Notando el Cambio

Ambos se dirigieron a sus respectivas habitaciones, Dereck estaba perdido en sus pensamientos ya que sentía que no conocía a esa mujer, para el era extraña la cercanía que tuvieron, es algo que nunca imaginó que lograría con Erika.

—Richard ¿qué opinas? —pregunto con algo de duda.

—Si te soy sincero no lo sé, jamás vi a la emperatriz comportarse como lo hizo, puede que sea por lo que ella dice, tal vez la experiencia cercana a la muerte la hizo recapacitar.

—¿Puede ser? —se quedó en silencio un segundo —La verdad yo conozco a Erika más de lo que ella se conoce y no lo sé, pero siento que hay algo más.

—Trata de no pensar en eso, quizás ese cambio sea para bien.

—¿Eso es posible? Bueno, tocará dejar que pasen los días para ver en que resulta ese cambio.

Mientras que en la habitación de la emperatriz, Erika planea qué hacer a continuación.

—Yeni, ¿Tú crees que el emperador siente algo por mi?

—No sabría decirle, pero ustedes siempre han tenido una relación cercana, aún así es bastante distante, se consideran grandes amigos, por cierto, me sorprendí cuando usted se lanzó a sus brazos.

—Lo sé, es que al estar a punto de morir termine entendiendo que no sirve de nada seguir sufriendo por un hombre que me dejó ¿Verdad? —Yeni se sorprendió tanto por lo que escuchaba que abrió sus ojos a más no poder.

—¿En serio? Jamás creí escucharla decir eso, ¿Usted realmente está bien? —dice acercándose a ella tocando su frente, luego quito la mano —no parece estar enferma

—Estoy bien Yeni, no estoy enferma, es solo que me cansé de sufrir por algo absurdo además mi esposo está buenísimo, no quisiera morir virgen —dijo sonriendo.

—Su majestad no diga eso..

—¿Qué te dije Yeni?

—Disculpe, Erika ¿por qué dice esas cosas? —dijo con las mejillas sonrojadas.

—Es que es cierto, hablando de eso necesito que mañana vayamos a la ciudad necesito mandar a hacer algo que necesitaré para mi plan de conquista "esta ropa interior no servirá para seducir a mi Espósito" ¿entendido Yeni?

—Sí, Erika.

Después de ver que la tina estaba llena de metió en ella dándose un baño rápido, quería descansar ya que el día siguiente sería un poco ajetreado, se colocó una ropa de dormir y se metio a la cama.

El emperador por su parte no podía dormir, tenía tantas cosas en su cabeza, recordó lo que sufrió por la muerte de Elena, se le vino a la cabeza como Erika le ayudo a salir del hueco en el que estaba y que lo llevo a verla diferente, al enterarse que ella estaba enamorada se siendo este el momento en el que se resignó a ser solo su amigo, le pidieron que se casará con ella pero él no quería que ella sufriera.

Cuando el general escapó dejándola sola los papeles se invirtieron cuando el tubo que ayudarla a superar su perdida y sus sentimientos hacia ella se volvieron más fuertes, al casarse llegó a creer que en algún momento ella abriría su corazón para él, pero esto nunca sucedió.

Mientras ella lo ayudaba a superar su dolor y estuvo enamorada siempre sonreía con un brillo en los ojos, luego de ser abandonada y casarse con él, esa sonrisa se volvió simple ya que el brillo en sus ojos no estaba.

Sus conversaciones terminaron volviéndose monótonas todas relacionadas al imperio, no había algo más de lo que hablar, a pesar de eso aún él tenía una chispa de esperanza.

Cuando ella enfermó la tristeza lo embargó, todos los días iba a visitarla, se sentaba a su lado solo a mirarla esperando que cuando ella despertara fuera a él la primera persona que viera aunque no pasó cómo él quiso.

