capítulo 5

...LAYNA...

 Luego de que crucé el portón de la gran mansión, sentí que el aire llego nuevamente a mis pulmones, así que lanzo un gran suspiro, los hermanos de Maya, eran seres de otro mundo, esa aura oscura que desprendían era aplastante y sofocante, en mi vida le había tenido tanto miedo a una persona. Pero ese día ha llegado, el día en el que tuviera miedo de alguien, tenía que mantenerme lo más lejos posible de ese hombre rubio y cautivadores ojos azules.

 Elsa me saca de mis pensamientos cuando habla.

 —Yna, te parecería extraño si te digo que no quiero venir más a la casa de Maya mientras sus hermanos estén aquí? – dice nerviosa.

 —no Els, yo siento lo mismo, esos hombres, aunque sean guapos y hechos por los mismos dioses, algo me dice que debo mantenerme alejada – le respondo sin parar de manejar.

 —pienso exactamente igual Yna, pero Maya es el problema, si le decimos que no queremos venir – suspira – va a armar un escándalo – dice negando con la cabeza.

 Elsa tenía razón, escapar de Maya iba a ser difícil, ella era persistente, así que tendríamos que idear algo para vernos con esos hermanos lo menos posible. Así que el camino transcurrió de manera silenciosa, con ambas perdidas en nuestros pensamientos.

 Al llegar a la residencia donde vivía Elsa, nos despedimos y ella se baja encaminándose hacia el edificio.  Luego me vuelvo a poner en marcha para mi departamento.

 Cuando llego parqueo el auto y me bajo, entro en la residencia y subo a mi departamento.

Al entrar, sentía paz y tranquilidad. Aunque no era un departamento cinco estrellas, era bastante acogedor y la renta bastante económica.

 Sin pensar mucho en el día de hoy dejo el ostentoso teléfono en el mesón de la cocina y me encamino a bañarme, necesitaba con urgencia una ducha, al salir de una vez me tiré en mi cama, que ya la extrañaba, al colocar la cabeza en la almohada me fui quedando dormida poco a poco.

 —Eres preciosa – una voz ronca y masculina me habla cerca del oído.

 Me tenía abrazada por la espalda y yo estaba completamente sumergida por el placer que me provocaban de sus caricias.

 Me volteo y al verlos a los ojos me quedo impactada

—Bastian?...

 ¡¡¡Abro los ojos como platos, sudada, tomo mi teléfono y veo la hora 5:50 am… no puede ser!!!

 ¿Qué hago yo teniendo sueños con él? ¿Me volví loca?

 Me levanto de la cama y me dirijo al baño para lavarme el rostro.  Salgo y vuelvo a revisar el celular y de nuevo varias llamadas del insistente de Jackson – dios mío, no piensa parar nunca? – pienso, mientras vuelvo a tirar el teléfono en la mesita de noche, me dirigí hacia la cocina a preparar café… necesitaba calmarme y dejar de pensar en ese sueño.

 Un poco más calmada, me dirigí nuevamente al baño a darme una larga ducha y arreglarme para irme a trabajar.

 Al salir del baño escojo algo sencillo, ya que hoy tenía que volver a mostrar inmuebles el día de hoy y quería estar cómoda.

 Ya lista, salgo de la habitación y me encamino hacia la cocina de nuevo a tomar otra taza de café porque la necesitaba.

 Al terminar, agarro las llaves de mi auto y salgo en dirección a mi oficina.  Hoy algo me decía que sería un día bastante pesado….

 Y así fue, al llegar alguien había llamado y agendado varias citas conmigo, sin decir básicamente que estaba buscando para hacerme la tarea más fácil a mí.  Era un tipo de clientes indecisos que no me gustaba atender, pero era mi trabajo y no tenía otra opción si el jefe lo ordenaba.

 Así que frustrada y ya con dolor de cabeza salgo para verme con un cliente que me tocaba mostrarle diferentes viviendas en la zona este... así que el día transcurrió en básicamente mostrarles varias viviendas a dos clientes que tenía hoy, gracias a dios uno de ellos se decidió por un departamento en una buena zona y ya con eso era ganancia.

