Cecilia

(Punto de vista de Cecilia)

Todavía recuerdo ese día, ya han pasado 10 años desde el día en que fui comprometida con el hombre del cual me enamore.

El día en el que conocí al príncipe éramos unos niños, ese día mi madre fue invitada a una fiesta de té que la reina había organizado, mi madre me llevo ya que muchas otras mujeres nobles iban a llevar a sus hijas, así que pensó que era una buena oportunidad para que pudiera hacer amigos. A mí en su tiempo me pareció bueno idea, así que me puse un vestido bonito para tener un buena primera impresión.

Al llegar al castillo de la reina la vista era maravillosa, aunque ver el castillo desde lejos era impresionante verlo de cerca lo hacia ver imponente y hermoso, cuando llegamos fuimos recibidos por un mayordomo que nos llevó directamente hasta un patio, al llegar vimos un lugar donde ya habían varias mujeres. Muchas de ellas traían a sus respectivos hijos e hijas, mi madre me dijo que fuera unirme a las niñas que fue lo que hice, como no era un persona introvertida pude acercarme y hablarles con total normalidad.

Todo estaba yendo muy bien, en un punto de la fiesta me aleje un poco para ver los alrededores y ver los campos de flores, cuando estaba por volver me encontré con un joven apuesto era un niño rubio de ojos azules que se me acerca, como sabía que era el príncipe hice una pequeña reverencia mientras levantaba un poco la falda de mi vestido.

[Julio: no necesitas hacer eso, ¿Podría decirme tu nombre? ]

El príncipe era un niño muy educado, era muy respetuoso y era muy maduro para su edad.

[Cecilia: mi nombre es Cecilia Augus ]

[Julio: mucho gusto Cecilia, mi nombre es Julio Osmand, aunque eso ya lo debes de saber ]

Esa sonrisa que me mostró el príncipe me pareció muy cautivadora, después de presentarnos empezamos a hablar de muchos de nuestro gusto y temas al azar, el tiempo se me pasó volando y antes de darme cuenta mi madre ya había llegado por mi para irnos, aunque me pareció un poco triste alejarme del príncipe no tuve más opción que hacerlo.

Pero nuestras interacciones no acabaron ahí, las siguientes dos semana el príncipe me invitaba a pasar tiempo con el, en un punto de estar juntos tanto tiempo el me propuso ser su esposa aunque era un niña sabía muy bien lo que significaba, acepte sin pensarlo mucho y cuando se lo contamos a nuestras familias ellos también se pusieron felices, desde ese día fuimos comprometidos.

Pero todo empezó a cambiar un día, en una de mis visitas a Julio el me presento a su nueva sirvienta personal, era una niña de nuestra edad llamada Mary aunque sinceramente no me importo mucho su presencia, Julio me contó como los padres de Mary habían muerto en un incendio y como el la había ayudado, eso fue algo que también me hizo enamorarme de el ese corazón tan puro y dulce que tenía para ayudar a los demás.

Después de darme cuanta por lo que había pasado la niña trate de ser más amistosa, cuando estábamos con Julio hablábamos de manera amistosa y nos llevamos relativamente bien, pero todo esto cambiaba cuando el se iba. Ella se comporta de manera extraña tendía a ignorarme cada vez que le hablaba, pensé que solo era algo tímida y solo podía hablar con un poco mas de confianza cuando estaba con Julio.

Tal vez después de un año y medio el príncipe empezó a dejarme un poco de lado y pasar más tiempo con Mary.

Siempre pensé que se sentía mal por no poder pasar tiempo conmigo, Después de ser comprometida con Julio me educación empezó a ser más dura, ya que al ser comprometida con el príncipe heredero tendría que empezar a estudiar muchas cosas que debe saber un reina, muchas veces no podría dormir por qué los maestro eran muy estrictos. Pensé que era algo necesario ya que no quería ser un carga para mí futuro esposo así que me esforcé cada día, llegó hasta el punto de que mis padres me encontraron desmayada en mi escritorio, pero yo les dije que era necesario pero eso no los hizo preocuparse menos.

Cuando pasaron 5 años en ese tiempo tendría 11 años y ya me estaba dando cuenta de algunas cosas, de algo que me di cuenta fue que Julio me mentía para pasar más tiempo con Mary y no me gustaba que hiciera eso.

Así que un día quise hablar con ella.

[Cecilia: escuchar Mary, se que puedes estar sintiendo algo hacia el príncipe pero tienes que tener cuidado, después de todo yo soy la prometida del príncipe y podrían malinterpretar un poco tu relación con él ]

[Mary: ¿Eso que importa? ]

[Cecilia: importa porque el príncipe es una figura importante, si llegara a verse envuelto en rumores de que es un mujeriego podría pasarla mal, a muchos nobles les gusta inventar ese tipo de cosas ]

Sinceramente nunca me importo la relación romántica que ellos pudieran tener, si Julio llegará a ser el príncipe del país tendrá concubinas que tendría que aceptar, incluso el rey de este tiempo tiene otras dos mujeres aparte de la reina.

[Mary: Lo siento, lo siento, no volver a acercarme de esa manera pero por favor no golpees ]

De la nada Mary empezó a llorar y pedir que no la golpeara, no entendía a lo que se refería.

[Cecilia: oye no tienes que llorar, no plane ]

[???: ¡Oye que crees que está haciendo! ]

De la nada un niño de cabello rubio y ojos verdes se nos acerca, es el hermano de Julio.

