8 La vida de Jonathan

–Espera un momento, ¿cómo es que tú conoces a mi abuela?

Quien eres en realidad.

– ¿En verdad quieres saber?

– ¡Si! Por eso te lo estoy preguntando.

–Tal vez estas mejor sin saberlo.

–ESO PIENSAS, SOLO TE DIRÉ UNA COSA. O ME DICES LA VERDAD O

ME VOY DE AQUÍ

–Ya tranquila, te lo diré. Yo soy un vecino de tu abuela.

Vivía en la casa de enfrente. Cuando cumplí 15 mis padres murieron de una

extraña enfermedad.

– ¿Los dos juntos?

–Sí, ellos solían viajar por negocios y contrajeron la

enfermedad en uno de sus viajes por África. Pero desde los 10 años visitaba a

tu abuela, por lo general era ella quien me cuidaba cuando mis padres no

estaban. Y fue la que se hizo cargo de todos los preparativos del funeral de

ellos. Fue la única que siempre me apoyo, la que siempre estuvo a mi lado.

–Lo siento no era mi intención hacerte recordar cosas

tristes.

–No son cosas tristes. Porque ellos sonreían todo el tiempo,

entonces yo siempre que los recuerdo sonrió, porque no les hubiera gustado

verme triste.

Pero hace un año tu abuela cayó enferma, y la niña que la

visitaba cada año y con la que jugué en varias ocasiones estuvo con ella todo

el tiempo y yo igual. Pero eras y eres muy distante, es muy difícil romper ese

escudo que formas no permites que las personas estén a tu lado y siempre cargas

con tus problemas sola. Un día que saliste a comprar medicamento, tu abuela me

dijo que me pediría un favor.

(–Jonathan por favor cuida de mi querida nieta, es lo único más

importante que tengo en mi vida, y me duele saber que ya no estaré más a su

lado, necesito que por favor estés siempre con ella y que la apoyes, ha tenido

una vida muy difícil y no confía mucho en la gente, todo porque las personas

que debieron de darle esa confianza no lo hicieron y solo la lastimaron. Te

entrego los papeles que me dejaron tus padres, ellos tenían un seguro de vida

que cubre perfectamente tu educación y sobra para vivir un tiempo en lo que

encuentras trabajo, las escrituras de la casa, ellos no confiaban mucho en tus

tíos, así que me dejaron todos los papeles a mí. Ya será tu decisión si te vas

a vivir con ellos después de esto, solo que si lo haces no les digas nunca que tú

tienes todo esto o te lo quitaran. Y por favor no olvides tu promesa, sé que

algún día te casarás y tendrás tu propia familia, pero por favor cuida de mi

nieta hasta entonces. Eres un buen chico y yo sé que ella te llegara a apreciar

mucho.

–Si señora, se lo prometo.)

-Esas fueron las últimas palabras que me dijo tu abuela,

después de eso ella empeoro y ya no me permitiste estar a solas con ella.

Después de eso viví dos años más en ese pueblo, mis tíos me

insistieron mucho para que me fuera a vivir con ellos, pero tu abuela tenía

razón, solo les interesaba el dinero, siempre había sido así, solo visitaban a

mis padres para pedirles prestado. Deje todo en orden con el licenciado de tu

abuela, tu casa y la mía están seguras allá. Se les instalo un sistema de

seguridad para que no sean robadas, y después de eso te busque, pero solo sabia

en que ciudad, pero no sabía dónde exactamente vivías, no fue fácil

encontrarte, hasta que un día te tope de camino a la universidad, y así fue

como pude llegar hasta ti.

Esa es la razón por la que me he estado entrometiendo en tu

vida.

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