Capítulo - 12

Montada en el avión Alexa sólo se dedica a revisar unos documentos y se olvida por un momento de Maximiliano, que no ha dejado de observarla desde que se sentó frente de esta. Para él ella es hermosa y admirable, la pelinegra al sentirse observada levanta la cabeza encontrándose con sus ojos y en ese instante ella deseó tener más que solo una mirada.

Alexa ~• PUNTO DE VISTA •~

No creí que Maximiliano se dedicara solo a mí después de salir de la iglesia, eso me gusta pero no entiendo por qué es así conmigo si no le demuestro nada, se que es algo egoísta de mi parte, pero no se si confiar en él. Todavía es muy pronto y no me puedo mostrar vulnerable, aunque mi guapo esposo es muy dulce conmigo, pero tengo que esperar y dependiendo de la confianza que le llegue a tener le contaré todo.

Nos despedimos de todos supuse que íbamos a la casa pero no, vamos directo al aeropuerto donde nos espera su Jet privado, hacemos todo el protocolo y nos montamos, Dráco en ningún momento me dejo sola y eso me pone algo ansiosa, así que optó por abrir mi laptop y algunos archivos y empiezo a revisar los documentos que usaré para mañana a primera hora en la junta de unos de los casinos pertenecientes a los hoteles Mancini.

Trato por todos los medios de concentrarme pero este obsesivo, arrogante y egocéntrico Dráco no me a quitado la vista de encima y eso me... OH mald*ta sea!! Me gusta, me gusta que me mire, mi cuerpo reacciona a su mirada y a su toqué, cuando me beso en el altar y fuera de él, por sí, que se aprovechó del momento con la excusa que las personas presentes tienen que ver el amor que nos proclamamos en el altar y con eso se pasó el tiempo entre besos y abrazos, no lo niego que me gustó y si, me gusto tanto que quisiera más de esos labios, quiero que me bese y caricias sin parar.

No puedo concentrarme cierro la laptop y levanto mi cabeza, en eso nuestras miradas se conecta es tan embriagador esté hombre que me provoca muchos pensamientos pecaminosos. Lo miro y es como que mi mundo solo gira al de Maximiliano Dráco, es tanta la atracción que siento por él que es casi palpable, bajo la mirada a sus labios y veo como él se lame los labios yo deseo lamerlos, morderlo y saboréalo, cuando me dio mi primer beso sentí miles de maravillosas mariposas en mi estómago y fue agradable, demasiado diría yo.

Alexa:- Podrías dejar de mirarme, estoy tratando de trabajar, porque tengo una junta muy importante y tú me estás desconcentrando-. Le comento, pero la verdad es que deseo que me agarré y me bese.

Maximiliano:- Es nuestra luna de miel y no me has puesto atención desde que subiste al auto, eso no es bueno para nuestra relación princesa-. Me dice acercándose y tomándome del rostro dándome un casto beso.

Alexa:- Claro que nuestro matrimonio funcionará, tú por lo general eres un adicto al trabajo por eso te han coronado como el CEO letal en los negocios y mírate dejaste todo en manos de tus padres y estas aquí conmigo, que no me has dejado un momento y yo también estoy sumergida en mi, no ahí tiempo para estas cosas, cuando estamos en trabajo. ahora bien después de que estemos en casa ya es diferente y puesto que tengo una reunión, quiero que me dejes trabajar, ya que no me puedo solo enfocar en...-. Trato de reunir las palabras para que suenen coherente y por todo los medios trato de concentrarme en lo que estoy haciendo, pero mald*ta sea! él no me lo permite y como no tengo otra alternativa pues me dejaré hacer lo que desee.

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NARRADOR ~•PUNTO DE VISTA •~

Él toma su laptop y la coloca en el otro asiento agarra a la pelinegra y la besa como que no hubiera un mañana, él no desea que ella se enfoque en él trabaja, sino en él, así que tomándola de las mejillas llenándola de muchos besos prohibiéndole así alguna protesta o argumento, cuando ella se encontraba estudiando y en las fuerzas armadas, Maximiliano se contuvo mucho el deseo de ir a buscarla y poseerla, hacer la de él en todos los sentidos, él solo quiere ser su todo, dejando su marca en todo su cuerpo, que todos vean que esa hermosa mujer le pertenece solamente a él.

Con una mirada seductora y con la respiración entrecortada, Maximiliano toma a la pelinegra llevándola a una hermosa habitación que tiene el jet, la coloca en la cama y la besa apasionadamente, unos momentos después él comienza a quitar su vestido, cuando al fin la deja en su conjunto de ropa interior blanca, sus ojos la recorre viendo lo bella que es su esposa.

El castaño la recorre acercándose a ella como un lobo detrás de su presa, cuando están frente a frente la besa nuevamente pero esta vez con más posesividad y lujuria con el deseo hirviendo como un volcán a punto de hacer erupción, entre jadeos y la respiración entrecortada se separa solo lo justo porque no quiere estar más tiempo alejado.

Maximiliano:- Princesa me vuelves loco, no sabes cuanto deseaba tenerte entres mis brazos y hacerte mía, pero si tú no está preparada solo dime y me detendré-. Su voz sonó ronca, ya que él deseó lo envolvía, pero ella no deseaba que él se detuviera el deseo comenzó a hervir en su feminidad y sólo le invito a seguir.

Sus miradas se encuentran y se pierden en ella como si sus vidas girara al rededor de ellos dos, en ese momento no existía altura o personas en ese jet. Su mundo se remontaba en ese momento de intimidad entre ellos. Un amor que rompió sus barreras, la pelinegra no podía entender por qué su corazón latía tan fuerte con cada toque que el castaño le daba, su alma reclamaba algo que le pertenece y que anhelaba.

