Recuerdos

Narra Hiro:

Había despertado, me encontraba en mi cama, sin absolutamente nadie a mi al rededor...No recuerdo muy bien lo que había pasado, lo último fue yo llorando sobre los brazos de Alex y este regañándome por alguna cosa...Ja, sabía porque lo estaba haciendo, el simple hecho de hacerlo sabiendo que el venía fue estúpido de mi parte.

Me senté en la cama con un poco de malestar en mi cuerpo, debía ser los efectos, así que no le di mucha importancia, cuando decidí levantarme la puerta de mi habitación se abrió.

—¿Qué crees que haces? Aún estás mal, así que acuéstate de nuevo y deja de comportarte como un niño pequeño.—Alex había entrado y junto a él una bandeja de llena de comida, él se sentó a mi lado con un rostro lleno de irá, bueno, creo que me lo merezco.

—¿Qué haces aún aquí?—Fue lo único que pregunté mirándolo sin mucha gana.

—¿De verdad me preguntas eso? No te iba a dejar solo después de lo que hiciste...Además, un amigo me dijo que lo bueno en estos casos es que la persona coma cosas nutritivas así que comete esto y deja de preguntar tonterías—Me entregó la comida que traía consigo, y se recostó a la pared aún sentado a mi lado.

—Muchas gracias, no tenías porque—La verdad, sí tenía hambre y mucha, así que comencé a comer sin problema.

—No eres un chico de malos sentimientos, ¿Por qué haces todo esto?—Las palabras de Alex me hicieron recordar aquella vez , dónde todos mis problemas comenzaron.

—Yo, simplemente lo hago porque me gusta, no te voy a mentir, tampoco quiero quedar bien delante tuyo...Me gusta sentir las sensaciones que provoca en mi cuerpo...Eso es todo—

—No es por eso...Un chico como tú si no tuviera influencia de alguien no hubiera acabado así...¿Me vas a decir por qué de verdad lo haces?—En eso tiene razón, yo nunca hubiera hecho estas tonterías si no fuera por esa persona.

—No tengo porque hablar de estos temas con mi profesor de Ruso—Aparté mi mirada comiendo aquella comida tan exquisita ¿Lo había preparado él?

—Bien, no me digas...Lo único que no quiero que sigas haciendo eso, tu hermana sabía perfectamente lo que hacias en ese baño pero nunca te dijo nada, ni a ti ni a tu padre porque le habías mentido a la cara...Hablé con ella, y me mencionó que le habías dicho que era algo normal, pero solo lo podías hacer tu porque ya eras mayor y ella aún no podía...Y su padre no lo podía saber porque era un secreto entre ambos—

—¡No debiste hablar con ella! ¡Esto es algo que a ti no te interesa!—Me había molestado, si es verdad te puedes molestar pero tampoco este es un asunto para que te metas.

—Es verdad, no me interesa, pero si me interesa que me paguen mi dinero, y si el chico que tengo que enseñar está drogado en un baño o está muerto no podré cobrar nada—Él se levantó de la cama con la intención de irse y yo me levanté tras él.

—¡¿Eso es lo único que te importa?! ¿Y yo qué?...¿Yo no te importo?—¿Qué estaba haciendo? Le había acabado de decir que dejara de meterse en mi vida.

—Eres mi alumno de algún modo me tienes que importar, me tengo que ir, nos vemos mañana en la escuela...Bueno, nos vemos si vas—Queria marcharse y lo detuve tomando su brazo con fuerza, no quería que se fuera, no así.

—De acuerdo, te diré pero no te vayas aún, por favor—Me aferraba a este sin querer soltarlo.—Solo, quédate—

—Bien—Él suspiró girándose para mirarme.—Entonces dime porque haces todas estupideces—

Le solté para sentarme la cama, bajé la cabeza para comenzar a hablar—Yo, solo tenía 13 años y él tenía 24, que estúpido verdad...—

—¿Estuviste con alguien mayor?—

—Yo, no era así, no me gustaba meterme en líos...Cuando lo conocí me enseñó cosas que nunca había hecho, ese chico me comenzó a enamorar lentamente y me dejé caer en sus redes—

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Fue una vez que yo iba hacia el colegio, y lo ví a él sentado en una parte de la entrada, me llamó la atención y decidí preguntar qué hacía allí.

—¿Eres acaso parte del colegio? Nunca te había visto por aquí.—Su mirada era distante pero a la vez cautivaba, él me hacía sentir seguro de alguna manera, su presencia, sin conocerle ni nada, el solo hecho de verle me gustaba.

