Capítulo V

†N͎a͎r͎r͎a͎ M͎i͎r͎o͎s͎l͎a͎v͎a͎†

Los ojos me pesan, siento que me quemo por dentro, arde y se siente tan horrible la presión en el pecho, intentó mover mis muñecas pero es en vano me tienen esposada con las manos arriba de mi cabeza, doy unos jalones sin fuerza pero no ceden es peor con cada tirada las esposas se ajustan más haciendo que mis muñecas se lastimen

—Es en vano querida y lo sabés—La voz de Marco hace eco en la pequeña habitación en la que me tienen.

Todo está oscuro la única luz proviene de una pequeña vela negra que está encima de una mesa redonda, observó a mi alrededor pero no logro descifrar en donde estoy.

—¡Maldito Alos te matará!—Grito con la poca fuerza que me queda.

Marcos Jadea la cabeza a un lado para luego mirarme y sonreír ampliamente, con su velocidad de vampiro queda justo enfrente de mi—Querida, tu crees que Alos realmente te ama, tu crees que se preocupa por tí, cuando ni siquiera quiere a su hija.

Abrí los ojos como platos.

Él sonríe dejando ver sus colmillos—Si, estamos al tanto de tu embarazo, y sabes que, te voy a ser sufrir como Alos hizo sufrir a Astra.

Aprieta mi mejilla con la yema de sus dedos, sin decir nada me suelta y en ese mismo instante me da una gran bofetada, mi rostro se gira hacía un lado, siento como una pequeña línea de sangre viaja por la comisura de mi labio.

—Mateus, Lin, Aniad vengan—Se gira hacía la puerta, entran tres vampiros dos chicos uno alto y moreno, el otro es delgado y de cabello negro enmarañado, la última en entrar es una chica morena, de cabello ondulado me mira y veo algo diferente en ella.

—Ellos querida son los últimos en transformarse, y como sabrás son Vampiros sedientos de sangre—Observa al chico alto, asiente con la cabeza y en un pestañear está enfrente de mí pasa su dedo índice por mi cuello y ese gestó me produce repulsión, giro mi rostro hacia otra dirección.

—Mateus espera, primero probaré yo—Marcos camina hacia mí y la verdad no tengo ni idea de qué va hacer.

Sonríe de lado —Vamos a ver si de verdad tú sangre es tan especial como dicen.

Sus colmillos desfiguran su rostro y un escalofrío recorre mi cuerpo al ver como se acerca poco a poco a mi cuello

—¡Aléjate!—Grite muy fuerte pero era en vano sentí como sus colmillos  atravesaban mi piel era como un piquete igual al que sentía cuando me inyectan, empieza a succionar y la vista se me nubla, mis músculos se relajan aún más, mientras los ojos intentan cerrarse.

¡No! aguanta, esa voz nunca la había escuchado seguro era mi imaginación.

Yo te voy ayudar mami.

Mami

Mami

Mami una y otra vez hacia eco en mi cerebro; hasta que un pequeña llama rodeó mi cuerpo obligando a Marcos a separarse.

Este chilló y una pequeña línea de sangre recorre la comisura de sus labios, se pasa la lengua—Deliciosa, ¿Sabes cuál es el efecto que causa?—Se vuelve acercar—.Puedes recuperar un recuerdo perdido, intentemos de nuevo—De nuevo acerca sus colmillos a mi cuello pero unas llamas negras vuelven aparecer.

Da un salto atrás mientras se queja—¡Maldita seas! ¿Por qué no puedo acercarme?—Aprieta su mandíbula.

Una risa ronca y seca se escucha desde la puerta —Que patéticos pueden llegar a ser los vampiros.

Esa voz, Lucifer.

—No se dan de cuenta que su cuerpo está cubierto por una gran aura negra al parecer la pequeña protege a su madre—Ríe—.Nos volvemos a ver Miroslava.

—¡Me engañaste!, ¡Teníamos un pacto!

Él niega con la cabeza mientras se acerca a mí—Todos los que te rodean están a salvó, en ningún momento tú pediste estar a salvó—Echa la cabeza a un lado y sus ojos son maldad pura—.Voy a ser abuelo que emoción, si quieren volver a probar su sangre tienen que debilitar al feto.

Empecé a sentir que a mis pulmones le faltaban aire—Ni...Ni...—La garganta la tenía seca—¡Ni se te ocurra ponerle un solo dedo a mi hija!—Mi voz era apenas un grito sin fuerza.

Lucifer se da media vuelta, camina a la salida observa a Marcos y este asiente.

—Mateus, Lin busquen las herramientas.

Tengo que buscar la forma de escapar, no puedo dejar que le hagan daño a mi bebé

Me quedé mirando a la vampiro de cabello ondulado.

«Esto está llegando muy lejos.

Tengo que buscar la manera de decirle Giovanni.

Pero si Marcos se entera me mata»

Puedo leer su mente pensó en Giovanni.

Ella me mirá« Tranquila buscaré a Giovanni solo resiste un poco»

« Ella sabe que puedo leer su mente»

«Si lo sé, pero ahora soy yo la que está dentro de tu mente es mi habilidad de vampiro, puedo hablar contigo por telepatía»

«Pero trata de disimular Marcos no es idiota, buscaré a Giovanni cuanto antes, déjame decirte otra cosa estamos en el Inframundo así que si intentas escapar lucifer...»

—Aniad, ¿Qué tanto piensas?—Indaga Marcos mientras observa a la chica directamente a los ojos.

La chica desvía su mirada—Lo siento es que tengo curiosidad de  probar su sangre.

Marcos pone una mano en su hombro—Pronto solo necesitamos debilitar al feto.

Entran los otros dos chicos con unos envases de vidrios y unas jeringas.

Marcos se coloca unos guantes de látex, toma uno de los envases y se vuelve hacia mí con una sonrisa malvada en su rostro.

—Veremos que tanto aguanta ese pequeño demonio.

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