Alexa:- Maximiliano...-. Murmuró ella, por el hecho de que la pasión nublaba su razonamiento, son sensaciones nuevas para ella y son causadas por el hombre con el que se acaba de casar.

Maximiliano la toma de la cintura con sus grandes manos posicionándola a horcajadas sobre sus piernas, acariciándola con dulzura cada parte de su cuerpo haciéndola arder con su toqué, en eso le quita el sostén y se queda embobado con la redondez de sus sen*s, tomando uno de ellos entre sus manos acercando su boca y lamiéndolo y acariciando el otro con su mano derecha, entre jadeos, besos y caricias, Maximiliano la coloca en la cama nuevamente y comienza a besar su cuello y bajando hasta apoderarse de uno de sus pech*s ya duros y dispuestos para él, la pelinegra grita por la excitación que le provocaba cada toqué llevándola a un mundo desconocido.

Un pequeño jadeo salió de sus labios al sentir su lengua jugar con su aureola, su respiración era acelerada con cada segundo que Maximiliano jugueteaba con su cuerpo, los toqueteos fueron aumentando de ritmo y en un segundo el castaño descendía más llegando a su ombligo y deslizando una de sus manos hasta las bragas y bajándoselas dejando su intimidad a su merced. Maximiliano mira a la pelinegra tan sensual y ardiente de deseo por él cosa que lo llena de orgullo, así que no se detiene y toma de ella todo lo que ella le estaba ofreciendo en ese momento, satisfecho por como su cuerpo reacciona a él.

Maximiliano:- Dime que lo deseas preciosa y te lo daré todo de mí:- Ronroneo sacando su lengua y lamiendo su montículo de nervios, llevándola así a un desenfrenado y arrebatador placer.

Maximiliano jugueteaba con su parte acariciando suavemente mientras la miraba fijamente, sí que ese hombre sexy y arrogante sabia lo que estaba haciendo, se detiene y la mira más fijamente con una sonrisa perversa y la embiste suavemente con el dedo, ya que sabe que es su primera vez, mientras juega con su clixt*r*s, llevándola a un arrebatador éxtasis, dejándola casi al borde de la locura, las contracciones se vuelven más y más hasta que siente que su cuerpo explotar, él no para hasta que siente los espasmos de su cuerpo llevándola entre gritos al más excitante y placentero primer org*smo, cuando las sensaciones la superan arrastrándola hasta el mismísimo infierno.

Maximiliano:- Tan exquisita como lo imaginé-. Le dice parándose y colocándose a su lado, besando sus labios y dándole aprobar sus propios jugos, Maximiliano lleva su mano a su camisa y empieza a desvestirse.

Maximiliano se termina de quitar todas su ropa y colocándose encima de la pelinegra, está comienza a tocar al castaño cosa que lo hace enloquecer, pero de un momento a otro Alexa se detiene al sentir la aspereza de la piel de su lado izquierdo, trayéndoles imágenes que no hubiera tenido, alejándose de él bruscamente con esas imágenes que le hacen doler la cabeza.

Alexa se aleja tanto de él y se queda observando a Maximiliano en su parte afectada, pero en realidad ella no lo estaba mirando a él, sino que las cicatrices del castaño la llevaron a recordar el precioso momento donde él la tomaba y la sacaba de la casa en llamas viendo como a él le caía un trozo de madera en llamas evitando que fuera ella la que saliera herida dejándole una piel tan quemada que era imposible no sentir su dolor.

Por otro lado, Maximiliano creyendo que ella se alejaba de él por su cicatriz se sintió morir de la decepción, él creía que a ella no le importaría eso, pero al ver su reacción solo se paró y mientras se vestía no le dedicó una sola mirada a la pelinegra, cuando termino de vestirse sale de la habitación sin mirar atrás dejando a una muy aterrada y casi en un colapso mental a la chica.

Mientras los fantasmas del su cuerpo lo invadían, una muy alterada Alexa se encontraba reviviendo cada detalle de ese fatídico accidente, llevándola al grado de caer en un estado de pánico tan fuerte que ella cayó en un profundo y desgarrador hoyo negro. Una oscura que le consumía y le impedía reacciona y llevándola al límite de que no podía respiración hasta que la arrastro dejándola inconsciente en el suelo.

Una hora antes de aterrizar, Maximiliano dejo su asiento para ver si la pelinegra se hubiera dormido, ya que no salió en casi una hora de la habitación, se acercó y comenzó a tocar la puesta, puesto que con lo ocurrido no quería perturbar la situación, pero al no obtener respuesta se limitó a abrir la puerta y en cuanto entró a esta la vio tirada en el piso exactamente como la dejo desnuda y en el mismo lugar donde ella se hubiera parado cuando se alejó de él.

Maximiliano corrió hasta ella y la tomo en brazos, levantándola y llevándola hasta la cama viendo que tenía una temperatura muy alta, se para y va hasta el baño donde de un botiquín saca un termómetro y se vuelve para tomar la temperatura de Alexa, un minuto después lo toma y su temperatura está en cuarenta grados, es increíble que ella tenga esa temperatura tan alta, vuelve a tomarla en sus brazos y la lleva hasta el baño abriendo el grifo con el agua helada.

Maximiliano:- Alexa, reacciona por favor, que te paso estabas bien hace un momento, Alex por favor abre los ojos mi amor-. Un Maximiliano empapado y desesperado con una Alexa completamente inconsciente metido en la bañera, pero esta no da señales de reaccionar y el castaño está completamente asustado, no sabe que le a pasa y porque se encuentra en ese estado, él la saca y la vuelve a colocar en la cama, dando aviso que traten de aterrizar lo más pronto posible y así lo hicieron cuando el jet tocó tierra ya una ambulancia lo esperaba, sacando a Alexa para trasladarla a un hospital de emergencia.

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