[Greg: jamás pensé que tratarías mal y Mary, debo decir que pensé que era un persona buena pero hasta llegas a intentar pegarla, solo porque se acercó un poco a tu prometido  ]

[Cecilia: pero yo nunca intente pegarle, tampoco le dije nada malo ]

[Greg: ¿entonces porque está llorando? ]

[Cecilia: no lo se, ella empezó a llorar de la nada ]

[Greg: en serio crees que creeré eso, mira será mejor de que vayas no quiero que te acerques a Mary ]

En ese momento decidí irme mientras Greg seguía abrazando a Mary, tiempo después Julio me recriminó por hacerle esas cosas malas a Mary y cuando intenté explicarle el tampoco me creyó.

Los siguientes dos años me di cuenta que mis “amigas” más cercanas la habían estado acostado, cuando me di cuenta de eso e intente detenerlas no me hicieron caso.

Dos años después y una semana antes de iniciar clases en la academia me di cuenta que mi relación con el príncipe no era la misma, parece que se le había dicho que yo había sido la persona que envío a qué golpearan a Mary, pero el nunca me creyó me sentía triste y cuando se lo conté a mis padres ellos hablaron con el rey, pero esto pareció enfadar más a Julio.

Cuando llegó el día del examen me esforcé en el examen, lo cual dio sus resultados y fui el primer puesto de los examinados algo que me hizo sentir orgullosa sinceramente, pero en ese momento había algo que me llamaba la atención y era que entre los 3 primeros estaba Mary como tercer lugar y Nicolás Wales cómo segundo lugar, aunque se a que familia pertenece ese apellido jamás había llegado a escuchar ese nombre, asi que para matar un poco la curiosidad pedí que lo investigarán.

Al investigar sobre ese nombre descubrí que era un hijo que nunca salía de su casa, no se tenía mucha información de el aparte de su aspecto y como algunos maestros solo hablaban de lo promedio que era, mi percepción me decía que era un hijo muy ado por sus padres ya que nunca lo obligaron a salir y no parecen cuestionar sus resultados era eso o no les importaba, pero sinceramente no creí en esa opción ya que si fue el segundo mejor podría ser un genio.

Eso me lleva al día de hoy.

Hoy logré verlo, era un hombre de cabello y ojos negros sentado lo más alejado posible del resto de estudiantes, lo extraño es que nuestras mirada se encontraron por un momento lo cual me sorprendió pero no lo mostré en mi cara.

El príncipe preparo un fiesta para todos lo estudiantes que lograron ingresar, me prepare con uno de mis vestidos más bonitos y fui a la fiesta para ver si podíamos solucionar las cosas.

Al principio la fiesta iba como me podía esperar, Julio estuvo hablando con Mary y viéndose muy románticos, algo que sinceramente me estaba molestando y todo llegó a su punto máximo cuando inició el baile, en vez de sacarme a bailar a mi que soy su prometida saco a bailar a Mary.

Sin pensarlo mucho me puse de pie y me dirigí hacia ellos, cuando me vieron la mirada de asco y odio que me dio el príncipe me hizo sentir horrible, aunque no me estuvo viendo de la mejor manera últimamente el odio no era tan visible. En ese momento me dijo que quiere romper nuestro compromiso y empezó a hablar de un montón de cosas malas que decía que supuestamente había hecho, aunque trataba de desmentirlas no me lo permitía.

En un punto me estaba molestando, todo lo que hablaban de mi con una cara de arrogancia me hizo perder el control y lo rete a un duelo, con la misma sonrisa aceptaron el duelo pero cuando preguntaron quién iba a pelear por mi me di cuenta de algo, nadie estaba de mi lado en este momento hasta mis “amigas” evitaron mirarme en ese momento.

No sabía que hacer, tuve la loca idea de ser yo misma quien peleara con ellos, pero antes de poder decir algo más una voz desconocida hablo.

[Nicolás: que espectáculo tan interesante es este, ya que tengo algo de envidia me gustaría unirme a la conversación, claro si les parece bien ]

Al mirar al hombre de cabello y ojos negros me sorprendí, entro en la conversación de manera pomposa ignorando las miradas que el resto de personas le daban, hasta me pregunte un momento si este hombre sabía leer el ambiente.

Nicolás Wales se propuso a si mismo como mi caballero, aunque acepte rápidamente no entendía porque lo estaba haciendo. Estuve excluida de las discusiones mientras Nicolás solo hacia quedar mal a Julio, tengo demasiadas preguntas en mi cabeza que el tendrá que responder.

Después de haber discutido todas las demandas Nicolás me llevo hacia el lugar de servían bebidas, algo que me di cuenta mientras Nicolás hablaba con el joven que servía las bebidas es que el tiene un personalidad muy bromista, no solo eso sino que también se lleva bien con un plebeyo y parece que fueran amigos por la manera en que bromean, no mucho nobles tratarían cómo igual a un plebeyo.

Cuando Nicolás termino de bromear por fin me presta atención, le di las gracias por arriesgarse de esa manera por mi y el se disculpo, pero era hora de ir al grano y preguntar porque me ayudó.

 Al hacerle la pregunta su personalidad cambio un poco, se quedó mirándome fijamente a los ojos hasta que al fin respondió y hablo de muchas cosas que eran muy ciertas. Cómo decidí confiar en el y no soportaba más el ambiente de la fiesta decidí irme.

Pero aún no eh podido quitarme de la cabeza esa mirada, la mirada que me estaba dando era una con una pequeña sonrisa y unos ojos un poco melancólicos, ¿será que hay una razón más profundo por la que me está ayudando?.

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