Secretos

Después de salir de la universidad, Elliot llevó a Clarise a su nuevo departamento pues después de haber recibido aquel mensaje tuvo que cambiar su residencia por cuestiones de seguridad.

- Clarise, aún hay algo que no entiendo.- comenzó a decir el albino. - ¿ Por qué si estás casada no vives con tu esposo ? -

Clarise quién estaba abriendo la nevera para sacar un par de bebidas detuvo su acción unos segundos, tomó un par de botellas con agua y lanzó una a su amigo para después sentarse sobre la encimera de la cocina llena de cajas por todos lados.

- Mmm , es una buena pregunta, la verdad es que me casé con él pero solo lo he visto una vez. - dió un sorbo al agua. - además olvide que aquella también era mi casa. - se encogió de hombros.

Elliot escupió el agua en su boca por la sorpresa de las palabras dichas por la joven, la miró con asombro y pronto comenzó a reír.

- Ja ja ja , eres realmente un caso, ¿ olvidaste que era tu casa ? , ¿ hay algo más ilógico que eso ? , diablos Clarise, ¿ cuántos secretos más guardas ? - Dijo divertido, más después de considerarlo se dió cuenta de que realmente no conocía mucho a su amiga.

Lo único que sabía de ella era lo poco que ella le había contado y que de repente decía, sea como sea , para Elliot ; Clarise era y seguiría siendo su amiga sin importar que.

La joven bajó de un salto y se colocó al lado de Elliot, una parte de ella quería contarle su historia, pero luego recordaba lo que había vivido y el por qué no confiaba en nadie tan fácilmente y permaneció en silencio.

- ¿ Sabes ? , la vez que me he encontrado con Ariel me ha parecido un buen tipo. -

- ¿ Ariel ? -

- Sí, Ariel Mack. -

Nuevamente el sorbo de agua de Elliot terminó en el suelo, esta vez por aquel nombre.

- ¡ Ariel Mack ! , el casi monje de ciudad Mar, ¿ Qué relación tienes con él ? -

- Es mi esposo . - Respondió Clarise mientras ponía sus ojos en blanco.

- Tu, tu , tu esposo. - Dijo Elliot con dificultad, ¡ Definitivamente no conocía a Clarise ! .

Clarise le contó a Elliot cómo fue que se casó con Ariel y el hecho de que no se habían visto ni una sola vez, entonces el comprendió el por qué su amiga olvidó que aquella era su casa y su estado civil, pues siempre solía decir que estaba soltera.

Mientras el par de amigos platicaba amenamente, Ariel se encontraba reunido con un investigador privado ya que no había encontrado información de Clarise por ningún lado lo que incluía su dirección.

Después de hablar con el investigador recibió una llamada de su abuela diciendo que Clarise estaría en la vieja mansión esa noche.

- Entiendo abuela, estaré allí. - Dijo antes de terminar con la llamada.

Una sonrisa se formó en sus labios pues no conseguía sacar de su mente a la joven, se dió prisa en terminar su trabajo y a las siete en punto estaba saliendo de su oficina para ir a la vieja mansión cuando una joven chocó contra su pecho dejando una marca de maquillaje en su traje.

- Lo, lo siento no fue mi intención. - Dijo la joven apenada.

Ariel desabrochó el saco de su traje y se lo quitó, la joven se sentía demasiado avergonzada para levantar la vista, más al notar los movimientos de Ariel se armó de valor y se atrevió a mirarlo.

Su madre tenía razón, Ariel era un hombre sumamente atractivo, además de los millones de dólares que poseía, la joven se ruborizó al notar que la camisa blanca de Ariel marcaba su figura, en ese momento se sintió afortunada de ser la futura señora Mack , pues no solo tendría la posesión más deseada por muchas mujeres, sino que también tendría a Ariel solo para ella.

- ¿ Quién eres ? - Preguntó Ariel en tono frío.

- Soy, soy Estela Binnes. - Respondió emocionada, motivada por sus pensamientos descontrolados ignorando completamente la mirada fría de Ariel hacia su persona.

- Emiliano. - Dijo llamando a su asistente detrás de la joven. - ¿ Cómo es que Estela Binnes llegó hasta aquí ? -

Su asistente Emiliano pasó saliva, un escalofrío recorría su cuerpo pues nadie tenía permitido pasar al piso del CEO sin su autorización, arregló su corbata y dijo inclinado su cabeza la verdad.

- Señor Mack, la señorita Binnes dijo en recepción que era su prometida y que tenían una cita sin darle tiempo a la recepcionista de anunciarla. -

- ¿ Prometida ? - repitió Ariel en tono molesto.

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