo qué no éramos nada, que estás de acuerdo con nuestro matrimonio, por favor

La mujer se mostraba suplicante, el corazón de Daimon estaba helado ante las palabras de la mujer, al sentir el toque solo provocaron un asco inmenso en él

- Señorita Dracon, yo no tengo nada que ver en esto, no es a mí a quien debe rogar,

Con esas palabras dejo a Salma fría, el semblante de Daimon era tan sereno como el amanecer como si de verdad nunca hubiera tenido sentimientos por ella, al ver eso ella se mordió el labio

- Eres malo y rencoroso, sin duda has cambiado, no eres la persona buena qué creí

La mujer regresó a los brazos de Felipe, Daimon sonrió para sus adentros, no solo no se había disculpado, sino que negaba qué tuvieran algún tipo de relación, hacerse la víctima siempre era más fácil que admitir los errores y aceptar las consecuencias

- Daimon, esa no es la forma de tratar a tu cuñada, sabes lo mal que te ves deseando la mujer de tu hermano, ella no te ama, podrías dejar que se casen

- No soy yo quien se está portando de forma descarada ¿por que debería sentirme avergonzado?

- Tú...

Antes de decir más Daimon decidió que era mejor irse del lugar

- abuelo esto de acompañarte fue mala idea, mejor luego te busco en tu casa

- Dai nieto... Está bien ve con cuidado

- Suegro, no le deje ir, seguirá causando vergüenza mientras se siga quedando fuera da la casa familiar

- Mujer basta, deja que Daimon se vaya

Félix el padre de Felipe y Daimon había llegado, presenció la mayor parte de la discusión, no quiso interferir, pues su padre aún no le cede el título de duque, por lo que tenerlo de enemigo no era una buena idea, si seguía molestando a Daimon frente al el anciano este podría darle el título a Daimon y eso era lo peor qué podría sucederles

- Félix has llegado,

Daimon saludo a su padre solo con asentimiento de cabeza eso lo disgusto, pero decidió callar por el momento, saludo al anciano y después dirigió una mirada de advertencia a su esposa, quien se mantuvo desde ese momento al margen del asunto, disimuladamente Salma y Felipe fueron tras Daimon cuando su padre y abuelo se adentraron al despacho para hablar de negocios, ese era su principal propósito al ir a casa, no esperaba que su esposa e hijo hicieran un alboroto en su ausencia

- Padre disculpa a mi esposa e hijo,

- No eres tú quien se debe disculpar, sé que los forcé en aquel entonces, pero no debe descargar la culpa en personas inocentes

- Lo sé, hablaré con ella,

El anciano suspiro, recordar el pasado era algo doloroso y amargo con lo que debía cargar hasta la muerte. A fuera de la mansión Felipe y Salma vieron como Daimon se subía a un carruaje muy elegante, ambos se sorprendieron, aunque ambos eran de familias muy bien posicionadas esos carruajes era casi para un rey

- ¿Crees que Daimon si haya cumplido sus sueños?

- No lo creo, tal vez lo pidió rentado o algún amigo le hizo el favor

Felipe se negaba a creer que su hermano había triunfado, pero el solo pensar que podía subir a semejante carruaje hacia qué su corazón se llenará de celos e irá, al final decidió dejar ir esos sentimientos, él le había arrebatado a la mujer que ama, sin duda ese es su mejor triunfo ante Daimon, acompaño a Salma a casa, esta seguía pensativa después de ver a Daimon, algo qué lo hacía sentir aún más molesto, pues eso demostraba qué aun tenía algún tipo de interés por él

- En la semana vendré a buscarte, te llevaré a ver los mejores vestidos de novia

- Si está bien, estaré esperando por ti

Salma salió de su aturdimiento, al recordar la boda su cara se alegró, dejando más tranquilo a Felipe,

"Daimon aunque trates de ser mejor, no puedes contra mí, ella me ama y será mi esposa dentro de poco"

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