 A las 6 recibo un mensaje del chat de las chicas.

 -* May*- chicas vengan hoy…

 Leo y leo el mensaje, negando con la cabeza.  Mi dolor de cabeza iba en aumento y tener que enfrentar al el rubio de penetrantes ojos azules. Hoy no… definitivamente todos los días menos hoy y no después de ese sueño, Así que respondo.

 -* Yna*- lo siento amiga, hoy estoy muy ocupada en otro momento sí?...

 Respondo y automáticamente Elsa también responde.

 -* Els*- Yo también estoy bastante ocupada hoy May… lo siento…

 Maya lee los mensajes, pero no responde… genial se molestó… pero no tenía tiempo de lidiar con eso en este momento. Así que cansada apago el ordenador y salgo de la oficina terminada la jornada.

 Vuelvo a llegar a mi casa, para realizar la misma rutina, donde después de bañarme y comer algo volví a quedarme dormida….

 Hoy desperté sin muchas ganas de ir a trabajar no había tenido un sueño con él, pero sabía que hoy sería peor que ayer, estoy segura tengo un presentimiento de eso.  Así que sin mucho ánimo me levante me bañe y me arregle para irme a trabajar.

 Al llegar a la oficina, saludo a todos y me siento en mi escritorio, prendo mi computador y me pongo a organizar los horarios de los clientes.  Cuando entra una llamada al intercomunicador.

 —Yna, el señor Flesher te necesita en su oficina – habla la secretaria del dueño, Adriana.

 —Gracias Adriana – respondo con calma.

 Así que me pongo de pie y me encamino hacia el despacho de mi jefe.

 —Buen día, señor Flesher, para qué me necesitaba – digo entrando.

 —oh Layna, quería recordarte que hoy tienes un cliente muy importante y que debes atenderlo a la perfección – dice el señor Flesher sonriente.

 ¿Yo casi pongo los ojos en blanco, en serio me hizo venir hasta su oficina para eso? Increíble, que insoportable era.

 —sí señor Flesher no se preocupe será atendido igual que los demás clientes – respondo con calma.

—cuento contigo Layna –dice y luego me da permiso de retirarme.

 Era increíble, pero al salir esta Adriana esperándome con un gran café.

 —Dios, muchas gracias Adri – le digo con sinceridad.

 —No te preocupes, intenta entenderlo parece que es un cliente bastante poderoso, por eso se comporta así, para retenerlo – alega Adriana.

 —Tan poderoso es para que este así de nervioso y volverme loca a mí? – pregunto.

 Ella curva la comisura de los labios y asiente.

 —Si Yna, parece que es el dueño de The kingdom company. – dice nerviosa.

 Yo abro los ojos como platos…

 —joder ¡lo que me faltaba – digo suspirando – ahora tengo que tratar con un cliente indeciso y sobre todo poderoso – digo nerviosa mientras me muerdo el labio…!

 Pero la intriga era, de porque un magnate empresario, ¿busca una inmobiliaria tan simple como esta? ¿No se supone que ellos tienen los mejores asesores?...

 Luego de hablar con Adriana me dirijo de nuevo a mi oficina y decido no darle más vueltas al asunto, así que paso un rato y ya era la hora de almorzar, salgo a la cafetería de al frente para ir a comprar algo para comer.

 Y al salir nada más y nada menos me encuentro con el insufrible de Jackson.

 —Dios mío no tienes una vida? – le pregunto irritada, no quería verlo ni hablar con él.

 —Tenemos que hablar y tú no me dejas más opciones Layna – dice molesto.

 —termina de entender Jackson que tú y yo no tenemos nada que hablar, así que por favor ya déjame en paz – digo irritada mientras sigo caminando.

 Él me toma del brazo fuertemente provocándome dolor, haciendo que me voltee.

 —Pero qué coño haces? Suéltame – le digo intentando zafarme de su amarre.

 —Que vamos a hablar te guste o no Layna y no pienso soltarte – apretándome fuertemente.