—No soy de aquí, estaba esperando a alguien pero parece que no va a venir...¿Tú estudias aquí?—Se levantó para dirigirse donde yo estaba.

—Pues si, me llamo Hiro Miyano, un gusto.—Levanté mi mano para saludarle la cuál él tomó con gusto, no sé cómo pero en mí emanó un sonrojo que no me podía explicar.

—Yo soy Reo, un gusto muchacho...Por cierto eres muy lindo, ¿No te gustaría salir conmigo un día de estos?—Su sonrisa hacia a cualquiera perder la razón.

—Aún no te conozco lo suficiente, no sé si mi padre me lo permitirá—

—¿Tú padre? No eres muy grande para pedirle permiso—

—Solo tengo 13 años, todavía no tengo la edad suficiente para decidir las cosas—

—Ohh...No sabía que eras tan pequeño...Bueno, será entretenido—Acarició mi cabeza mostrándome una sonrisa de calma, y bueno yo.

—Iré, dónde tú me digas yo iré—Era un tonto, un completo tonto..

—Que bien, nos vemos mañana, te pasaré a buscar aquí mismo cuando salgas—

Así pasaron los días, yo comencé a escapar de casa y del colegio solo para verle. Me gustaba todo de él, me fuí enamorando, solo quería que ambos pudiéramos ser felices sin ocultar lo nuestro, ya sabes, no quería que lo alejaran de mí....Todo estaba bien hasta que un día, en su departamento, llegué y no lo encontré, entré al baño y allí estaba, con un montón de jeringas tiradas en el suelo, yo me asusté , pero él solo se acercó a mí y me abrazo.

—Todo esta bien no te preocupes, es solo, necesito relajarme—Esas palabras se que me las dijo para que me calmara pero yo sabía perfectamente lo que estaba haciendo...Me aferraba a él llorando si le ocurría algo, no me imagino que sucedería conmigo.

—¡¡Mentiroso!! ¡¿Por qué te estás drogando idiota?!—

—Ja, parece que mi chico sabe lo que pasa...¿Nunca lo has probado verdad?—Él agarró una jeringa del lavabo, montrándomela.—¿Quieres saber que se siente?—

Mi rostro se puso completamente blanco, ¿Qué decía? Lo empuje alejándolo de mi aún nervioso—Que estás diciendo Reo, tengo miedo, me puede ocurrir algo malo si hago eso.—

—¿No confías en tu novio? ¿Crees que quiero que te ocurra algo malo? Nunca me lo perdonaría...Ven, vamos a la cama, te mostraré como se hace.—Tomó mi mano caminando hasta su habitación, mi cabeza se mantenía baja, no sé porque, se en que me estaba metiendo pero no quería decirle que no.

Llegamos a su cama y me sentó en esta, mientras me miraba con una leve sonrisa, saco unas cervezas de su refrigerador y se sentó a mi lado brindándome una.—Te quiero mucho Hiro, tomemos un poco, la noche de hoy será maravillosa.—

—¿Qué quieres decir con eso?—Asentí tomando un poco de esta, no me desagradaba del todo, en cambio me gustaba.

—Quiero decir, que ya estás lo suficientemente preparado como para pasar de ser niño a un adulto—Dejó su cerveza en el suelo recostándose en la cama.

—Yo, también pienso lo mismo...Quiero ser tuyo Reo—Me posicione sobre su cuerpo dejando besos sobre su cuello.

—Aún no podemos comenzar, primero tienes que hacer sentir bien a tu cuerpo...Y luego hacerme sentir bien a mi—Volvió a tomar la jeringa poniéndola sobre mis manos.—¿Quieres hacer los honores?—

Asentí pero cuando fue a ponerla sobre mi brazo, la puerta se abrió fuertemente, Reo me empujó sobre la cama saliendo a ver qué ocurría, y yo me quedé asustado, esto nunca había pasado....Solo, tenía miedo de que fuera a ocurrir.

—¡Maldito pedófilo! ¿¡Qué le querías hacer a mi hijo en tu asquerosa casa!?—La voz de mi padre me hizo sentir aún más miedo, él nos había descubierto.

—¡Su hijo decidió estar conmigo y usted no lo puede prohibir!—De un momento a otro todo quedó en silencio, la voz de Reo no la volví a escuchar y en la habitación entró un policía tomando mi mano y llevándome con él hasta mi padre.

