Capítulo 4

Un sonoro bofetón resonó a lo largo del pasillo de la mansión. Camila, de forma instintiva, abofeteó el rostro de Brenda, ya que esta última había cruzado los límites de su paciencia. Brenda quedó atónita, el golpe de la delicada mano de Camila resultó ser fuerte, dejando una marca en su mejilla.

"Brenda, puedes insultarme o menospreciarme. Sin embargo, no puedes llevar a mi familia a cualquier parte", presionó Camila con una mirada fría y amenazante.

"¿Acaso me has abofeteado? ¿No sabes quién soy yo? Soy..."

"Sí, eres la mujer más molesta y que disfruta coquetear con el esposo de otras personas. Una plebeya que no tiene idea de su lugar. Eres tú, Brenda. Por favor, date cuenta con quién te estás enfrentando ahora".

No hubo ninguna respuesta adicional por parte de Brenda, solo pudo acariciar su mejilla, la cual le dolía intensamente. Además, Camila parecía aterradora en esos momentos de ira.

"¿Qué está sucediendo aquí? ¿Por qué sigues aquí, Camila?"

Camila rodó los ojos con desgana. Enzo llegó de repente. Seguramente este problema se volvería aún más complicado. Ella realmente esperaba poder golpear a Brenda sin piedad. Sin embargo, ese intruso apareció en medio de su disputa.

"Yo solo estaba..."

"Su Majestad". Brenda se arrojó en los brazos de Enzo. Sus lágrimas fluían copiosamente.

"Brenda, ¿por qué tienes la mejilla roja? ¿Qué ha sucedido?", preguntó Enzo con tono de preocupación.

Brenda sollozó en el abrazo de Enzo. Su hermoso e inocente rostro parecía hipnotizarlo.

"La señorita Camila me ha abofeteado. Parece que no le agrada que esté aquí. Aunque siempre he sufrido por el acoso de la señorita Camila. ¿No está satisfecha con perturbar mi vida?"

El papel de Brenda merecía ser valorado. Era hábil en la manipulación de expresiones. Los ojos de Camila miraron fijamente a Brenda sin expresión alguna. Era ridículo cada vez que tenía que lidiar con esa mujer hipócrita como Brenda.

"¿Es eso cierto, Camila?", exclamó Enzo, sorprendiendo a Camila.

"Sí, la abofeteé, pero nunca la he acosado. Cedes muy fácilmente a sus falsas palabras".

La mirada de Enzo se clavó ferozmente en Camila. No podía aceptar que su amante fuera tratada mal por Camila.

"¿Por qué? ¿Por qué nunca te das cuenta? ¡Eres solo una plaga! Si el Emperador no me hubiera pedido que me casara contigo, no me habría dignado a hacerlo. ¡Mujer repugnante! Me da náuseas solo ver tu rostro ¿Cómo puedo estar relacionado contigo?"

"Y ahora has abofeteado a Brenda, ¿hasta dónde llegarás con tus acciones? Seguro que no quieres que te divorcie de mí y por eso intentas lastimar a Brenda, ¿verdad? Eres una mala mujer, despreciable... ¡Arrghhh!"

En medio de su ardiente enfado, Camila pateó su espinilla. El rostro impasible de Camila mostraba que no se veía afectada por los insultos de Enzo. Ya estaba acostumbrada a enfrentar problemas similares en su vida anterior.

"Hablas demasiado. Ustedes dos son perfectos el uno para el otro, les deseo felicidad en su matrimonio. Espero que puedan estar juntos hasta el infierno", dijo Camila sin expresión.

Luego, cuando Enzo estaba a punto de hablar, Camila lo empujó con todas sus fuerzas, haciéndolos caer juntos al suelo. Ahora Camila se encontraba de pie, mirándolos desde arriba.

"La basura se junta con la basura. Espero que tu mente pueda estar más clara para pensar. Por favor, enséñale a tu amante modales. El repentino ascenso de una plebeya a una noble puede generar opiniones a favor y en contra. Recuerda, he vuelto de la muerte para vengarme de lo que han hecho todo este tiempo".

