CAPÍTULO II

Con el pasar de los días, Miles se dio cuenta de que clase de persona era su compañero, si bien no era desordenado, se levantaba temprano todos los días, para ir a correr al parecer.

Y el primer día clase no fue la excepción, cuando él despertó, su compañero estaba saliendo del baño, por alguna razón jamás se cambiaba delante de él,Miles entro al baño, el aroma del champú caro que usaba su compañero seguía ahí.

Ese tipo de cosa eran las que marcaban diferencia en ellos, desde los productos caros que su compañero tenía en el baño, hasta el cesto de la ropa sucia, todo era diferente, el lado de su compañero estaba más ocupado que el suyo, pues él no pudo traer mucho de su casa y solo traía lo básico.

La habitación tenía una pequeña nevera, su compañero solía meter algunas frutas o cosas así, hasta su manera de comer era diferente. 

Se dio un baño rápido y salió, su compañero se había ido para entonces, a veces sentía que este lo estaba evitando, pues de hecho no le dirigía la palabra únicamente que fuera muy necesario, cuando estaban en la habitación al mismo tiempo, este casi siempre traía audífonos, y estaba en el celular, eso hacía sentir a Miles que Cameron lo menospreciaba y la situación estaba empezando a molestarle.

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Mientras tanto Cameron, no sabía qué hacer, para romper el hielo, entre, su compañero y él.

Sentía que este lo odiaba, y último que quería era tener una mala relación con la persona que tendría que compartir habitación el resto del año escolar, así que se limitaba a no interactuar con él. 

A la hora del receso se sentó solo a almorzar, extrañaba a Emily quien era las más extrovertida de ambos, él no sabía cómo hacer amigos, así que solo se puso sus audífonos y se limitó a jugar con la comida, había intentado comerla, pero le pareció algo insípida.

Así que para la hora que sus clases terminaron moría de hambre, salió de la universidad, a buscar donde comer, entre los lugares cercanos, mientras comía solo, se puso a mirar las fotos que su amiga había publicado por su primer día de clases, a veces se preguntaba por que ellos dos eran amigos, si sus personalidades, no se parecían en nada.

Cuando le daba la última mordida a su sándwich entraron varios estudiantes, pero el sitio estaba casi lleno, el único que estaba sentado solo era él, intentaba pasar desapercibido cuando, alguien dijo.

-¿no es ese tu compañero de habitación? – 

Cameron levanto la vista del celular y vio a Miles, junto con su amigo y otros dos chicos, los amigos de su compañero, fueron hacia él,

-¿podemos sentarnos aquí?- señalo las sillas vacías 

-claro, siéntate yo ya me iba – tomo sus cosas fue hacia el mostrador y pago su cuenta, él no era amigo de Miles y no quería que este se sintiera incómodo en su presencia. Pero cuando este llego al dormitorio más tarde parecía molesto con él, ni siquiera lo miro, llego entrando al baño casi azotando la puerta.

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Para el viernes la tensión entre ambos era casi palpable, Cameron sentía que cualquier paso en falso, rompería “la paz” que había entre ambos, ese día tuvo algunas actividades de bienvenida así que llego al dormitorio, cansado y sudado, lo primero que hizo fue tomar un baño, se puso al día con Emily por teléfono y salió a buscar que cenar, eran casi las once cuando su compañero volvió, olía a alcohol, y estaba algo ebrio pues casi se cae antes de llegar a la cama, él fingió no haber visto nada y siguió revisando sus apuntes, pero de reojo vio a Miles ir hacia el baño, también lo vio tomar la toalla que él usaba para lavarse la cara, pero no dijo nada.

-¿esta es tu toalla verdad? –pregunto Miles al salir del baño 

-sí, pero no hay problema –

-¿no te importa que ya la use? –

-está bien puedo lavarla después –

Miles la arrojo al piso – por supuesto que vas a lavarla, como la usarías después de que ya tiene mis gérmenes –

-¿perdón? – Cameron no entendía por qué de repente Miles estaba molesto 

-disculpe su majestad no era mi intención molestarlo – e hizo algo parecido a una reverencia 

Cameron se levantó de su cama y fue a recoger la toalla del piso, cuando se levantó Miles lo tomo del brazo – te crees mejor que todos ¿no es así? – Cameron se zafó de su agarre 

-no sé ¿cuál es tu problema? –

-mi problema es que mi compañero de habitación es un niño rico y mimado, que se siente superior a los demás, porque usa ropa de marca – 

-jamás me he sentido superior a nadie – se defendió Cameron 

-eso no te lo crees ni tú, me has menospreciado toda la semana –

-¿Cuándo hice eso? –

-todos los días, me ignoras todo el tiempo, incluso en esa cafetería, te dio vergüenza que te vieran en la misma mesa que nosotros me imagino –

- he evitado molestarte toda la semana, porque siento que no te agrado, y ahora resulta que eso también te ofendió, ¿Qué debo de hacer para mantenerte contento? Después de todo somos compañeros, y debemos convivir del diario–

-vete de este dormitorio tú no perteneces a este lugar, vuelve a tu mundo y deja de fingir que perteneces aquí, no te das cuenta de que no encajas – 

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Al día siguiente Miles despertó con un fuerte dolor de cabeza, no recordaba mucho del día anterior, vio el reloj sobre la mesita, era casi medio día, alguien tocaba la puerta y eso lo despertó.

