Capitulo: 2

A las 4 de la tarde suena el celular de Sebastián, era la llamada de su padre avisando que habían llegado a Alemania.

📲 Hijo, te estamos esperando, pero si estás ocupado nos veremos en casa _ Dijo sentado en la sala de espera del aeropuerto.

📱 Padre, no me digas que vinieron en un vuelo comercial _ Pregunto con preocupación.

📲 Si lo hicimos y déjame decirte que me aplastaron mucho, no vuelvo a viajar en sección turista nunca más _ Contestó decaído.

📱 Ya hablaremos de eso en casa, mande un chófer por ustedes, seguro los estará esperando _ Informó a su padre.

📲 Está bien hijo, te esperamos en casa, no regreses tarde, que quiero ver a mi nieto _ Dijo antes de cortar la llamada.

"¿Papi ya llegaron los abuelos?, vendrán a la empresa o se irán a la casa" Preguntó Matías con alegría.

"Nos esperan en casa pequeño, así que ve alistando tus cosas que enseguida nos vamos" Dijo revisando los últimos documentos.

"Ya terminé, esperamos a mi tía o voy a buscarla" preguntó el pequeño.

"Ve por ella, dile al asistente que te acompañe" Dijo Sebastián, porque sabía que su hijo no se iría sin su tía.

Matías al salir vio que el asistente ya lo esperaba en la puerta, ya que tenía que acompañarlo al área de contabilidad.

"Señor Meyer, dice mi papá que me acompañe a contabilidad" Dijo Matías al joven asistente.

"Estoy a sus órdenes joven Matías, quiere caminar o desea que lo cargué" Preguntó con una ligera sonrisa, puesto que a este pequeño no le gusta ser tratado como un bebé y eso le divertía al joven asistente.

"Adal, no me gusta que me trates como un bebé, soy un niño grande, te respeto por ser asistente de mi papá, pero no te pases" Dijo el niño molesto.

Adal sonrió al escucharlo, sabía que este niño no era un niño normal, bueno viniendo de alguien como su jefe era normal que su hijo fuera un niño dotado.

Mateo aparentemente es un niño como todos, pero su inteligencia iba más allá de un niño de su edad, tiene 3 años, pero su comportamiento es como un niño de 10 u 11 años, aunque no tiene ningún parentesco con su padre, su inteligencia es similar, por eso no había ninguna duda que fuera un Petrova, ya que todos piensan que se parece a la madre con la inteligencia de su padre, todos en la empresa le tienen miedo, porque ha logrado hacer despedir algunas personas que estaban asiendo mal uso de sus cargos, todos lo consideraban un pequeño demonio, pero ante los ojos de su padre es el niño más dulce y más tierno que existe, Sebastián sabe de la inteligencia de su hijo, pero se hace el desentendido, puesto que quiere que él disfrutara de su niñez como un niño de su edad.

"Tía vine por ti, por cierto por qué no regresaste a la oficina si ya son casi las 5" Preguntó mirando hacia la oficina del jefe de contabilidad.

Yessenia frunció el ceño, al escuchar a su sobrino como si estuviera regañándola.

"Ya estaba por irme pequeño, solo me faltaba poner en orden los horarios del jefe" Contestó con una ligera sonrisa, cosa que no pasó desapercibida en los ojos del pequeño.

Matías frunció el ceño, sabía que su tía le estaba mintiendo, pero ya hablará con su papá más tarde, no quiere que ese pervertido esté cerca de su tía. Al llegar a la oficina de su papá, el cual estaba alistando su maleta para salir de la oficina, Matías corrió a agarrar su mochila para pararse al costado de su papá.

"Vámonos que papá nos espera en casa" Dijo Sebastián mirando a Yessenia.

"Yo pensé que llegaba mañana" Preguntó la joven.

"Pues no, él llegó hoy a las 4 de la tarde, al parecer la que llegará mañana es mamá porque al señor se le dio por venir en un vuelo comercial" Dijo Sebastián con una ligera sonrisa.

"¿Vino solo?, ¿no me digas, Martín lo acompañó con esta absurda idea?" Pregunto Yessenia con un suspiro, sabía que su padre de un tiempo acá hacía cosas que no era normal en alguien como él y que su trillizo lo acompañaba y apoyaba en todo.

"Es tal y como tú supones, él acompañó a papá en esta aventura" Dijo Sebastián con otro suspiro.

"Papá es malo viajar y con un avión comercial" Preguntó Matías.

"No, no es malo, pero tu abuelo no está acostumbrado a viajar en lugares pequeños y más aún rodeado de muchas personas" Explicó Sebastián a su hijo.

"Entonces por qué no viajó en el jet, acaso se malogró" Preguntó con preocupación.

"No es nada de eso, pequeño, eso lo que tu abuelo a esta edad se siente como un adolescente" Dijo Yessenia removiendo el cabello de su sobrino.

Matías solo asintió y siguió caminando, cuando llegaron al estacionamiento subieron al auto y salieron rumbo a la mansión, mientras Sebastián manejaba, Mateo iba muy pensativo, porque tenía que hablar con su papá sobre el jefe de contabilidad, no quería ese hombre cerca de su tía.

"Papi, por qué no cambias de área a mi tía, creo que estaría mejor en recursos humanos, el gerente de contabilidad no me gusta y creo que mi tía está de acuerdo conmigo, ¡verdad tía¡" Preguntó mirándola como ojos tiernos.

