Guardaespaldas.

Me senté en los cojines y empecé a trabajar en mis casos, luego de un rato de estar concentrada levanté mi mirada, y busque con los ojos a Alejandro, pero no lo vi, entonces volví mi cabeza a mis documentos cuando una voz a mi lado me sorprendió.

Alejandro: Si me buscabas a mí aquí estoy preciosa, y esa pijama todavía está muy atrevida para mi gusto, si quieres te pongo mi camisa de nuevo.

Alessandra: Alejandro me asustaste, y no te estaba buscando a ti, y gracias, pero así estoy perfecta, ahora déjame seguir en lo mío.

La voz de Mattias me interrumpió.

Mattias: Hermosa, sígueme a despacho ahora, y estás muy linda hoy.

Me levanté y lo seguí, al entrar estaba Eidrien también en pijama, fruncí el ceño, no entendía nada.

Alessandra: ¡Eidrien hola qué alegría verte aquí!. Dije mientras lo abrazaba.

Eidrien: ¿Hola bonita, cómo estás?, aparte de hermoso claro.

Alessandra: Yo estoy bien Eidrien y me alegra mucho verte aquí, pero cuéntame pasa algo te conozco.

Eidrien: Si bonita, sucede algo, ¿te acuerdas de Maciel Marshian?.

Alessandra: Por supuesto que sí es el asqueroso Mafioso que metí a prisión y ya me enteré de que salió en libertad, pero que tiene que ver eso con que estés aquí.

Eidrien: Tiene todo que ver, ese desgraciado se quiere vengar de ti y yo no lo puedo permitir, por eso fue que hicieron todo para sacarte de Estados Unidos para que estuvieras a salvo.

Alessandra: Sí, pero a base de mentiras y sabes muy bien que las odio.

Eidrien: Lo sé bonita, pero si te decían no te ibas a ir, tú sabes que te pedí que regresaras conmigo al bufete, pero lo hice porque no sabía lo que estaba pasando, pero me enteré y vine a buscar ayuda en Mattias confío ciegamente en que te cuidará muy bien.

Mattias: y lo aré de eso no tengas duda, Aless tomaremos algunas medidas de seguridad, ya no volverás a viajar sola, y también tomaremos otras medidas más.

Alessandra: Gracias Mattias, pero es un poco exagerado, yo voy a estar bien y no tengo miedo.

Mattias: Eso lo sé, pero no acepto, no por respuesta.

Eidrien: Yo no puedo cuidarte desde allá y hasta que arregle toda para venir verte o quizá venirme a vivir aquí quien sabe, mientras eso suceda ellos cuidaran de ti.

Alessandra: ¿Ellos quienes?, no solo es Mattias.

Alejandro: No aless yo te cuidaré también, tomaremos medidas de seguridad para ti algo drásticas, pero son necesarias, nos enteramos de que has estado recibiendo amenazas, ¿por qué no hablaste?, ¿por qué pasar por esto sola?.

Alessandra: Siempre he estado sola, ya estoy acostumbrada y no es la primera vez que me amenazan, no creí que fuera importante.

Alejandro: No te parece importante, tu vida es en serio.

Alessandra: No es eso, pero... bueno ya aré lo que digan chicos y gracias sí, y tu Eidrien me vas a hacer falta, no sabes como extraño dormir contigo, te acuerdas, bueno hoy lo podremos hacer después de todo es una pijamada.

Eidrien: Claro que me acuerdo bonita y también extraño eso, pero ven acá un momento siéntate aquí, ahora cuentame que pasa cuando quieras que duerma contigo es porque te sientes deprimida o quieres un abrazo.

Alessandra: Me conoces bien amigo y si son muchas cosas y la verdad me superan. Necesito a mi amigo y un bote de Nutella.

Mattias: Ya no está sola aquí te puedes quedar cuando quieras y si necesitas una almohada, yo me ofrezco.

Alessandra: Gracias Matti eres un lindo.

Alejandro: Bueno, ya bajemos a la fiesta, sí, dejemos esto para después.

Dijo Alejandro un poco celoso, todos bajamos y comenzamos a hablar y discutir los casos, luego era hora de disfrutar de la noche. Alejandro no se despegó de mí en toda la noche y Diana no paraba de insinuársele.

Tengo que reconocer que los celos me tienen muy mal, pero él me trato fatal, así que haga lo que quiera con esa.

Alejandro la ha ignorado y yo me voy hacia el balcón, tiene una vista extraordinaria y aquí puedo pensar, quiero a Alejandro de hecho lo Amo, pero saque no solo los ojos de mi padre sino también su puto orgullo.

No sé si el tiempo me permita perdonarlo.

Mientras estoy perdida en mis pensamientos llega alguien y se para detrás de mí y su voz me hace voltear.

Daniels: Hola Alessandra estás hermosa esta noche, quiero volver a pedirte perdón, estoy siendo muy sincero contigo, por favor perdóname, mi propuesta de ser amigos sigue en pie que dices.

Quedo muy sorprendida con lo cínico que puede llegar a ser este sujeto, definitivamente necesito un cambio de Look, esta aura de niña mimada atrae a puro imbécil, que me quiere embaucar, pobrecito si supiera a la serpiente que tiene enfrente.

Daniels se acerca y me acorrala, pone una mano al lado de mi cara, yo solo lo observo atenta y lo más relajada posible le respondo.

Alessandra: Mira Daniels si deseas seguí utilizando a tu amiguito, aléjate de mí y ya te dije que no me interesa ser tu amiga, ahora dame un permiso que voy a regresar adentro.

Daniels: Te soltaré, pero primero te pido perdón por lo que voy a hacer, pero es que no puedo aguantar para besar tus ricos labios.

Forcejeo y lo empujó sin lograrlo, cierro mis ojos y aprieto mis labios ladeando mi cara para evitar el beso. Pero siento que me suelta y al abrir los ojos Daniels está tirado en el suelo.

Y Alejandro me jala del brazo hasta llevarme a una habitación enorme.

Alessandra: ¿Qué hacemos aquí Alejandro?, dime por qué no entiendo.

Alejandro: Estás molesta por qué lo golpeé, te iba a besar y solo yo puedo hacerlo.

Alessandra: Me importa muy poco lo que hagas con él, pero eso último que dijiste es mentira, yo no soy tuya ni te debo exclusividad.

Alejandro se me acerca y toma mis manos, mira mis ojos y habla.

Alejandro: Amor, por favor perdóname yo sé que fui un idiota al no creerte, sé que cometí un grave error, pero los celos me ganaron, permíteme demostrar que lo nuestro puede funcionar, desde que no estás soy otro, un desastre que solo bebé y descuida a sus empresas.

Tu misma dijiste, todos necesitamos una oportunidad, todos tienen derecho a un juicio.

Alessandra: No lo sé Alejandro simplemente no puedo perdonarte, al menos no por ahora, dejemos que el tiempo cure sí, ahora permiso.

Regresé a la fiesta y empecé a hablar con Mattias y Eidrien, cuando todo termino cada quien se dispuso a dormir en un enorme salón donde había muchos colchones en el suelo.

Dormí rodeada de mis tres guardaespaldas, Eidrien, Mattias y Alejandro afortunada no?.

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