Camila enfatizó sus palabras. Era aterrador mirarla a los ojos. Parecía como si la chica frente a ellos en ese momento no fuera la misma Camila que conocían, sino otra persona.

Después de decir eso, Camila dio la espalda y dejó a los dos allí petrificados. Ya no le importaba lo que Enzo dijera, lo más importante era salir de allí para mantener su cordura.

"¿Realmente es ella, Camila? ¿Qué tipo de poder intimidante posee? No puedo moverme ni enfrentarme a ella", pensó Enzo.

***

Sara y Claudio esperaban ansiosos el regreso de Camila, llenos de preocupación. Temían que algo malo le hubiera ocurrido mientras estuvo en la residencia del Duque Faner. Sabían que Camila era una chica fácil de oprimir, así que era comprensible que pensaran en las posibles situaciones desfavorables.

"Señor, señora, la señorita Camila ha regresado", dijo uno de los sirvientes.

Salieron corriendo para encontrarse con Camila. A simple vista, Camila parecía estar bien, sin problemas graves. Aliviados, la abrazaron de inmediato.

"¿Por qué se preocuparon tanto? Les dije que podía manejarlo yo misma, ¿no?".

Camila se sorprendió un poco. Durante su primera vida, nunca fue recibida así por su familia al regresar del trabajo. Sus padres habían fallecido, por lo que se quedaba sola en una casa muy grande.

"¿Cómo no íbamos a preocuparnos? Sabes cómo te trata el Duque Faner. Temíamos que te lastimara de nuevo", dijo Sara.

"Las preocupaciones de mamá y papá no tienen sentido, porque ya firmé los documentos de divorcio. Ahora estoy oficialmente divorciada del Duque Faner. A partir de hoy, vuelvo a ser la señorita Walker", dijo Camila con alegría.

Claudio y Sara se emocionaron al escuchar que su hija logró separarse de Enzo. Camila volvía a estar bajo su cuidado y protección. No había nada de que preocuparse, ya que podrían vigilar a Camila en todo momento.

"Nos alegramos de que ya no tengas que sufrir por culpa de Duque Faner. Vamos, entremos ahora. Papá y mamá han preparado tus refrigerios favoritos".

Al día siguiente, en la residencia del Marqués Walker, todos se sorprendieron por la cantidad de pensión de divorcio que envió Enzo. Tanto los padres como el hermano mayor de Camila no podían creer lo que veían frente a sus ojos: montones de monedas de oro.

"¿Dijeron que esta es la pensión de divorcio del Duque Faner? ¿Seguro que están en lo correcto?", preguntó Claudio para asegurarse.

"Sí, señor. Esta es la pensión de divorcio que la señorita Camila solicitó al Duque", respondió el sirviente.

Claudio se quedó sin palabras. Nunca había visto tanto dinero desde que la familia del Marqués Walker cayó en bancarrota.

"Oh, parece que ha llegado. ¿Duque Faner también envió la escritura de transferencia de tierras vacantes?", Camila bajó las escaleras y se acercó a ellos.

"Sí, señorita, Duque, también envió la escritura de transferencia de propiedad de una hectárea de tierras vacantes en el sur del ducado Faner".

El mayordomo de Enzo entregó la escritura de transferencia de propiedad de las tierras vacantes solicitada. Después de revisar todo, Camila se aseguró de que Enzo no hubiera incumplido su promesa.

"Muy bien, pueden retirarse ahora", dijo Camila.

"Entonces, nos retiramos. Con su permiso".

Camila saltó de alegría al obtener el primer capital para reiniciar su negocio.

"Camila, ¿cómo lograste persuadir a Duque para que te diera esta generosa pensión?", preguntó Nicolás.

"Lo amenacé", respondió Camila con ligereza.

"¿Qué? ¿Amenazaste a Duque?"

Camila asintió rápidamente. "Oh, ayer también le di una patada en la espinilla y empujé al Duque hasta que se cayó. Y lo más importante, también abofeteé a Brenda, ja, ja, ja".

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***