—Hijo...¿¡Estás bien!?, ¿¡Qué te hizo!?—Miraba a todos lo sitios y en ninguno había rastro suyo, lloré y abracé a mi padre desesperado....No podía decirle que su hijo se había convertido en esta asquerosa persona...

—El me tomó y me obligó a estar con él, yo no quería, tenía miedo, miedo a que me pudiera ocurrir algo—

—Tranquilo, ese chico no te molestará nunca más—Mis ojos se abrieron completamente y lo único que me pasó por mi cabeza fue que a lo mejor estaría muerto...¿Cómo pasó todo esto? ¿En qué momento?

Después de ello no terminaba de asimilar que no lo vería nunca más cada vez que salía del colegio recordaba las veces que me esperaba con su sonrisa tan encantadora...Con el tiempo mi padre comenzó a tener más viajes de negocios y yo dejé de ir a la escuela para escaparme junto a mis compañeros para ir a bares a tomar y fumar, comencé a conocer a más hombres pero ninguno quería algo serio ya que les daba miedo lo que les pudiera ocurrir. Mientras que yo, recordaba lo que el dijo una vez, drogarse ayudaba para sentirse bien y yo, le hice caso, cada vez que mi padre salía de viaje me encerraba en el baño y me inyectaba, así pasó y para mí vida se fue convirtiendo en algo normal.

—Eres un imbécil....Ese maldito te manipulaba y tú terminaste siendo igual que él...Si él de verdad te amaba nunca te hubiera influido de esa manera—Mire a Alex, y rei, si es cierto, con el tiempo me di cuenta de ello, porque fue exactamente lo que yo hacía con los demás que salía.—Es una pena...Un chico como tú termine así, me das lastima.—

—Entonces, solo piensa en mi como el hijo del hombre que te paga, yo también me doy lastima pero no quiero cambiar, ya es tarde—Me levanté la cama abriendo la puerta—Es muy tarde llegaras tarde a tu casa, y yo, ya quiero dormir—

Alex se levantó quedándose parado frente mío.—Mañana, quiero verte en el colegio, daré clase nueva y no quiero que faltes—Asentí y él se retiró.

Narra Alex:

Bajé las escaleras sin dejar de pensar en los que me había contado, como alguien puede ser así de egoísta, ese hombre era mayor de edad y aún así se aprovechó de un niño que no tenía maldad alguna, y miren como terminó...Joder, Hiro, no quiero que sigas así, terminarás mal...Solo, maldita sea....Caminé hasta la puerta viendo a la pequeña sentada en la sala jugando con sus muñecas, me despedí pero antes caminó hacia mí con un rostro de curiosidad.

—¿Mi hermano te hablo sobre Reo?...Sabes, fui yo quien se lo dijo a papá ¿Lo hice bien?—Sonrie poniéndome a su altura.

—Lo hiciste muy bien, pero, no soy yo quien te lo debería de decir—

—Mi hermano siempre se mete en problemas con hombres mayores que él, se lo he dicho un montón de veces, si papá se llega a enterar de las cosas que hace con esos hombres terminará muy mal—

—¿Acaso tú hermano trae a esos tipos acá? ¿Contigo delante?—No sé porque pero me llene de irá cómo puede ser tan imprudente, es su hermana menor y aún así sabe las cosas que hace su hermano con otros hombres.

—Siempre lo hace pero por alguna razón se terminan marchando, nunca sabré porque lo hacen, es como si tuvieran miedo de algo—

Suspiré y miré de nuevo a la niña, me levanté y abrí la puerta—Pequeña, me tengo que ir ya, mañana volveré para darle clases a tu hermano, adiós pequeña—

—¡Adiós señor Alex!—

Estaba en mi camino rumbo a mi departamento, de mi cabeza no salía ese chiquillo, si que era un cabeza hueca, escapa de clases o no va, toma, fuma, se droga, se acuesta con hombres mayores de edad, si que tiene un gran historial para ser aún un niño...Joder, si Gael fuera así juro que lo mataría, a él y a los hombres con los que esté....Pero con Hiro, no lo quiero matar a él, sino a él imbécil que lo convirtió en lo que es...Lo bueno es que su padre ya se encargó...Sonríe entrando a mi casa, ese niño es un completo tonto...Pero sabe cómo atraer a las personas y eso no se lo enseñó su exnovio, sino que fue esa manera de conquistar lo que lo atrajo hacia él.

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