Capitulo 4

~Es lo que hace una hermana mayor~

Alejandro comienza a molestar aún más a Sander y le dice todo tipo de cosas. Esas eran unos de los pasatiempos de Alejandro, le gustaba molestar a Sander y si lograba que su amigo se pusiera rojo era una victoria para el.

En eso Sander saca un papel de su mochila, estaba doblando y al volver a incorporarse en el asiento abrió el papel y aclaro su garganta.

Alejandro estaba confundido de lo que estaba haciendo Sander, pero se lo veía serio así que dejó de bromear y puso atencion a lo que decía su amigo.

—E...Esto -dijo nervioso- có...cómo te has dado cuenta, baje de peso... Y no hay razón para eso, solo lo hago porque es mi decision hacerlo, no es por alguien en especial, solo es por mi...

Termino de leer la carta para que en unos segundos mire el rostro de Alejandro que está con cara de "¿es en serio?" Sander miro confundido a Alejandro, esa no era la reacción que esperaba de su amigo Alejandro.

—¿Solo por eso? pensé que era por una chica.

—No, no lo es...

—...No te creo para nada Sander, es por una chica, si haces esto es por alguien que te gusta.

—No, no lo hago por eso.

—Si, si claro, mira solo encuentra a alguien que le gustes tal como eres, no cambies solo por qué a ella no le gustes asi.

—Ya lo sé, pero yo si quiero cambiar, lo hago por esa persona.

Alejandro sonríe y le da un golpe en la mesa y dice —¡Ajá! lo sabía, sabía que te gustaba alguien.

Sander se tapo la boca, pero ya era demasiado tarde, ya lo dijo, no había vuelta atrás. Alejandro sonreía victorioso, por fin supo el secreto de su amigo.

—Dime quien es la chica, lo mantendré en secreto, lo prometo -dijo Alejandro.

—Ya te dije que no lo hice por una chica, solo lo hice porque tomé esa decisión. -respondió Sander.

—Tu no me engañas, es por una chica Sander y averiguaré de quién se trata.

Sander se ríe ante la respuesta que Alejandro le dió, puede que si lo haga, pero no podrá descubrir de quien está enamorado.

Los días pasaban y Alejandro le costaba averiguar a quien le gustaba a Sander, su amigo era callado y no decía mucho de si mismo, pero aún así trato de averiguar algo.

Sander guardaba silencio lo que hacía Alejandro, en su interior se reía como su amigo se desesperaba por saber quién era esa persona.

—Es mejor que te rindas Alejandro, no lo vas a descubrir -dijo Sander guardando sus cuadernos en su mochila.

—Puede que sea difícil, pero no me voy a rendir, encontre a esa persona.

—¿Y si la encuentras? ¿Que harás?

Esa pregunta dejo en shock a Alejandro, más bien fue una buena pregunta ¿Que haría después?, eso no se le había pasado por la cabeza.

Por un lado quería molestarlo cuando a esa persona que le gusta Sander este cerca, molestarlo de algún modo como lo hacen los amigos. Pero por otro lado no quería describir quien era esa persona, no sabía por qué ese extraño sentimiento lo ponía tan triste y algo molesto.

—Molestarte con esa persona -respondió Alejandro- cómo lo hacen los amigos.

—Oh, claro... -dijo Sander con un tono decepcionante.

Los dos se quedaron en silencio, tomaron sus mochilas y salieron del salón sin decir ninguna sola palabra. Hicieron lo mismo que los otros días, se despedían y se iban a sus casas por separado.

—Bueno, no era la respuesta que esperaba, pero tampoco iba a decir algo así -Pensó Sander- Somos amigos y no debo arruinar esta amistad.

Sander va caminando hacia su casa, pero se encuentra con Simón quien parece estar esperándolo. Sander nervioso baja la cabeza un poco y camina hacia adelante como si no lo hubiera visto.

Pero en eso Simón comienza a perseguirlo con una mirada intensa que le hace temer a Sander, este comienza a dar pasos rápidos para que no se le acerque, pero Simón agarra el paso de Sander.

Sander estaba muy asustado, pensaba en un millón de cosas en las que Simón podría hacerle, hace mucho que Simón no molestaba a Sander por qué Alejandro siempre estaba cerca de Sander y eso le molestaba mucho.

—Tanto confías en ese chico nuevo -dijo Simón captando la atención de Sander- ¿Por qué confías tanto en el?

—Bueno... Nos fuimos conociendo poco a poco -Dijo nervioso.

—¿Solo eso? ¿Crees que es un buen chico? No pensé que confiaras en el tan rápido -se burlo a lo último Simón.

—...El... el no es malo -respondió Sander- No hables así de el si no lo conoces.

Lo que dijo Sander hizo enojar a Simón. Lo miro furioso y Sander retrocedió hasta topar con la pared de alguna casa, Simón abrió la boca para decir algo, pero fue interrumpido por un puñetazo en el rostro.

—¡Ahg! -Simon cayó al piso y miro a la persona que lo había golpeado.

Era una chica, muy bonita, su cabello lacio y sus ojos color miel, parecía una chica delicada, pero no era así, el puñetazo que le dió parecía que le había roto la quijada.

—¿Estás bien? -dijo la chica mirando a Sander.

—Si, estoy bien hermana -dijo Sander sorprendiendo a Simón.

Está chica bonita es la hermana de Sander ¿Cómo esto era posible? No se parecen en nada de nada.

Eso le sorprendió a Simón, creía que sabía todo de Sander, pero al parecer no fue así.

La chica mira a Simón y se acerca a el, Simón retrocede unos cuantos pasos.

—Si te veo cerca de mi hermano tendrás consecuencias, te prometo que te romperé todo lo que se llama cara.

Amenazó a Simón y se llevó a su hermano sin antes darle una última mirada amenazante.

—Si te vuelve a molestar avísame, ya sabes que tu hermana está contigo.

—Estoy bien hermana, muchas gracias.

—¿Te ha molestado antes ese chico? -pregunto su hermana.

—...

El silencio de su hermano fue muy largo por lo que frunció el ceño completamente y maldijo a Simón en su cabeza.

En eso Sander abrió la boca y dijo —No, ya no me molesta, tengo a alguien que me protege en la escuela.

Su hermana se vio sorprendida ante eso, pero lo que más le sorprendió es que las mejillas de su hermano se tornaron rojas, era como si estuviera enamorado.

—¡No! -Exclamo su hermana haciendo que Sander la viera sorprendido.

—¿Que pasa? -pregunto por curiosidad.

—Estás enamorado de alguien ¿Por qué? -respondió su hermana.

El rostro de Sander se torna rojo hasta las orejas.

—Bueno y eso que tiene de malo, es normal ¿No?

—Si, pero no quiero que te enamores, imagínate que esa chica te separe de mi y de mamá, si te todo de mi.

—No lo hará, los dos estaremos juntos ¿Está bien?

—¿Y si no es así? ya verás que en unos meses te lleva al otro lado del país para no vernos nunca más, no podré soportar eso, todavía eres mi pequeño hermano.

—Lo se, pero no me voy a ir sin ti.

—¿Seguro?

—claro que si hermana, es más te lo prometo.

—Bueno si es así, si -dijo feliz- entonces puedes tener novia y tendrás que presentarmela para decirle cuáles son las reglas y condiciones de salir contigo.

—A veces creo que exageras.

—No exagero, eso es lo que hace una hermana mayor.

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