 —Me estás lastimando suéltame – digo molesta sin parar de moverme.

 —No! – dice autoritario – vas a escucharme, si te engañe, pero es porque tú no me satisfaces Layna que querías que hiciera? – dice sin quitarme las manos de encima.

 —ja! ¡Es el colmo que me digas esto, QUE ME SUELTES TE DIGO! – ya empiezo a gritar porque me estaba doliendo y estaba desesperada.

 —Señorita Layna que es lo que sucede? – escucho esa gélida voz que me ponía nerviosa.

 Volteo dejando frente de mí ese hombre rubio con ojos azules, completamente elegante con un traje negro desde la camisa hasta la corbata.

 Él me observa, luego pasa su mirada fría a la mano que me sostiene con fuerza del brazo y luego pasa a Jackson, observo como su mirada azul intensa pasa a opacarse como si perdieran vida.

 —que se supone que hace? –pregunta el señor Bastian serio sin inmutarse.

 —quien coño eres tú? – pregunta Jackson tajante – podrías dejarnos solos estoy hablando con mi mujer.

 Yo saliendo del shock de verlo, volteo a ver a Jackson y respondo.

 —mujer dices? Yo no soy tu mujer, deja de decir estupideces, que me sueltes te digo – sigo intentando zafarme.

 —La señorita te ha dicho que la sueltes ¡– dice él con mucha calma, pero esa calma.

 Pero no sé por qué esa calma me daba miedo, su rostro no reflejaba nada y esos ojos azules claros ya eran de color oscuro, fríos y sin vida alguna en ellos.

 —Deja de meterte – responde Jackson.

 En eso el señor Bastian agarra su mano haciendo que me suelte en el acto.

 —pero quien coño te crees para meterte donde no te llaman – le dice Jackson acercándose a él y empujándolo.

 Pero él no hacía nada solo lo miraba fijamente.  Yo nerviosa con la situación empiezo a ver hacia todos lados para ver si había policías para que calmaran a Jackson, ya que tenía un temperamento fuerte, y más de una vez terminaba peleando con alguien.

 Pero no tuve suerte no había en ese momento policías genial. Donde se supone que se encuentran los guardaespaldas de este hombre que no vienen a ayudarlo. ¡Por Dios ¡— exclamo.

 Jackson seguía con la agresión hacia el señor Bastian que no hacía absolutamente nada y yo sin saber que más hacer viendo como salían los de la oficina me acerque.

 —Jackson ya déjalo por dios ¡– le digo irritada y asustada.

 —CALLATE ¡no te metas – Me grita y sigue provocando al señor Bastian.

 —Ni se te ocurra volverle a gritar. – dice él muy seriamente.

 —jajaja! ¿Qué? Layna te estás revolcando con este bueno para nada, por eso estás tan firme en dejarme? – habla Jackson.

 —Déjate de estupideces Jackson y termina de irte déjalo – respondo nerviosa.

 Jackson lo deja y se enfoca en mí, pero cuando me toma de nuevo por el brazo el señor Bastian lo vuelve a agarrar y lo empuja ….

 Y todo paso tan rápidamente que no vi en el momento Jackson le metió un golpe al señor Bastian en el rostro.

 —No te metas en donde no te llaman – dice molesto – tú y yo hablaremos después – dice mirando hacia todos lados y saliendo del lugar.

 Yo volteo a ver al señor Bastian que se tocaba el rostro.

 — oh mi… oh mi Dios. Señor Bastian está usted bien? – le pregunto preocupada.

 Él me observa fijamente y mientras sonríe asiente, pero luego se tambalea un poco asustándome.

 —Señor Bastian venga a mi oficina ahí lo curaré si?, discúlpeme por todo esto – al tocarle la mano sentí de nuevo esa corriente de hace dos noches, una corriente que recorría toda mi espina dorsal.

 En ese momento quería que la tierra se abriera y me tragara, este día realmente no podía ser peor…

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esta novela, se esta creando con mucho amor y sobretodo paciencia así que les pido paciencia a ustedes también..

las quiero

Att: vivi 🌹

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