LA GUARDAESPALDAS DEL CEO
CAPITULO 4
Davina Davis
¿Qué? ¿Le molesta, señor?— Lo mire seriamente.
Esteban Reyes
No, no. Solo me sorprende, en serio. —Sonrio.— Nunca en mí vida vi a una mujer siendo guardaespaldas.
Esteban Reyes
¿Quiere leer el contrato?
Davina leyó todo el contrato, sin saltar nada. El sueño de ella, era ser abogada, lo cual estudiaba. Le faltaban un año más y se recibiría. Trabaja de guardaespaldas y estudia abogacia en la mejor universidad del país.
Esteban Reyes
¿Te parece bien el contrato, Señorita Davis?
Davina Davis
Sí. — Miro al hombre—. Puede llamarme Davina.
Esteban Reyes
Bien. — Sonrió amablemente.— Davina.
Esteban Reyes
Viviras en mi mansión. — Informo el.— Ya mandé a hacer una habitación.
Davina Davis
No se hubiera molestado.
Esteban Reyes
Quiero que estés cerca de mi. — Miro a la chica. Esta asintió. Entraron a la mansión y vieron a una chica rubia muy bonita.— Bueno, quiero presentarte a mi hermana menor Ellen Reyes.
Davina Davis
Un gusto, señorita.
Ellen Reyes
— Sonríe.— Ellen. Es un gusto también, señorita ...
Davina Davis
Davina Davis.— Interrumpió.
Esteban Reyes
Ella será mi guardaespaldas.
Esteban iba a hablar cuando su teléfono sonó.
Esteban Reyes
Disculpen, es Juan.
El hombre se fue, no sin antes decirle a su hermana que le enseñe la habitación de Davina.
Ambas subieron las escaleras, se veía hermoso el lugar. La chica veía retratos familiares colgados, una foto de Esteban cuando era más joven.
Ellen Reyes
Es Esteban cuando practicaba esgrima en la secundaria. — Informo.
Ellen Reyes
Aquí es tu habitación, está a dos piezas de la de mi hermano. — Señaló una puerta. — Esa es su habitación. Y la mía está al final del pasillo.
Ellen Reyes
De nada. — Sonrió— Bueno, ¿seguimos recorriendo la casa?
Davina Davis
Si. — Ambas mujeres bajaron y fueron a recorrer toda la mansión.
Era muy hermosa la mansión. Muy gigantesca, pero en fin, muy hermosa.
Ellen Reyes
¿Quieres comer algo?
Davina Davis
No gracias, ya comí. Pero podemos comer más tarde.
Gigi
— Empieza a ladrar y corre hacia Davina. Por segunda vez del día, Gigi la tiró al suelo para darle lamidas en la cara. —
Ellen Reyes
¡Gigi! — Grito Ellen. — Deja a Davina.
Davina Davis
Hola, Gigi. — La acarició la cabeza y Gigi movía su cola.
Ellen Reyes
Por lo visto se conocen. — Miro a la perra— Gigi. — Regaño a la Golden. La agarro de su collar y la saco encima de Davina.— Como lo siento. Es un poco bruta, pero es muy buenita.
Gigi
— Mira a Ellen y le ladra.
Ellen Reyes
Cállese, niña.
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