Samantha Miyashiro es una joven de 20 años de edad, ella ha tenido que ser entrenada toda su vida para cumplir con los planes del clan de mercenarios al que pertenece.
Desde que tiene uso de razón la han visto como alguien importante en su clan, ya que al ser hija del jefe de este, carga con la responsabilidad de ser alguien de gran utilidad.
Esto hace que ella se vea obligada a ser una persona perfecta en todo, tanto para los que saben su identidad, cómo para los que no la conocían.
De manera que desde que tenía 5 años empezó a ser entrenada en artes marciales y más adelante tomó diferentes cursos en idiomas, aprendiéndolos a la perfección, además desde que tenía 10 años aprendió a utilizar, limpiar, desarmar y armar un arma.
Todo esto bajo la protección y autoridad de su padre... el señor Miyashiro, cabeza de un importante y gran clan de mercenarios.
Al cumplir los 12 años de edad su padre la lleva a otro país, Alemania, dónde le informa que se comprometerá con un chico, para así unir fuerzas con la renombrada familia Ragnvindr, una de las más importantes familias de dicho país, ya que tienen poder armamentista y balístico. Así mismo, uniría al clan, con esta familia por medio del matrimonio con el heredero de todo ese gran imperio y poder.
8 Años antes... Al llegar a Alemania...
Rafael Miyashiro
*conduciendo un auto* Samantha, ya casi llegamos *la mira por el retrovisor* recuerda lo que te dije, debes ser muy educada, este es un encuentro que decidirá muchas cosas para tu futuro.
Samantha
*Mirando por la ventana* lo sé papá, pero, no quiero quedarme aquí sin ti...*lo mira* sé que me sentiré sola si no estás...*abraza sus piernas* ya sé que soy grande, pero te prometo que seré aún mejor, para que puedas volver pronto por mí *sonríe con una mirada triste*
Rafael Miyashiro
Mi niña, ya casi llegamos, pero cuando seas mayor, tendremos mucho tiempo para vernos, y también te extrañaré.*le sonríe por el retrovisor*
Samantha
Está bien papá, te amo *lo abraza*
Rafael Miyashiro
*detiene el auto y se baja, abre la puerta para que su hija baje* Ya llegamos
Samantha
*se baja*
Thomas Ragnvindr
Sean bienvenidos a nuestra humilde morada *sonríe*
Thomas Ragnvindr
Rafael Miyashiro
Un gusto conocerlo, señor Ragnvindr *le da la mano*
Thomas Ragnvindr
Lo mismo digo, señor Miyashiro *le da un apretón de manos*
Samantha
Mucho gusto, yo soy Samantha Miyashiro *hace un corta reverencia*
Thomas Ragnvindr
Hola pequeña, sigan adelante, los estábamos esperando *les invita a pasar*
Rafael Miyashiro
Gracias *entra a la casa de mano de su hija*
Thomas Ragnvindr
*Va detrás de ellos*
Flore Kim
Sean bienvenidos *hace corta reverencia* Niños...
Dan
Buenas tardes *saluda a Rafael con firmeza e inmediatamente ve a Samantha detrás de él* H-hola... *saluda agitando su mano*
Samantha
H-hola! *sonríe y agita su mano*
Elías Ragnvindr
Hola *agita su pequeña mano*
Rafael Miyashiro
Que hermosa familia tiene señor Ragnvindr *sonríe y lo mira*
Thomas Ragnvindr
Muchas gracias *con cara de satisfacción*
Thomas Ragnvindr
Veo que usted también educó muy bien a su pequeña Samantha, pero quisiera que se quede con los niños y mi esposa en lo que usted y yo hablamos un poco *sonríe invitándole a una mesa que se encontraba a unos metros en el patio*
Rafael Miyashiro
Claro! (es momento de hablar de negocios) *mira a Samantha y ladea la cabeza para decirle que vaya con los demás niños* Vamos señor Ragnvindr...
Thomas Ragnvindr
*se aleja mientras habla con Rafael*
Flore Kim
Niños, si quieren pueden jugar en la habitación de juegos, *los acompaña y deja en la habitación*
Elías Ragnvindr
*jugando con juguetes* zuuuuum pushhhh
Dan
Eh, que edad tienes Samantha...*un poco tímido, sin mirarla*
Samantha
12 y tú? (es un poco tímido, creí que era mayor que yo) *se sienta en una silla y lo mira*
Dan
Tengo 15, lo s-siento, soy un poco t-tímido... *se toca la nuca, sonrojado, se sienta junto a ella*
Samantha
Tranquilo, después de todo, sé de qué hablan nuestros padres...*se encoge de hombros* además, no me molestaría casarme contigo, eres un chico muy guapo. *sonríe*
Dan
C-casarnos!? *rojo* eh, gracias, tú también eres muy linda *la mira*
Samantha
Mmm, ¿tienes pistolas de agua?*mira toda la habitación como buscando algo*
Dan
si *busca las pistolas y le entrega una a Samantha y él se queda con una* quieres jugar?
Samantha
Solo un poco * le dispara y lo moja* a que no me ganas! *sale corriendo*
Dan
Jajajaja *mojado* ven aquí Saaam! *corre detrás de ella*
Samantha
*se sonroja y se detiene*
Dan
*apuntando pero no dispara, se detiene detrás de ella*
Samantha
*Voltea* no te molesta la idea de que te tengas que casar conmigo?
Dan
*la mira sorprendido* No... después de todo, sabía que me tendría que casar por un matrimonio arreglado...* mira hacia otro lado rascándose la nuca, avergonzado*
Samantha
Está bien, tienes razón...
Rafael Miyashiro
*Ve a Samantha y a Dan* Oh, chicos! *los llama con la mano*
Thomas Ragnvindr
Es hora de decirles *sonríe*
Dan
*toma de la mano a Samantha y se acerca a los mayores* Señor?
Samantha
(es hora de despedirme, verdad?) *se le sale una lágrima*
Thomas Ragnvindr
Samantha se quedará desde hoy con nosotros *sonríe y mira a Rafael*
Rafael Miyashiro
A-así es... (Mi pequeña) *abraza a Samantha* Pequeña, aprende todo lo que te enseñen, y serás la mejor *besa su frente y se levanta*
Samantha
Pa-pá? * lo abraza fuerte* Te amo, nos veremos pronto *con lágrimas en sus ojos*
Rafael Miyashiro
Adiós pequeña *sale de la casa, enciende su auto y se va*
Dan
*Abraza a Samantha* Lo volverás a ver, tranquila, además, estarás bien con nosotros*le sonríe intentando consolarla*
Dan
*lo mira entre lágrimas* lo voy a extrañar, pero sé que estará bien *seca sus lágrimas*
Así pasaron los días las semanas, los meses y algunos años... Samantha creció rodeada de conocimientos nuevos cada día, entrenamiento duro... No solo eso, sino que también empezó a tener sentimientos por su prometido, Dan, quién era aún más simpático a medida que pasaba el tiempo.
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