Un malentendido

Elsa está en compañía de Nina, son mejores amigas desde la tierna infancia. Son como dos hermanas, en las buenas y en las malas siempre están juntas.

Elsa está sedienta de estar con un hombre rico sin importar la edad, hace todo lo posible para seducirlo y lo logró, o así parece ser gracias a los trucos sucios como se ven en las novelas. Ella está de regreso a casa, está muy efusiva, algo tiene que decir.

- ¡Nina! ¡Nina! – grita por todos lados, necesita de ella - ¡Nina! ¿Dónde estás?

Nina sale de la cocina, tiene puesto un mandil, está preparando el almuerzo.

- ¿Qué pasa? ¿Qué necesidad hay de gritar tanto?

- ¡Ay, amiga! No sabes la última. - No podía controlar sus emociones.

- ¿Qué pasa?

- Adivina ¿Qué?

- Soy mala adivinando. Dilo de una vez – le preocupa más lo que tiene sobre el fuego.

- Por fin lo logré. Lo logré amiga, ahora Teodoro es todo mío.

Nina fue indiferente, a ella muy poco le importa su relación con el tipo ese.

- No te emociona saber que serás tía.

- ¿El vejestorio es el padre, ya lo sabe? - eso la dejo perpleja.

- Todavía, quiero organizar una cita para decirle que tendremos un hijo.

- ¿Vas a parirle un hijo, a ese que podría ser tu padre?

- Amiga, así es como se tratiene un hombre. – su habla desdeñosa es para hacer sentir mal a Nina. – le das un heredero varón y ellos felices te tratan de reina.

- Aterriza y come. – su indiferencia desanima a Elsa.

- Sí, claro. Cómo tú no tienes quien te haga sentir mujer, no tienes con quien hacer el amor, estás celosa y lo camuflas bien.

Nina pone los ojos en blanco y entra a la cocina para hacer los platos.

Elsa envía un mensaje a alguien cuyo nombre es Andrea.

Elsa

- Amiga, listo. Nina ya sabe lo de mi embarazo. Ahora hay que preparar el terreno para decirle a Teodoro que estoy embarazada.

Andrea

- Si amiga. Estoy contenta, después de cinco años e innumerables intentos.

Elsa

- La perseverancia es la clave del éxito.

Andrea

- Pero has gozado del hombre, hasta el cansancio.

Elsa

- Lo importante es que con el niño podré ir a vivir con él y ser la señora Salas.

Nina llama a la mesa.

Andrea

- Suerte, amiga; yo pronto lo tendré.

Elsa

- Nina llama a la mesa para comer. Nos comunicamos luego.

Por otro lado, Teodoro Salas se prepara para un viaje de negocios. Está con su secretaria, el vicepresidente y su guardaespaldas para dar las últimas indicaciones.

-Señorita Rosa, iré a un largo viaje de negocios, según los informes tendremos demasiado trabajo, avise a su familia, que ellos no se vayan a preocupar. Te doy el permiso para que vayas a tu casa a poner en conocimiento a tu familia y preparas tu maleta con todos tus papeles.

La secretaria se disculpa para ir a su casa y estar lista para viajar. Teodoro sigue con las indicaciones.

-Lucas, vas a estar solo en la central América. Pero todos los meses me mandas el resumen de cómo se mantiene la empresa. Me voy con tres guardaespaldas, te dejo los otros dos. Pero Guillermo - mira a su guardaespaldas más bravo – sigue vigilando a Nina, sea cual sea el horario mantenme actualizado. Si alguien se atreve a hacer algo, ya sabes que hacer, pero algo más, en mi ausencia vas a acortar el meñique a cada uno que se atreve a hacer algo a Nina y a cada dedo su informe, el original se queda con el dedo y la copia me la mandas.

- ¿El dedo meñique tiene que estar en frasco con formol o momificado? - Su voz es ronca y profunda.

- Momificado.

- ¿Si la señorita Elsa viene a buscarlo a usted en su residencia y / o en la oficina?

-Elsa no es nadie, por lo tanto, tiene que ser ignorada, no tiene por qué saber que hago. - Es muy enfático en eso, siempre se pone así cada vez que escucha de nombre. – Solo quiero noticias de Nina. Si resulta que alguien le logra sacar un cabello a Nina, lo matas.

- Claro y entendido.

- Confío en ti.

- Descuide, señor presidente. Ella estará bien protegida.

Ese es Teodoro Salas, un empresario muy influyente que está dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de proteger a Nina, eso implica tener que comportarse como mafioso. Es un hombre de sesenta y cinco años, pero tiene un físico de roble. Inició en el mundo de los negocios muy temprano, años después fusionó su empresa con la herencia de Zeus ya que éste era muy joven para dirigir, luego con el tiempo contrató a Lucas y tan enfocado en el trabajo que nunca prestó atención en buscar mujer.

Teodoro y su equipo de trabajo salen para la residencia Salas y luego al aeropuerto. No puede dejar de pensar en Nina.: “Nina, mi niña amada mía”, “Solo un poco, un poco más de tiempo y serás mi mujer”. “Haré todo lo posible para conquistar tu corazón”

Por otro lado, Elsa llama por teléfono a Teodoro, pero una contestadora le dice que su llamada será desviada a un buzón de voz. Ella es perseverante y no va a descansar hasta obtener una respuesta satisfactoria. Tanto insistir por nada, se rindió y le dejó un mensaje de voz: “Mi amor, ¿Tanto trabajo tienes que no me puedes dar un minuto a tu mujer? Tengo algo importante que decirte, por favor atiende mi petición. Te amo”.

Teodoro esperó estar en el avión y le ordenó a su secretaria que se encargue de los mensajes de Elsa.

- Rosa encárgate de los mensajes de Elsa, me dan dolor de cabeza, tengo otras en que pensar.

- ¿Qué le digo?

- La verdad y exagera, y si esa mujer insiste hazte pasar por esposa, o qué sé yo, inventa lo que sea, estoy muy ocupado, quiero que ella deje de molestar. Tengo muchas cosas en que pensar.

La secretaria devuelve la llamada a Elsa y espera que el plan funcione. Elsa contesta.

- ¡Aló! ¿Recién te desocupas, mi vida?

- Buenas tardes, el presidente y yo estamos en viaje de negocios.

- ¿Con que derecho te tomas la libertad de usar el teléfono de mi hombre?

- Como le dije, el presidente y yo estamos en un largo viaje de negocios, espero no vuelva a molestar.

La secretaria cortó la llamada. Elsa está furiosa, una mujer está usando el teléfono de su hombre y padre de su hijo y escupe todo el veneno que tiene.

-Con que él tiene otra mujer. Eso no va a quedar así, esa mujer no puede ser mejor que yo. Además, Teodoro tenía ojos hacia Nina, pero veo que también fue desechada. Ese viejo verde me salió Playboy. Pero ya caerás en mi mano cuando sepas que soy la madre de su hijo, te casarás conmigo, y para ello voy a tener que liberar el camino. Lo siento Nina, pero no puedo dejar pasar esta oportunidad de mi vida de ser una mujer rica.

Elsa quiere cumplir sus sueños de ser la señora Salas y con Andrea como aliada, más que suficiente.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***