Un Amor De Invierno

Un Amor De Invierno

Nueva vida

Era una mañana muy fría, se podía ver la humedad por todos lados y el sol no mostraba sus rayos luminosos.

Lirio caminaba por las calles de Londres con los libros en su pecho y su mochila a un lado, sus pasos eran lentos ya que no tenía prisa en llegar tan temprano a su primer día de universidad, solo contemplaba el hermoso paisaje de edificios tan altos que habían a su alrededor.

Sus padres se mudaron de Francia a Londres por causa del trabajo así que tuvo que cambiar de universidad, el ambiente de Londres es muy bonito y agradable pero lo único que le molesta un poco es que hace demasiado frío cuando llega el invierno, las calles a estaban llenas de nieve y una que otras casas, aún no se acostumbraba a tanta frialdad.

En su primer día de clase decidió irse caminando para poder acoplarse un poco más al ambiente, solo llevan unas semanas en la ciudad y pudo memorizar el camino a la universidad, era un avance.

Lirio tiene una hermana de siete años de edad llamada Molly, es una chiquilla traviesa, su hermosa sonrisa le ilumina el día. Su padre el abogado Eduard Sallow y su madre es la docente Marcela Sallow.

Molly aún no se adapta a la nueva vida en la ciudad porque dice que extraña a sus amigos de la escuela al igual que Lirio, a ella también le costó separarse de ellos y más de su persona especial. Afortunadamente la madre de Lirio es docente en la misma escuela que estudia Molly y eso no la hará sentirse extraña en su nuevo ambiente, solo ha hecho una cuantos amiguitos que no la hacen sentir sola.

Marcela la madre de Lirio no le fue difícil conseguir trabajo en cuanto llegó a la ciudad ya que fue recomendada como una excelente maestra de niños de primera infancia. En cambio su padre Eduard fue trasladado a Londres para llevar algunos casos ya que es un abogado muy reconocido y no le pudo decir que no a una nueva oportunidad.

******

Pequeños copos de nieve comenzaron a caer sobre el cabello de Lirio así que decidió cubrirse con la capucha de él abrigo que llevaba puesto y aceleró el paso, sostuvo sus libros sobre su pecho y con la otra mano su mochila.

Minutos después llegó a su destino, estaba de pie frente a la gran universidad de Oxford una de las mejores en la ciudad.

Veía como todos entraban mientras charlaban, risas iban y venían, todos llevaban puestos abrigos por el frío que hacía y entraban rápidamente, parecía que una tormenta se avecinaba.

En su rostro se dibujó una sonrisa por la emoción así que caminó hasta llegar a la entrada, en ese momento sintió que alguien corría en su dirección y solo pudo sentir el golpe en su hombro, menos mal no cayó al suelo o sería un inicio de clases muy vergonzoso.

Sus libros cayeron al suelo y rápidamente vió a una chica pelirroja agacharse para ayudarla a recogerlos, Lirio se inclinó para cooperar porque se veía algo apurada.

—De verdad lo siento mucho _dijo la chica algo agitada mientras recogía los libros.

—No te preocupes _respondió Lirio mientras la ayudaba, eso le pasó a ella cuando llegaba tarde a la escuela así que pudo entender.

—Toma aquí tienes _le entregó los libros rápidamente mientras se acomodaba sus lentes, era muy linda, pelirroja, ojos marrones y sus lentes que le quedaban muy bien combinados.

—Muchas gracias _le dijo _pareces apurada.

—Si algo así, es que llego tarde perdón de nuevo por tirar tus libros al suelo _se disculpó apenada.

—No te preocupes esa cosas me pasan a mí también _dijo dándole una sonrisa_por cierto podría preguntarte ¿dónde queda el aula A02? es que soy nueva y esta universidad es demasiado inmensa.

—¡Oh eres la nueva! _exclamó_ vas en las misma clase que estoy yo!

—O sea eso quiere decir que ¿llegamos tarde? _dijo alzando una ceja, Lirio se sorprendió un poco ya que no pensaba que había caminado tanto y que el tiempo haya transcurrido tan rápido como para llegar tarde en su primer día.

—Vamos te llevaré conmigo.

La chica pelirroja le dió una sonrisa y la tomó por el brazo llevándola con ella, Lirio solo pudo ver su amo unida a la de ella y su rojo cabello jugueteando con su espalda.

Mientras caminaban Lirio observó su alrededor y todo era realmente hermoso por dentro y bastante inmenso.

Había un segundo y tercer piso donde chicos y chicas caminaban de un lugar a otro, habían diferentes aulas con un pequeño número arriba que indicaba el nombre del aula, eso le hacía recordar a Lirio cuando estudiaba en Francia, la única diferencia era que no hacía tanto frío en invierno como en Londres.

La chica de lentes la llevó al segundo piso pasando escaleras y quedaron de pie en una puerta de madera que tenía una ventanilla y arriba estaba el pequeño número A02, al costado de la puerta habían ventanales corredizos de vidrio dónde se podía ver todo por dentro.

La chica dió un pequeño suspiro, tomó la cerradura de la puerta y la abrió soltando la mano de Lirio quedando las dos paradas detrás de la puerta. Todo se quedó en silencio, todas las miradas estaban sobre Lirio, el profesor al parecer estaba dando la clase y cuando ellas entraron se detuvo, él tenía unos lentes así que se los quitó y le quedó sobre el pecho ya que tenía una pequeña cuerda que los sostenía.

—Señorita Freeman, ¿cree usted que son estas horas de llegar a mi clase? _preguntó el profesor cruzado de brazos en su pecho.

—Profesor Harrison yo...-se detuvo nerviosa.

—¿Si? _el profesor alzó una ceja esperando excusas.

—Yo ayudé a la nueva para que pudiera llegar al salón de clases, es que estaba perdida y le ofrecí ayuda _excusó, mientras que Lirio se reía por dentro por la excusa tan tonta que la chica dijo, no le molestaba que diera una excusa usándola a ella ya que en su antigua universidad ella hacía lo mismo con sus amigas.

—Señorita Freeman la felicito por su buena excusa pero tiene una falla, ahora tomé asiento _le hizo una señal con su cara para que ella se sentara.

—Pero profesor Harrison... _Fue interrumpida.

—Pero nada, no es la primera vez en este mes que llega tarde, no hay excusas que valgan, sinó quiere otra falla extra tome asiento y recuerde la hora de entrada.

—Si señor _dijo con voz triste haciendo puchero mientras se dirigía a su asiento mientras todos la miraban.

Lirio no sabía que se tomaran tan en serio la hora de llegada, ella pensó que tal vez llegaría demasiado temprano como en Francia y se le pasó el tiempo en cuestión de nada.

El profesor la miró de pies a cabeza al igual que todos los alumnos en el aula, se sintió algo nerviosa por tantas miradas sobre ella. El profesor era un señor como de unos 50 años con barba y cabello blanco algo que lo hacía ver bien.

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Comments

Lety Garcia

Lety Garcia

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2023-12-23

1

Fedra Paublott

Fedra Paublott

se ve interesante

2023-10-22

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SawaKomi

SawaKomi

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2023-03-14

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