18 Funeral

Mientras mirábamos la película, Jonathan y Leonel se jugaban

bromas entre ellos dos para hacerme reír, lo cual estaba funcionando.

Pero a la mitad de la película, Leonel salió sin decirnos

nada y media hora después el teléfono sonó. Tome la llamada un poco temblorosa

porque ya sabía que era lo que me iban a decir.

–Señorita Michelle soy el oficial Alfredo, me temo que tengo

muy malas noticias para usted.

Sus padres han fallecido... Su madre murió por una

sobredosis y su padre intento llevarla al hospital pero terminó estrellándose

contra un tráiler. El auto quedo totalmente desecho, y uno de los restos le

perforo el pulmón.

No podía creer fue exactamente como lo había dicho Leonel.

–Señorita ¿está ahí?

–Sí, perdone oficial.

–No se preocupe es normal que las personas no sepan

responder después de una noticia así. Sé que esto es muy doloroso, pero como es

la única familiar necesitamos que venga a reconocer los cuerpos para que pueda

llevárselos y darles sepultura.

–Está bien oficial iré mañana a primera hora.

A la mañana siguiente, Jonathan y Leonel me acompañaron a la

morgue para el reconocimiento de los cuerpos.

–Si son ellos oficial.

–Venga por favor necesita llenar unos papeles.

–Sí, voy.

Terminamos de hacer el papeleo. Él dueño de la morgue se portó

muy amable conmigo, me ayudó a organizar el velorio y el entierro. Después de

sepultarlos, Caminábamos en silencio por el panteón.

–Leonel, ¿Es cierto que cuando nacemos ya está escrito nuestro

destino?

–En verdad quieres hablar de eso Michelle.

–Si.

–Pero antes de todo hay que desayunar, no crees Leonel.

–Jonathan tiene razón Michelle. Tienes que comer.

Entramos a una cafetería, y Jonathan ordeno para los tres.

–Respecto a tu pregunta Michelle. Te voy a responder pero se

supone que no se lo debo de decir a nadie.

En realidad no. Cuando nacemos no venimos con un destino ya

marcado, ese lo formamos con nuestras propias decisiones. Para hacértelo más

claro, cada vez que tenemos que tomar una decisión, se habré un sin fin de

posibilidades de acuerdo a la decisión tomada, y siempre es así; por eso dicen

que nuestro destino lo forjamos nosotros mismos con nuestras propias

decisiones.

Lo que sí es verdad, es que la muerte si está escrita, sean

cuales sean las decisiones que tomates todas te llevaran a la misma muerte.

–Entonces no estuvo escrito desde un principio que yo

estaría siendo atormentada por un demonio.

–Así es, eso fue ocasionado por ti.

–Ya veo.

–Michelle, te encuentras bien.

–Si Jonathan, estoy bien.

Terminamos de comer y me fui a mi departamento, al parecer

esta vez lo entendieron, me dejaron sola. No sé ni que hacer, aun no sé cómo

terminar con la maldición que tengo encima, tal vez si mi abuela siguiera aquí,

ella me podría decir como terminar con todo esto ya estoy cansada de

esconderme. Tal vez debería de suicidarme y darle lo que quiere a ese demonio.

Si claro como si tuviera el valor para hacerlo.

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