5.- Sin palabras

Ese idiota soy yo... dice Roger.

Disculpe UD. Pero verá que el susto que me dio era para mucho más que llamarlo idiota... Dijo Amalia más colorada qué tomate. Por la metida de pata.

Estamos a mano entonces señorita, Ud. por llamarme idiota y yo por haberla asustado tanto.

Bueno ya veo que se encontraron... Interrumpe Fernando.

Como le iba diciendo Sr Smith, le presento a la señorita Amalia Santana , ella es encargada de mis mejores ejemplares y es la veterinaria de mi rancho.

Amalia te presento al Sr. Roger Smith él es el CEO del aras Stuttgart de Londres.

El està aquí para ver un semental para llevar a su país.

Se dieron la mano, él sintió una electricidad recorrió su espina dorsal, nunca antes le había pasado algo así con una mujer. No entendía porque le había pasado algo así.. Si a simple vista ella no era de su tipo... Mas bien la encontró desaliñada y poco femenina.

Amalia lo miro extrañada, cabe mencionar qué ella no tenía experiencia alguna con hombres siempre les hizo el quite cuando se les acercaban, ya para ella era más importante los estudios que de andar de novia por ahí. Decía que solo serian una distracción.

Se sentaron y continuaron la plática. Llegaron acuerdo de que Roger fuera al rancho y así veía los pura sangre que tenía, y así pudiera elegir el mejor.

Al día siguiente llego Roger al rancho, Fernando le dio un recorrido por las instalaciones, en eso ven a lo lejos a Amalia qué venía montando uno de los caballos, lo hace regularmente para que los caballos no se estresen.

Roger quedo maravillado con lo que veía. Amalia estaba vestida con unos jeans ajustados una camiseta de pabilo , así se podía apreciar las curvas de ella.

Un pensamiento se le pasó por la mente... Con gusto me llevaría esta potra a mi país para domarla. Se quitó rápidamente esos pensamientos cuando Fernando se da cuenta de las miradas de Roger... Será mejor que continuemos, dijo Roger .

Si es lo mejor dijo Fernando.

Siguieron con el recorrido, Amalia ya había llegado a su consulta se puso su delantal de veterinario y se hizo una cola alta. Llevo con ella los expedientes de los mejores ejemplares y se fue a las caballerizas donde se encontraban ellos.

Buen día, señores... Dijo Amalia.

Buen día, señorita Amalia... Dijo Roger.

Buen día, Amalia... dijo Fernando con una sonrisa.

Amalia le mostró los mejores caballos y los expedientes de cada uno.

Roger la escuchaba con mucha atención.

Terminado el recorrido. Roger pide que quiere ver un caballo en la pista de carrera. Elige uno caballo negro azabache muy hermoso.

Amalia le dice... Que en estos momentos no se encontraba el entrenador qué los entrenaba. Pero con gusto ella lo haría.

Tanto Roger como Fernando quedaron asombrados del ímpetu de la chica. Fernando nunca la ha visto correr en pista, solo cabalgar por el rancho.

Amalia se fue a cambiar colocándose un traje de jocketa. Pidió que preparan el caballo y se fueron a la pista.

Amalia se fue a la pista. Se puso en posición, subieron banderas y partió.

Amalia y el azabache tomaron gran velocidad a pocos minutos ya habían llegado a los 1000 metros.

Fernando y Roger no podían creer lo que habían visto.

Realmente quedaron sin palabras.

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