"Te sientes incómoda trabajando con él" Preguntó Sebastián sin mirarla.

Yessenia dio un suspiro, entendía muy bien lo que hacía su sobrino, pero no estaba dispuesta a dejar que se salga con la suya.

"No, claro que no hermano, Antón es un excelente jefe y su secretaria ni que hablar, me explica y enseña muy bien lo que tengo que hacer y me siento a gusto trabajando en esa área" Contestó mirando a su sobrino, con una sonrisa burlona.

"Me da gusto que te sientas bien, Antón es un gerente estricto, pero muy bueno, así que espero que pongas todo de ti para que aprendas lo que él te enseñe" Dijo con una sonrisa, está feliz que su hermana aceptara trabajar como ayudante de la secretaria de su gerente de contabilidad, sabía que esto le ayudaría a superar sus problemas amorosos, porque tendrá su mente ocupada entre el estudio y el trabajo y no tendrá tiempo para pensar en ese sinvergüenza.

"A partir de mañana trabajarás de 2 a 5, no te preocupes, todo estará bien, si pasa algo o te sientes incómoda, no dudes en decirme, sabes que antes que el jefe soy tu hermano" Dijo dando una sonrisa a su hermana que se lo borró cuando escuchó un gruñido de molestia de parte de Matías.

Al llegar a la mansión, Matías vio a lo lejos a su abuelo parado en la puerta esperándolos, ni bien se estacionó el auto, se soltó el cinturón y salió corriendo a los brazos de su abuelo, él sabía que Sebastián no era su verdadero padre y por consiguiente que Jack y Jessica no eran sus abuelos, pero en todo este tiempo ellos jamás le hicieron sentir algún tipo de rechazo hacia él, para Sebastián él era su hijo sin importar el cómo llegó a su vida, y sus padres pensaban lo mismo querían muchísimo a Matías.

"Abuelito, qué bueno que hayas venido a visitarnos, te extrañé muchísimo, dónde está la abuela no vino contigo" Preguntó mirando a todos lados, él sabía muy bien que la abuela llegaría mañana, pero ante los ojos de su abuelo él era simplemente un niño de 3 años.

"Mati mi bebé, yo también te he extrañado muchísimo, no te preocupes por tu abuela que ella llega mañana, pero como yo te extrañaba tanto decidí venir primero para llenarte de muchos abrazos y besos" Dijo Jack dándole besos por todo su cara, Mateo reía por las cosquillas que sentía a causa su barba.

"Abuelito no me des más cosquillas que me haré piss" Dijo Matías entre risas.

Sebastián al verlos sintió una inmensa alegría en su corazón, sabía del amor que su padre sentía hacia su hijo, y no importaba si era o no de su sangre, y eso era algo invaluable para él y demostraba que su padre era un gran hombre.

"Me da gusto tenerte en casa padre" Dijo acercándose a saludarlo con un abrazo.

"A mí también me da gusto estar aquí contigo, hijo mío, y dónde está mi rebelde" Preguntó refiriéndose a Yessenia.

"Aquí estoy papi, estoy muy feliz que estés aquí, no te imaginas cuánto te he extrañado" Dijo Yessenia con los ojos llorosos, Jack al verla se soltó del abrazo de Sebastián, para ir a abrazar a su pequeña.

"No llores mi niña, sí no deseas estar más tiempo con tu hermano, puedes regresar conmigo porque Jessica también te extraña mucho" Dijo acariciándole el cabello, Yessenia al escuchar que regresaría a Rusia inmediatamente secó sus lágrimas.

"No te preocupes papi, que yo estoy bien, me gusta este país y me gusta aún más estar con mi hermano y mi sobrino" Dijo, rápidamente, ganándose un puchero de molestia de parte Matías.

"Ya lo veremos" Contestó Jack, para luego entrar a la casa, seguido por sus hijos.

"Qué bien que hayan llegado, lávense las manos que la cena está servida" Dijo Martín saliendo de la cocina.

"Hermano, me da gusto tenerte en casa, no te imaginas lo feliz que estoy de verte, mm y qué es ese delicioso olor" Dijo Yessenia soltándose del abrazo de su hermano.

"Por lo que veo has mejorado bastante, tan solo el olor hace que mi hambre crezca" Dijo Sebastián, con una gran sonrisa acercándose a su hermano para darle un abrazo.

"Muchas gracias hermano, y sí he mejorado un poco, me tomé el atrevimiento de usar todo lo que había en el refrigerador, que no era casi nada por cierto" Dijo levantando una ceja.

"No me mires, así que hoy por la noche iba a irme a hacer mercado" Contestó Sebastián rascándose la nuca porque se había olvidado de llenar la despensa.

"Bueno, dejemos eso para después cenemos antes que la comida se enfríe" Dijo Jack dando golpecitos en los hombros a sus hijos.

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Aquí les dejo otro capítulo 💞

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Comments

Marta Bedetti

Marta Bedetti

va despacio autora...

2023-10-02

5

Leidism Sivila

Leidism Sivila

Excelente me gustó ☺️... me encanta el coeficiente del bebé se la sabe todas genial

2023-09-28

0

Saida Rondon

Saida Rondon

me gusta

2023-09-19

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