Capítulo.....12

Al escuchar lo que Nike decía, solo provocaba un dolor en su estómago...

Harper: ¿Sabes lo que les doy o lo que les manda Artur? Es lo justo que merecen y no pienso discutir de eso contigo... Te pido que te retires.

Nike: Solo recuerda todo lo que hicimos por ti...

Harper: No tienes de qué preocuparte ya que todos los malditos días me lo recuerdas... (grita)

Repentinamente se oye que tocan la puerta, así que Harper abre para ver quién es...

Harper: Mark... ¿Qué haces aquí? (sorprendida)

Mark (observó que esta estaba acompañada, así que omitió lo que diría): ¿Me permites unos minutos de tu tiempo ya que quisiera hablar de un proyecto?

-Nike, al observar al joven en la puerta, decide retirarse de ahí, dejándolos solos...

Harper: Pasa, por favor... (cierra la puerta al observar que su hermano se haya ido por completo para después ponerle seguro y correr a abrazar al chico)

Mark: (corresponde el abrazo) Tranquila, ya estoy aquí... ¿Qué fue lo que te dijo?

Harper: Estoy cansada, harta de todo...

Mark: Mírame, hermosa (toma su cara entre sus manos) puedes confiar en mí y contarme todo lo que quieras...

Harper: Sí, te lo contaré, pero no aquí...

Mark: ¿Por qué no vamos a mi casa y ahí hablamos de lo que quieras y también aprovechamos para que te pueda hacer algo delicioso de cenar?

Harper: Está bien... (tocan a la puerta haciendo que los dos se separen) ¿Quién es? (pregunta ella, ya que no espera a nadie)

Artur: Soy Artur, ¿podemos hablar?

Mark: ¿Quién es? (frunciendo el ceño)

Harper: Es mi representante... y un gran amigo, solo hablo con él y te alcanzo en el estacionamiento para irnos juntos... (lo abraza, para después darle un tierno beso) Voy... (abre la puerta) Hola, pasa, estaba con Mark...

Artur: (este le dedicó una mirada de molestia, la cual ignoró) Hola, mucho gusto, veo que estabas un poco ocupada.

Harper: No, ya habíamos acabado de hablar (sonríe)

Mark: Un gusto, bueno, Harper, nos vemos y gracias por la plática (se despide dejándole un beso en la mejilla, pasando a rozar sus labios mientras le dedicaba una sonrisa de burla a Artur).

Al irse Mark, en la habitación se instaló un silencio descomunal, ya que se notaba un poco molesto Artur...

Artur: ¿A qué vino ese niño?

Harper: ¿Sabes que es de tu misma edad? Y solo vino a invitarme a un evento...

Artur: ¿Eso lo debería tratar con tu hermano?

Harper: Hablando de eso, estoy pensando en quitarle ese trabajo y mandarlo de regreso a México junto a sus padres...

Artur: ¿Cómo? ¿Y por qué?

Harper: Quiero que veas la forma de darles una cantidad bastante cuantiosa para que dejen de molestarme y que ya no me pidan nada, quiero olvidarme de ellos...

Artur: ¿Pero son tu familia?

Harper: Te equivocas, ellos nunca han sido una familia para mí, solo me apoyaron para poderme exprimir el dinero que ganaría...

Artur: Sí, así lo quieres, así será... Pero hablando de otra cosa, ¿te invito a cenar esta noche?

Harper: Lo siento, pero estoy muy cansada y prefiero irme a acostar...

Artur: Está bien (se acomoda el saco para después mirar su reloj). ¿Matías vendrá por ti o quieres que te pase a dejar a tu departamento?

Harper: Iré en taxi... Quiero estar sola y, por favor, no quiero discutir sobre eso...

Artur: (resopla, pasando sus manos entre su cabello) Está bien, me voy, cualquier cosa que quieras me marcas...

Harper: Está bien, gracias.

Mira como sale aquel hombre alto, con un cuerpo de infarto por aquella puerta, para después tomar sus cosas y salir corriendo hacia el estacionamiento, donde lo miro irse en su coche para después salir hacia una Jeep negra, en la cual estaba al volante Mark, quien reía de la forma en que corría la chica...

Harper: ¿De qué te ríes? (colocándose el cinturón)

Mark: Eres única... (sonríe, mientras pone el coche en marcha) Y me río de lo chistosa que te veías al correr...

Harper: Te perdono porque traigo los pies muertos (sacándose los zapatos).

Mark: Coloca tus pies encima de mis piernas, te daré un masaje...

Harper: ¿Pero vas manejando? ¿No te puedes distraer?

Mark: Hazlo... No te preocupes.

Harper hizo lo que le indicó Mark, quien comenzó a masajear sus pies suavemente mientras tenía la vista en el camino al ir conduciendo. Harper disfrutaba cada toque de aquellas manos en sus adoloridos pies, sin darse cuenta de la situación en la que estaba Mark, quien pedía a gritos que el camino a su casa fuese más corto.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***