-¿Por qué no abres? Es molesto – le riño a su compañero, pero no obtuvo respuesta, la cama de al lado estaba vacía, se sentó confundido, al tiempo que se abrió la puerta, y entro Theo.

-¿A dónde fue tu compañero que se llevó sus sabanas? – pregunto este 

Era verdad, la cama solo tenía un cubrecolchón nuevo que había comprado su compañero para hacer su cama más cómoda, de ahí en más estaba la cama desnuda, se levantó y cuando entro al baño, tampoco vio la toalla que solía estar colgada, pero los demás seguía ahí, así que no presto la menor atención, hasta que al salir vio el cesto de la ropa sucia y también estaba vacío. 

-¿tu compañero se fue? –

-supongo que fue a lavar –

-¿sabe usar una lavadora? -

-no tengo la menor idea y no me interesa, ¿tienes hambre? –

-por eso vine a buscarte, ponte ropa y vamos, hay que curar la resaca –

Al salir se encontraron con el vecino de al lado que volvía a su habitación, Miles lo saludo, este respondió con asentimiento de cabeza, pero después se detuvo.

-oye Miles, no es que me quiera meter en tus asuntos, pero ¿qué paso ayer entre tú y ese niño bonito que tienes por compañero? –

-¿de qué hablas? – preguntó este, bastante confundido

-las paredes son delgadas, anoche los oí discutiendo y cuando salí al pasillo, lo vi irse, llevaba una maleta, y sus sabanas consigo, era cerca de la media noche, pero creo que alguien vino a buscarlo, porque lo vi meter sus cosas en un auto e irse, sabía que ustedes no se llevaban muy bien, pero no pensé que tuvieran algún problema, él no parece mal chico, nunca lo he visto molestar a nadie, sé que vas a decirme que no es de mi incumbencia, pero esperó que lo arreglen –

-¿Qué hiciste anoche, estando borracho, idiota? – le preguntó Theo

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-sigo pensando que eres un cobarde – Emily estaba eligiendo que ponerse y seguía lanzando prendas a la cama 

-ya te dije que no quería hacer el problema más grande además él estaba borracho, así que no tenía caso discutir con él, ¿no crees? –

-pero, para que la ropa y las sabanas, saliste de ahí como una mujer huyendo de su esposo después de una discusión –

-a ¿eso? – Cameron vio la maleta en el piso – es ropa sucia, de té modos tendría que haber ido por ella y ahora no quiero verlo –

-ya ¿y las sabanas, por qué? –

-también están sucias – una falda cayó sobre su cara y este la lanzo molesto a un lado – Emily por dios tengo hambre, ya apúrate –

-te comiste todas mis uvas, glotón –

-eso no cuenta como desayuno – se quejó este 

-primero dime como me veo –

-te ves bien –

-podría estar usando una bolsa de basura y dirías que me queda bien solo para ir a comer – 

- porque te verías bien incluso con una bolsa de basura, y si te sigues esmerando tanto, me vas a hacer pensar que lo haces para impresionar a mi hermano, el cual te recuerdo es como 10 años mayor que tú y solo tiene ojos para tu hermana –

Cuando Cameron llego a su casa, lo primero que hizo fue dejar su ropa sucia, luego fue a buscar a su hermano, lo encontró en el gimnasio, golpeando un saco de box, así que se unió a él, para sacar toda la frustración que le generaba su compañero de habitación.

-me imaginó que no tuviste la mejor semana, ya que estás aquí, tan temprano un sábado, uno de los pocos días que podrías dormir hasta tarde –

Cameron miro a su hermano mayor, pero siguió en silencio así que este no insistió, más en el tema, al menos no ese momento, sino que lo intento más tarde mientras ambos desayunaban. 

-¿no me dirás entonces, qué tal la universidad? –

-las clases están bien supongo, aún no empieza lo complicado –

-¿hay algún otro problema aparte de las clases?- pregunto Aurora que también había ido a desayunar 

-¿quieren que me vaya mal, o porque todos insisten en lo mismo? - Cameron miro a sus hermanos mayores y agrego - ¿Emily les dijo algo?-

-¿había algo que decir? – preguntó Benjamin, mientras le ponía mermelada a una rebanada de pan tostado 

-¿Cameron, hay algo que quieras decirnos? Sabes que puedes confiar en nosotros –

El chico miró a sus hermanos, pensado en sí debería contarle de sus problemas con su compañero de dormitorio o no, después de todo el problema era suyo, y no quería que sus hermanos se involucraran y lo hicieran más grande, así después de analizarlo, prefirió quedarse callado, solo esperaba que Emily hiciera lo mismo. 

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