15 Un Nuevo Problema

–Pero aun así, siento que sufrirán mucho.

–Michelle...

Sin darme cuenta me tomo de las manos.

–Sabes una cosa. Todo lo que hacemos no lo pagamos del otro

lado, en realidad no hay cielo ni infierno, esos dos lugares están aquí en la

tierra.

Aquí vivimos momentos tan maravillosos que nos hacen sentir

en el cielo, y momentos que nos hacen pensar que estamos sufriendo en el

infierno. Tú y yo sabemos perfectamente que tus padres no son unas blancas

palomas, han llevado una vida de pecados constantes y el dolor durante la

agonía antes de morir es equivalente a todo lo malo que has hecho en toda tu

vida. Y perdóname que sea así, pero se todo lo que te han hecho desde la niñez,

sé que por su adicción estuvieron a punto de venderte a un pedófilo. No se tu

pero yo en tu lugar los odiaría con toda mi alma.

–Sabes antes de conocerte, de hecho antes de que muriera mi

abuelo, solía pensar así, pero ella me dijo que no los odiara, que había algo

que siempre les debía de agracer y eso era el regalo de la vida, sin ellos no

estaría aquí y no te habría conocido.

–Bueno eso es bueno, pero no suficiente para limpiarlos de

todos sus pecados. De hecho quería proponerte que uno de ellos dos tomara tu

lugar. Podemos hacer el ritual esta tarde antes de que mueran.

–No te enojes por lo que te voy a decir pero estoy en

desacuerdo contigo, nunca en mi sano juicio condenaría a alguien a sufrir lo

que me espera después de la muerte, ni por mas mala persona que haya sido.

–Bueno es tu decisión, yo no te puedo obligarte a nada que

no quieras.

–Te agradezco mucho que me comprendas.

–Ya es hora de irnos, las clases están por comenzar. Nos

vemos en la tarde.

– ¿En la tarde?

–Sí, ¿Vas a despedirte de tus padres verdad?

–Sí, si lo haré.

–Quiero acompañarte, déjame estar a tu lado por favor. No me

importa que también vaya Jonathan.

–Por mí no hay ningún problema.

–Bueno, nos vemos, adiós.

–Adiós.

Las clases por fin terminaron, pero no se como decirle esto

a Jonathan. Creo que en la noche se lo contare todo. Espero y no me tome a

loca. Comenzamos a guardar nuestras cosas en la mochila.

–Jonathan, voy a salir con Leonel.

– ¿y eso porque?

–Es un poco extraño ahora, pero te lo contaré toda esta

noche.

–Y a donde irán.

–Iremos a ver a mis padres.

Y quiero saber si tú también quieres ir, ellos son difíciles

de tratar y quiero que también tú me acompañes.

–Si por mi está bien, pero que tiene que ver Leonel en todo

esto.

–Eso te lo explicaré esta noche, solo por favor teme

paciencia.

–Está bien, no te preocupes, yo confió ciegamente en ti.

–Gracias Jonathan.

–Señorita Michelle, puede acompañarme a la dirección un

momento.

La voz del profesor me tomo por sorpresa, espero y no sea

nada malo.

–Jonathan, Leonel nos está esperando afuera, podrías decirle

que bajo en un momento.

–Si no te preocupes.

–Vamos señorita.

–Si profesor, ya voy.

No sé si será porque ya antes me han llamado la atención por

culpa de las cinco odiosas pero presiento que la llamada del profesor no es

para nada bueno.

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