Esta mañana cuando se abrió la puerta y vio a Erika sintió mucha emoción, ella por fin había despertado, lo que nunca esperó fue que corriera a sus brazos es algo que siempre espero pero ya había perdido las esperanzas de que sucediera.

Lo que más le sorprendió fue que al estar sus rostros frente a frente pudo volver a ver después de tanto tiempo el brillo en sus ojos aquel que había perdido hace tantos años.

(¿Qué sucederá mañana volverás a ser como era o volverá a tratarme como lo hizo hoy?)

Entre todas las emociones al final se quedó dormido.

……………

A la mañana siguiente.

Yeni entra a la habitación de Erika.

—Su majestad despierte.

Se encuentra a Erika aún dormida y sin ánimos de levantarse de la cama.

—Yeni déjame dormir aún es temprano —decía aún medio dormida

—Majestad debe despertarse —Yeni sacudía su cuerpo para terminar de despertarla.

—¿Por qué? —saco su cabeza de debajo de las sábanas —Aún es temprano déjame dormir Yeni, aunque sea 2 horas ¿Puedes?

—No majestad ya Fran está por llegar, tiene documentos pendientes de los días que estuvo enferma, y luego saldremos a la ciudad como usted me dijo.

—Yeni te odio —yeni solo pudo sonríe ante lo dicho por erika-

Con mucho esfuerzo Erika se levanto, ya habían preparado el agua para su baño, ella nunca acostumbraba a levantarse tan temprano, su trabajo era de noche por lo que adaptarse a su nuevo horario sería complicado.

Cuando salió del baño Yeni ya tenía un vestido listo aunque Erika al verlo frunció el ceño, era un vestido que cubría el cuello, manga larga y su falda tenía como 6 capas de tela.

—Yeni ¿no hay otro vestido menos exagerado?

—¿Ahh? —En realidad estos son los que acostumbra usar la Erika original.

—¿Otro vestido más sencillo?, ¿Con uno que pueda moverme?, ¿con menos tela? ¿Como el que tenía cuando desperté? —Yeni solo la miraba confundida.

—Todos sus vestidos son como este, con el que despertó es más sencillo porque el emperador pidió unos de esa manera para que pudiera estar en cama más cómoda y esos fueron enviados a lavar.

—Yeni después de mi experiencia cercana a la muerte hay muchas cosas que me dan miedo, primero morir virgen y segundo morir asfixiada dentro de uno esos vestidos, por lo que hoy cuando visitemos la ciudad tendré que mandar a hacer unos cuantos vestidos con los cuales no tenga riesgo de muerte, pero como ahora no hay nada más que ponerme busca unas tijeras, por favor, le quitaré algo de tela a ese vestido.

—Ya las busco —Yeni revisó una de las mesas de la habitación sacando unas tijeras que le entregó a Erika, está apenas las recibió empezó a cortar varias de las capas del vestido, le cortó también las mangas y el cuello, los vestidos de Erika eran totalmente asfixiantes.

—Está mejor ¿No crees? —pregunta Erika mientras se ve en el espejo.

—Si, se le ve muy bien.

—Lo sé —sonreía mientras continuaban mirando si reflejo hasta que tocaron la puerta.

—Majestad soy Fran.

—Yeni dile que espere en el despacho voy en un momento, primero voy a desayunar.

—Si, ya le traigo el desayuno —se giró para salir pero Erika habló y se detuvo.

—No, mejor vamos al comedor porque quiero ver a mi esposo —Jenni se giró y la miró.

—Escuché mal o dijo que desayunaria con el emperador.

—No escuchaste mal, vamos —dijo caminando hacia la puerta — y Yeni, te recomiendo al ser mi doncella que te acostumbres a mis cambios ya que verás muchos más —Yeni solo asintió aún sorprendida por las palabras de Erika pero no era como si pudiera decir algo.

Yeni avisó a Fran que esperara en el estudio mientras ella y Erika caminaron hacia el comedor donde ya se encontraba el emperador.

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