Capítulo 4

¡Cuando miro al señor Karvell veo que él durmió y decido chequear sus signos vitales! La presión está bien, 11x07, ritmo cardíaco normal, buena tasa de glucosa, no tiene fiebre.

¡No es tan difícil cuidar de él, incluso me avergüenza ganar tan bien y no hacer casi nada! Estoy allí de pie distraída, mirando para el equipo y el señor Arthuro entra diciendo:

- ¡Señora Brandon, Kevin de Recursos Humanos está abajo pidiendo sus papeles para firmar su cartera! ¡Puedes irte que yo me quedo con el señor Karvell!

- ¡Ya voy... gracias, Arthuro!

Bajo y veo a un chico que aparenta tener mi edad, cabello rubio y ojos verdes, debe tener 1,78 de altura y está elegantemente sentado en el sofá con algunos documentos en su regazo.

- ¡Hola, soy Maya Levyle Brandon!

— ¡Soy Kevin Marshall, mucho gusto! ¡Y siento no haber estado aquí cuando usted llegó, tuve algunas admisiones para firmar hoy y se corrió para mí en la mañana!

- ¡Está bien... ¡No sabía que firmarían mi contrato hoy!

Él se arregla y me muestra lo que necesito firmar y pregunta;

— ¿La señora viene en autobús o coche por aplicación? ¡Y me dice el valor de su billete para poner aquí también! ¡No tiene que tener miedo de hablar del valor y el medio de transporte que utiliza! ¡El señor Karvell no es un jefe limitado!

- ¡He utilizado coche de aplicación para venir, ya que es un poco lejos de mi casa! Para venir gasté 25 dólares.

— ¡Perfecto, señora Brandon! ¡Su pasaje caerá en menos de 1 hora en la cuenta que usted puso aquí en ese documento que rellenó! ¡Voy a poner el monto mensual y si tiene algún reajuste avíseme para que pueda cambiar! ¡Usted también tendrá derecho al valor de su comida, ya que a veces necesitan llevar al señor Karvell al hospital para algunos exámenes y su presencia será solicitada para eso! ¿Alguna pregunta o pregunta?

— ¡Ese salario es demasiado alto para la carga horaria en la que trabajo! ¡Quizás podrías bajar un poco! ¡Me pagaban dos veces menos que eso, para hacer lo que estoy haciendo aquí!

- ¡Usted ya firmó el contrato y no puedo hacer ese cambio ahora! ¡Y ese valor es el justo para las tareas que va a diseñar aquí!

- Aún lo creo mucho, pero... hasta Señor Marshall, necesito cuidar del señor Karvell! - Me despido y vuelvo al cuarto y el señor Arthuro dice;

- ¡Niña, está tan limpio que duerme profundamente!

- Señor Arthuro, ¿quién lo cuida? ¿Enfermero o enfermera? - Y Arthuro responde;

- Es un enfermero, Leonard Snow... está en la habitación contigua a la tuya, ¿por qué?

- ¡Necesito hablar con él! ¡Puedes irte... gracias por la ayuda!

¡Él sale y yo voy a la habitación del enfermero y las cosas en esa habitación son absurdas! No necesito ni acercarme mucho para oír todo lo que viene de allá y escucho al tal Leonard hablar;

— Eso... Ve, traga todo... Buena chica. Ahora chupa... Huuummm. Más rápido va... ¿Puedo tener mi placer en su boquita linda? Ay, qué bueno... ¿Lista para mi leche, cariño? Ay, vaya... vaya.

Abro la puerta y una mujer que aparenta tener mi edad saca la boca rápidamente de su miembro y escurre su líquido espeso por todas partes y el furioso dice:

- ¿Quién eres y por qué entraste a mi cuarto así? ¿No ves que estoy ocupado?

— ¡Ahora sí, entiendo por qué lo dejaste con el anestésico directo en la vena! ¡Para poder fornicar con las empleadas de la casa sin ser interrumpido! ¡Soy la mujer que te va a denunciar por sobre medicación en un paciente! ¡Soy enfermera desde hace casi unos años en el hospital de las clínicas y usted no está haciendo su trabajo correctamente! - Él burlándose dice;

- Una enfermera... ¡Entonces, vamos allá y muéstrame lo que hice de tan errado! ¡Tu ahí linda, limpia ese desorden!

Me doy la vuelta y salgo, al llegar al cuarto hablo del acceso que está vencido en el brazo del señor Karvell, ya que solo puede quedarse en determinado punto por hasta 24 horas, después de eso puede endurecer el local causando algo peor. Hablo de la medicina en exceso y él comienza a rehacer todo y cuando acaba dice antes de salir;